La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Dirigirse al Poder Ejecutivo, para que a través de los organismos correspondientes se sirva informar sobre los siguientes puntos relacionados con la comercialización de combustibles por parte de las Pequeñas y Medianas Empresas Argentinas:

1- Cuánto creció en los últimos dos años la renta directa de las petroleras a los consumidores a través de sus propias estaciones de servicios y del sistema de distribuidores Diesel,

2- Cómo se distribuye, en porcentaje las ventas de las petroleras de combustibles para el consumo interno entre estaciones de servicios propias y estaciones de servicio de sus banderas concesionados a terceros,

3- Cuántas estaciones de servicio de terceros han cerrado durante los últimos cuatro años y cuántas propias de las petroleras,

4- Cómo y cuánto han crecido las redes de comercialización para el consumo interno de las petroleras en nuestro país (Ejemplo: la red XXI de Y.P.F).

Señor presidente:

Hay dos cosas evidentes en la Argentina vinculadas con la distribución de naftas, gasoil, diesel y G.N.C.; la primera representa a un sector de pequeños y medianas empresas, originalmente, y que en los últimos años ha visto reducid su ganancia bruta en términos importantes y ello ha provocado una reducción del número total de estaciones, que afecta tanto la oferta de éstas, como los niveles ocupacionales y de actividad empresaria en distintos lugares del país; y en segundo lugar que sucesivamente están creciendo en la titularidad el número de estaciones de servicios que son explotados por las propias petroleras, y que por ende se venden a sí mismas, logrando con ello un margen de rentabilidad excepcional que les permite ocupar mercados y en consecuencia hacer de la oferta un oligopolio.

Seguro que una de las causas es el mantenimiento de los precios a los consumidores, que representa todo el espectro de una sociedad, desde el aspecto familiar hasta el productivo, lo cual es positivo tanto en la lucha contra la inflación, como para la capacidad adquisitiva de la población que necesita de la no corrosión de sus ingresos. Pero de la misma forma termina actuando como boomerang para todo el empresariado nacional, que operaron como estacioneros o distribuidores de estas petroleras y entonces son compradores con costos en general que han aumentado, manteniéndose por el precio de venta como mencionamos anteriormente y en consecuencia se reducen los márgenes de ganancias llevando a la quiebra a esta gran cantidad de pequeñas y medianas empresas argentinas.

Se estima que en los últimos cuatro años han "cerrado o caído" aproximadamente 2000 estaciones de servicio en la Argentina, por los conceptos antes vertidos y esto es fácilmente comprobable para cualquier persona que transita por el país, y que observará el cese de estas actividades empresariales.

Lo paradójico es que con la intención de defender una cuestión de precios al consumidor, estamos afectando la actividad productiva de empresarios claramente nacionales y de las dimensiones que resultan accesibles para lo que es nuestro país y como resultado de esta triste situación de crecimiento simultáneo de ganancias para las petroleras, en el momento de mayor rentabilidad de ese sector, potenciando la concentración económica una vez más, causa principal de los problemas de la distribución de la riqueza en nuestro país.

Somos concientes que no es fácil este fenómeno pero sí de buena comprensión cuando se explica el proceso que se describe más arriba y se ve en la calle, en lo cotidiano de la economía las consecuencias que está trayendo para el futuro de las pequeñas y medianas empresas de capital nacional que brindan trabajo a mucha gente.

Si esta es una de las ecuaciones, y que termina destruyendo a este sector del empresariado nacional, en términos de precios al consumidor, no queremos trazar una perspectiva de que ocurriría en los demás procesos económicos en dónde aumenten los insumos hasta márgenes inaceptables donde se destruirían las cadenas de comercialización.

Por las razones expuestas en estos fundamentos, tratando, como siempre lo hacemos, de que se distribuya mejor la riqueza, es que solicitamos la pronta aprobación del presente proyecto.