El Senado y Cámara de Diputados...

Art. 1º. Los derechos de exportación, para el cultivo de soja, se establecen, para el año 2008, en 38% (treinta y ocho por ciento) del precio FOB oficial informado por la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos del Ministerio Economía y Producción.

Art. 2º. El Congreso Nacional fijará los derechos de exportación que regirán en cada año calendario, tomando como referencia el precio establecido en el articulo 1º.

Art. 3º. Respecto a las operaciones ya liquidadas, el Estado Nacional devolverá a los productores el excedente cobrado por encima de los establecido en el articulo1º.

Art. 4º. De forma.

Señor presidente:

A nadie escapa que hay un antes y un después del 11 de marzo de 2008. Ese día, se tomó la decisión de incrementar los derechos de exportación, que se recaudan estrictamente en el interior de la Nación, que no se coparticipan.

Con el actual nivel de la cotización en el mercado de Chicago, las llamadas "retenciones",

llegan al 47%. Independientemente de la zona cultivada o el clima diverso, que hacen fluctuar notablemente los rendimientos por hectárea. En otras palabras, el tributo se lleva casi la mitad de la producción, sin tomar en cuenta la rentabilidad.

La magnitud de la suba de los derechos de exportación es lo que provocó el reclamo airado de los productores. Casi no podía ser de otra manera. Si el Estado Nacional detrae, sin más, casi la mitad del bruto producido, muchos de ellos son irremediablemente condenados a la extinción.

Increíblemente, llevamos más de cien días de conflicto, que han mantenido en vilo a todos los habitantes de la República. Que, entre otras cosas, han dejado la paradoja que el Estado, producto de la caída generalizada de la actividad económica, va a terminar percibiendo una cifra menor, de la que, en teoría, aspiraba a recaudar. Más el peligro cierto del derrumbe de la actividad en muchos pueblos del interior. Y hoy, luego de un conflicto inútil por donde se lo mire, se encaminan a paso redoblado a la implosión económica y social.

A este conflicto hay que terminarlo de raíz y de forma urgente. A tal efecto proponemos a nuestros pares este Proyecto de Ley, el cual creemos que sirve para encontrar una salida a esta coyuntura, que posibilite la vuelta de los productores a su trabajo, que se liberen las rutas y que vuelva la Argentina a ser un país "normal"y confiable.

Por estas razones y las que expondremos en el recinto de esta H. Cámara, es que solicitamos de nuestros pares la aprobación del presente Proyecto de Ley.