La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Expresar pesar por el fallecimiento de la Jueza de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Doctora Carmen María Argibay, ocurrido el día 10 de Mayo de 2014.

Señor presidente:

Profundo pesar causó el fallecimiento de la Jueza de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, la doctora Carmen Argibay. Una mujer de fuertes convicciones, gran defensora de la independencia judicial y de los derechos de las mujeres, y de una amplia trayectoria a nivel nacional e internacional.

Su larga carrera judicial comenzó en 1959 cuando ingresó a trabajar en el Poder Judicial, antes de recibirse de Abogada en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires, en 1964. Trabajó en varios juzgados, hasta llegar a ser nombrada jueza, y también enseñó Derecho en diferentes universidades.

Fue la primera mujer designada por un gobierno democrático para integrar el más alto tribunal de justicia de Argentina. Prestó juramento como ministra de la Corte Suprema de Justicia, el 3 de febrero de 2005, a pesar de que fue resistida por algunos sectores de la sociedad por su polémica posición de atea militante y a favor del aborto.

Argibay fue Miembro fundadora de la Asociación Internacional de Mujeres Jueces, fundadora de la Asociación de Mujeres Jueces de Argentina, además de integrante de asociaciones de derecho penal y de defensa social nacionales e internacionales.

En 2008, recibió de la Fundación Konex, el Diploma al Mérito en la categoría Jueces. A nivel internacional, formó parte del Tribunal Internacional de Mujeres sobre Crímenes de Guerra para el Enjuiciamiento de la Esclavitud Sexual, que condenara en diciembre de 2000 al ejército japonés por los crímenes cometidos durante la Segunda Guerra Mundial, donde se sometieron mujeres de distintos países a la esclavitud sexual.

En junio de 2001 fue nombrada por la Asamblea General de las Naciones Unidas como jueza ad litem en el Tribunal Criminal Internacional que juzga crímenes de guerra en la ex Yugoslavia (ICTY por sus siglas en inglés).

Firme defensora de la independencia de poderes, Argibay sostenía "para ser un buen juez, nuestro primer deber es ser desagradecido con quien nos nombró. Estrecharle la mano con educación, agradecerle el cargo y no volverlo a ver".

Por lo expuesto, solicito a los Señores Diputados, la aprobación del proyecto.