PROYECTO DE TP
Expediente 3405-D-2010
Sumario: RENDIR HOMENAJE A DOÑA JUANA AZURDUY DE PADILLA.
Fecha: 19/05/2010
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 59
La Cámara de Diputados de la Nación
RESUELVE:
En el Bicentenario
de la Patria recordar y rendir homenaje Doña Juana Azurduy de Padilla. Por su
ferviente participación en la lucha por la Independencia Latinoamericana. Nació
el 12 de julio de 1780 en Chuquisaca. Sucre- Murió el 25 de mayo de 1862 en
Sucre Bolivia.-
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
Recordar a Doña Juana Azurduy, es traer a la memoria a unas de las
mujeres que hizo de la lucha libertadora latinoaméricana su
bandera. Doña Juana nació, en el cantón de Toroca en las cercanías
de Chuquisaca, el 12 de julio de 1780. Ese año la ciudad de La Paz
fue sitiada por Tupac Catari y Bartolina Sisa, alzados en armas en
apoyo a Túpac Amaru.
Durante
su infancia ella aprenderá el quechua y el aymará. Trabajará en el
campo, en las tareas de la casa, y se relacionará con los campesinos
e indios. A la muerte de sus padres, su crianza quedará a cargo de
sus tíos junto a su hermana Rosalía. Su adolescencia será conflictiva,
ya que chocará con el conservadurismo de su tía, por lo que será
enclaustrada en el Convento de Santa Teresa. Se rebelará contra la
rígida disciplina, promoviendo reuniones clandestinas, donde
conocerá la vida de Túpac Amaru y Micaela. Leerá la vida de Sor
Juana Inés de la Cruz entre otros, lo que le llevará a la expulsión a
los 8 meses de internada.
De
regreso a su región natal, conoce a Melchor Padilla, padre de su
futuro marido, amigo de los indios y obediente de las leyes realistas,
ligados a la historia de la resistencia alto peruana, estos hitos
biográficos de Padilla ejercerán una enorme influencia sobre la
formación de Juana Azurduy. Manuel Padilla, hijo, establece una
relación de profunda amistad con Juana. Éste frecuentó las
universidades de Chuquisaca y compartió con Juana, su conocimiento
por la revolución Francesa, las ideas republicanas, la lucha por la
libertad, la igualdad, la fraternidad. Conoció los nombres de: Castells,
Moreno, Monteagudo. El 8 de marzo de 1805 contrajeron matrimonio,
y tuvieron tres hijos: Marino, Juliana y Mercedes.
Gozaron de una buena posición económica, pero Don
Manuel como era criollo no pudo participar de cargos en el Cabildo.
Con la caída de Fernando VII bajo la ocupación de Napoleón, el 25 de
mayo de 1809 se
produjo la revolución de Potosí.
Manuel Padilla se sumó a la resistencia y encabezó a los
indios Chayanta y triunfó. Juró servir a la causa americana y vengó a
los patriotas fusilados en el levantamiento de La Paz. Unos años
después el general Vicento Nieto asumió la Real Audiencia, y condenó
a la cárcel y a las mazmorras a todos aquellos que participaron de los
levantamientos, entre ellos Padilla. Juana defendió con rebenque en
mano su propiedad ante los realistas. Al año siguiente de la
Revolución de Mayo, Manuel Padilla se unió a Martín Miguel de
Güemes, fueron la pesadilla del ejército realista. Su casa fue
confiscada y debió ocultarse en la casa de una amiga. Manuel Padilla
se enfrentó con las tropas realistas utilizando el método de guerrillas.
Hacia 1813 los revolucionarios ocuparon Potosí y Padilla fue el
encargado de organizar el ejército, tarea a la cual se sumó Juana. Su
ejemplo hizo que muchas mujeres se sumaran a la gesta. "En poco
tiempo, el prestigio de Juana Azurduy se incrementó a límites casi
míticos: los soldados de Padilla veían en ella la conjunción de una
madre y esposa ejemplar con la valerosa luchadora; los indígenas
prácticamente la convirtieron en objeto de culto, como una presencia
vívida de la propia Pachamama".
