La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Expresar sus congratulaciones por el desempeño obtenido por el tenista misionero, Diego Hartfield, al jugar su primer cotejo de ATP en el Philippe Chatrier ante Roger Federer, número uno del mundo; dando apertura al abierto de Francia en el court central del Roland Garrós, ante 15.000 espectadores, a fines del mes de mayo del corriente año.

Señor presidente:

Diego Hartfield nació en la ciudad de Oberá, ubicada en el centro de la provincia de Misiones, el 31 de enero del año 1981, según sus declaraciones ante los medios mundiales, jugó tenis toda su vida, desde muy pequeño, siendo incentivado por su padre, que no dejó de alentarlo para continuar y llegar a ser un día un buen jugador.

Su carrera profesional como tenista comenzó en Bolivia en el año 1988, y en el año 1999 consiguió su primer punto de ATP.

Lo cierto es que Hartfiel, a los 25 años de edad, jugó su primer partido de ATP y nada menos que en el Roland Garros, y ante el mejor jugador de la actualidad brindando un espectáculo en donde mostró gran batalla pese a los resultados. Desde que se conoció el cuadro completo de la competencia, quedó en claro que la apertura depararía un duelo entre el máximo preclasificado y un desconocido para casi todos. Antes del acontecimiento, el tenista misionero sólo podía soñar contra la posibilidad de jugar contra Federer, pero las tres victorias conseguidas en la etapa previa le dieron la chance de entrar en el cuadro principal, además de un toque de suerte en el sorteo que determinó el enfrentamiento.

El repaso a los datos de cada jugador antes del choque entregaba grandes diferencias insalvables: era un duelo entre el Nº 1 y el 156º del ranking, entre un jugador con 37 títulos y 559 encuentros en partidos de ATP y un adversario que salía a disputar su primer partido oficial en el circuito mayor, circuito cargado de historia y de fama. La distancia entre ambos era en demasía, tanta que lo único que su oponente suizo conocía de su rival era su posición en el ranking.

Harfield, inteligentemente admitió, ante su oportunidad, que son pocos los jugadores que pueden darse el lujo de cruzarse con un rival de tanta jerarquía, y salió dispuesto a disfrutar del sueño hecho realidad. A pesar de las distancias antes mencionadas entre los dos jugadores, el tenista misionero, dió batalla en el encuentro, con muy buena actitud e impresionando a su oponente que se impuso con 7-5, 7-6 y 6-2 en 2 horas y 36 minutos, tiempo que duró el encuentro. A pesar de los resultados Hartfield se fue ovacionado del Philippe Chatrier después de su primer partido en las grandes ligas, por su lucha de igual a igual ante su rival.

Como representante de la provincia de Misiones, me enorgullece la actuación obtenida por obereño Diego Hartfield, convirtiéndose en un ejemplo para todos aquellos deportistas que persiguen un sueño, que a veces parece inalcanzable. Por último quisiera rescatar que pese a los resultados, lo importante en una competencia es tener el mejor desempeño posible, hacerlo de la mejor manera, no bajar los brazos y disfrutar de lo que se hace, de la misma manera como lo ha hecho este misionero, que antes del enfrentamiento era un total desconocido para la prensa mundial. Estoy convencida de que detrás de ese toque de suerte antes mencionado existe en Hartfield un espíritu tesonero, lleno de fuerza, trabajo y sacrificio que lo llevó a su excepcional debut en los circuitos de Francia.

Por lo expuesto, solicito a mis pares la aprobación del presente proyecto de resolución.