La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:

Que vería con agrado que el Poder Ejecutivo adopte medidas tendientes a incrementar la apertura y transparencia en la elaboración y gestión de la política exterior con el fin de establecer mecanismos de contacto más fluido con la sociedad civil, tendientes a brindar al Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, retroalimentación en la elaboración de la política externa y una consecuente mayor legitimidad de la misma.

Señor presidente:

Por años las actividades diplomáticas estuvieron por "razones de Estado" marcadas con la impronta del secreto o la reserva. Los servicios exteriores más modernos han comenzado a diseñar una agresiva estrategia de comunicación de su política externa, orientada a establecer un contacto más fluido con la sociedad, de modo de obtener una mejor comprensión de los asuntos internacionales, retroalimentación en su elaboración y mayor legitimidad. Esto debe complementarse necesariamente con una mayor transparencia en el manejo de los recursos.

El actual proceso de globalización es una etapa en que la diplomacia y las relaciones exteriores comienzan a dejar de ser el tema de unos pocos especialistas y una vaga referencia en la mente de la opinión pública, para plasmarse cada vez más en la vida cotidiana de los ciudadanos.

Las actividades de extensión social y cultural han dejado de ser patrimonio exclusivo de las universidades y las organizaciones no gubernamentales para ser una modalidad habitual de cualquier institución, pública o privada, al tomar contacto con su entorno social.

Es así como recientemente numerosas agencias gubernamentales (la Casa Blanca, el Departamento de Estado, el Foreign Office entre otros) han comenzado a organizar eventos con el objeto de mostrar a los ciudadanos su funcionamiento habitual e interesarlos en las cuestiones de las que se ocupan. La experiencia internacional demuestra el éxito de este tipo de eventos, en el cual las agencias gubernamentales abren sus puertas al público y muestran sus tareas habituales, con una activa participación de la sociedad por parte de sus diversos actores. Asimismo estos eventos contribuyen a disipar los mitos preexistentes sobre las actividades de las agencias gubernamentales y sobre sus funcionarios. La posibilidad de tomar contacto directo con el staff del Ministerio y recorrer los distintos departamentos contribuye también a un mayor conocimiento de los deberes y responsabilidades de los funcionarios y de esta manera también ampliar la base de incorporación de aspirantes a ingresar al Servicio Exterior.

En el siglo XXI la Diplomacia debe ser guiada por la coherencia, la capacidad, el dinamismo y la disciplina, debe estar caracterizada por la apertura y la permeabilidad y para ser efectiva deberá disfrutar de la confianza del Gobierno en general, del Congreso, y principalmente de la población. La sensación de que la diplomacia tiene lugar en un universo cerrado de privilegiados intelectuales debe cambiar. El Servicio Exterior debe moverse desde un sistema de "mandarinado" a uno caracterizado por el profesionalismo, la versatilidad y la interdisciplinariedad; que reconozca, a su vez, la permeabilidad y la información. El fin de la cultura de la exclusividad es un requisito para desarrollar una relación de colaboración con el publico.

Para que este cambio cultural tenga efecto se requiere una gran dosis de liderazgo comenzando por el Ministro de RREE pero que debe contar con una visión y un empuje común en el Presidente, el Congreso y las comunidades académica y de negocios para que los cambios se consoliden.

En los últimos años también numerosas Cancillerías han tomado conciencia de la importancia de orientar sus acciones a la atención e información de los ciudadanos -quienes son en definitiva sus últimos destinatarios- y han inaugurado oficinas de atención al publico. El Departamento de Estado a través de su Oficina de Asuntos Públicos mantiene a los ciudadanos informados por medio de su pagina web y un teléfono de consultas públicas, algo en que nuestro país está comenzando a avanzar; y a la vez realiza reuniones y conferencias a fin de proveer una mayor comprensión de la política exterior en distintas ciudades de los EEUU. Italia tiene la Oficina de Relaciones con el Público que provee información sobre la actividad institucional, la estructura y competencias del Ministerio y su red diplomática y consular. El Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel tiene una División de Medios e Información que incluye un Departamento de Asuntos Públicos.

Finalmente, la creciente preocupación de los ciudadanos por el destino de los recursos públicos y su transparente administración ha llevado a muchos Ministerios (Suecia, Israel e Italia entre ellos) a reforzar las oficinas de auditoría, transformándolas en rigurosas inspectorías destinadas a optimizar los gastos y hacerlos cada vez más trasparentes. La Oficina del Inspector General en el Departamento de Estado tiene esa característica y reporta directamente al Secretario; de igual manera el Ministerio de Asuntos Exteriores alemán posee una Oficina con un nutrido grupo de inspectores que monitorean las Embajadas con objeto de optimizar el uso de los recursos y prevenir actos de corrupción.

Por todo ello, y constituyendo nuestro deber como legisladores velar por un efectivo funcionamiento del Estado, pongo este proyecto a disposición de mis pares solicitando su apoyo.