Luego de la
derrota de Vilcapugio y Ayohuma, la lucha se desplazó al nordeste de
Bolivia, se le llamó la "Guerra de las Republiquetas". Durante este
tiempo el cacique Juan Huallparrimachi, músico, poeta y descendiente
de los incas, se unió a Juana Azurduy, fue su fiel lugarteniente. En el
mes de marzo de 1814. Padilla y Azurduy vencieron a los realistas en
Tarvita y Pomabamba. A partir de allí el ejército español inicia la
persecución de la pareja de caudillos. Las tropas revolucionarias
debieron dividirse: Padilla se encaminó hacia La Laguna y Juana
Azurduy se internó en una zona de pantanos con sus cuatro hijos
pequeños. Allí se enfermaron cada uno de sus cuatro hijos, donde
murieron Manuel y Mariano, antes de que Padilla y Juan
Huallparrimachi, llegaran en auxilio. De vueltas en el refugio del valle
de Segura murieron Juliana y Mercedes, las dos hijas, de fiebre
palúdica y disentería. "Dicen los biógrafos que comienza aquí la
guerra brutal contra los realistas:
"Padilla
es cruel, es sanguinario (...) La guerra se ha desatado bárbaramente;
ya no es la ley del Talión la que prima, sino una ley más inhumana,
por un muerto se exigen dos, por dos, cuatro", afirma Gantier".
"Juana Azurduy está nuevamente
embarazada cuando
combate el 2 de agosto de 1814 con Padilla y su tropa, en el cerro de
Carretas. Y Juana Azurduy sufre ya los dolores
de parto cuando
escucha las pisadas de la caballería realista entrando en Pitantora.
Luisa Padilla, la última hija de los amantes guerreros, nace junto al
Río Grande y experimenta ahora en brazos de su madre los ardores
de la vida revolucionaria".
Un grupo de suboficiales quisieron arrebatarle la caja con
el tesoro de sesenta mil duros, el botín de guerra con el que contaban
para su supervivencia las tropas revolucionarias, y que Juana
Azurduy custodiaba con celoso fervor. Juana se alzó frente a ellos con
su hija en brazos y la espada obsequiada por el General Belgrano.
Feroz y decidida, montó a caballo con la pequeña Luisa y, juntas, por
el río, lograron llegar con vida a la otra orilla. La hija recién nacida
quedó a cargo de Anastasia Mamani, una india que la cuidó durante
el resto de los años en que su madre continuó luchando por la
independencia americana.
En 1816
Juana y su esposo, quienes tenían bajo sus ordenes 6000 indios,
sitiaron por segunda vez la ciudad de Chuquisaca. Los realistas
lograron poner fin al cerco, y en Tinteros, Manuel Ascencio Padilla
encontró la muerte. Manuel Belgrano, en un hecho inédito, envió una
carta donde la nombraba Teniente Coronel. La cabeza de Padilla fue
exhibida en la plaza pública durante meses, ésta se convirtió en un
símbolo de la resistencia. El 15 de mayo de 1817 Juana al frente de
cientos de cholos la recuperó.
Juana
Azurduy intentó reorganizar la tropa sin recursos, acosada por el
enemigo, perdió toda colaboración de los porteños. Juana decidió
dirigirse a Salta a combatir junto a las tropas de Güemes, con quien
estuvo tres años hasta ser sorprendida por la muerte de éste, en
1821. Decidió regresar junto a su hija de 6 años, pero recién en 1825
logró que el gobierno le dé cuatro mulas y cinco pesos para poder
regresar. En 1825 se declaró la independencia de Bolivia, el mariscal
Sucre fue nombrado presidente vitalicio. Este le otorgó a Juana una
pensión, que le fue quitada en 1857 bajo el gobierno de José María
Linares. Doña Juana terminó sus días olvidada y en la pobreza, el día
25 de mayo de 1862 cuando estaba por cumplir 82 años. Sus restos
fueron exhumados 100 años después,
para ser guardados en
un mausoleo en Sucre, que se construyó en su homenaje.
En nuestro País
su figura adorna desde hace poco tiempo el Salón de las Mujeres en
la Casa Rosada , también desde el 14 de julio de 2009, nuestra
Presidenta a ascendido pos-morten al Grado de General del Ejercito
Argentino a Doña Juana Azurduy de Padilla.
Señor
Presidente los pueblos no deben dejar en el olvido a seres como
Doña Juana Azurduy de Padilla, traer a la memoria la historia de los
forjadores de la lucha emancipadora de America Latina es poner en el
presente los sacrificios y los esfuerzos que han tenido que superar
los pueblos de entonces para permitirnos la libertad que hoy
tenemos, es éste el sentido de este homenaje, el que invito a
compartir a mis pares en la aprobación de éste proyecto.-
Firmante | Distrito | Bloque |
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VILARIÑO, JOSE ANTONIO | SALTA | FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ |
Giro a comisiones en Diputados
Comisión |
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LABOR PARLAMENTARIA (Primera Competencia) |