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PROYECTO DE TP


Expediente 3349-D-2007
Sumario: PEDIDO DE INFORMES AL PODER EJECUTIVO SOBRE LA CANTIDAD DE HECTAREAS PLANTADAS CON YERBA MATE EN LAS PROVINCIAS DE MISIONES Y CORRIENTES.
Fecha: 06/07/2007
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 85
Proyecto
La Cámara de Diputados de la Nación
RESUELVE:


Dirigirse al Poder Ejecutivo para que a través de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación informe:
a) Cantidad de hectáreas plantadas con yerba mate en las provincias de Misiones y Corrientes, separadas en dos categorías de yerbales, de baja y de alta producción, detallando por lo menos entre cinco categorías de yerbales por su tamaño.
b) Tendencias predominantes del cultivo de la yerba mate en Misiones y Corrientes en la última década, así como proyecciones para la próxima (erradicación de viejos yerbales, nuevas plantaciones, etc.).
c) Costos de producción, tanto para yerbales de baja producción como de alto rendimiento. Políticas implementadas para influir en los costos.
d) Estadísticas de producción y consumo, tendencias y políticas fijadas para sostener el precio fijado para el producto por el Instituto Nacional de la Yerba Mate.
e) Estadísticas de producción y consumo de yerba mate en Brasil y Paraguay y políticas correlacionadas destinadas a competir, suplir y/o estabilizar la producción regional.
f) Exportaciones: montos, destinos y tendencias.
g) Un esquema de la cadena productiva y comercial de la yerba mate, en especial la participación de las tiendas de grandes superficies en la misma.

FUNDAMENTOS

Proyecto
Señor presidente:


Al ser un cultivo autóctono americano, la yerba mate demuestra el valor de la conservación "in situ" y a la vez en materia cultural tienen una singular inserción en el folclore y en la tradición regional y argentina.
Conocida en la América pre-hispana, luego explotada en el período colonial mediante el abuso y la opresión de los pueblos originarios, el cultivo ordenado y sistemático de la yerba mate fue abordado con éxito por los sacerdotes jesuitas de las misiones homónimas. Con su producción, beneficio y venta en los mercados de Santa Fe y Buenos Aires, estos misioneros lograron el tan mentado "oro de los jesuitas", que tanta avaricia generó, pero que no fue más que el trabajo y el desarrollo del cultivo de yerba mate. Expulsados los jesuitas, el cultivo entra en decadencia, al igual que las Misiones y nuevamente se procede a la doble explotación de hombres y yerbales silvestres para satisfacer el mercado.
Más de 100 años permaneció oculto el secreto de cómo obtener la germinación de la semillas de yerba mate, hasta que a principios del siglo XX, con una demanda de producto genuino cada vez más reiterada, varios hombres de ciencias logran el "milagro" y comienza la etapa definitiva del cultivo ordenado, altamente productivo y emplazado en las inmediaciones de puertos fluviales para, después de ser elaborada, enviarse para su envasado y distribución en los grandes centros urbanos.
Son los tiempos de la Argentina receptora de inmigrantes, y al territorio de Misiones vienen muchos, especialmente eslavos de la Europa central, que rápidamente se convierten en plantadores de yerba mate en sus pequeñas propiedades, dándole entonces a este cultivo el principal rasgo que perdura en la actualidad: su producción es típicamente minifundista. Rápidamente se expande el cultivo, se inventan métodos de industrialización para eliminar el bárbaro sistema de secanza a fuego directo y viene la etapa conocida como la del "oro verde".
Pero el auge duró poco y la crisis producida por la Gran Depresión de 1929 vino a desnudar una de las principales debilidades de este cultivo: la sobreproducción. Porque a diferencia del té, del café o del cacao, la yerba mate es un producto de consumo casi exclusivo de la región, y por el contrario, lugares donde gracias al esfuerzo de los padres jesuitas se había insertado como el Alto Perú y Chile prácticamente lo abandonaron y solamente Uruguay permaneció fiel a su consumo. Con esa escasa demanda regional, resulta un claro ejemplo de demanda inelástica: cuando hay excedentes productivos no se halla colocación para los mismos y los precios se derrumban.
La gran crisis de la industria yerbatera durante esos años fue superada mediante un mecanismo de regulación propio de un Estado fuerte, la CRYM (Comisión Reguladora de la Yerba Mate). Mediante este instrumento, se llevó la cantidad ofertada a niveles semejantes a la cantidad demandada interna y solo se permitía el aumento de la producción con el crecimiento poblacional. Para lograr esto se prohibió la implantación de nuevos yerbales, se limitó la cosecha mediante "cupos" y se creó un mercado consignatario que adquiría la producción y la vendía a los molinos elaboradores y comercializadores. En esas condiciones resultaba viable fijar precios, tanto para la hoja en planta, como para la yerba seca, conocida como "canchada".
La CRYM cumplió un rol importante en la industria desde su creación en 1935 hasta su disolución final en 1990. El cultivo de la yerba mate, con la CRYM mediante, se consolidó y dio nacimiento a las grandes y poderosas Cooperativas de Misiones (ejemplos la CALO de Oberá y la CAEL de Eldorado) y resultó en general ampliamente beneficiosa para el tradicional "colono" misionero. Sin embargo no todo fue perfecto, dado que no se intentó expandir el consumo, ni localmente ni en el exterior y por otro lado, la prohibición de plantar yerba mate creó dos tipos de "colonos": los "ricos", que tenían yerbales y los "pobres" que miraban con impotencia a sus vecinos, pero que no podían plantar el árbol que tanta satisfacciones le daba al otro. Los hijos y nietos de "colonos" tenían y tienen en su formación cultural una gran meta: "plantar yerba", y la consigna para ellos siempre fue y sigue siendo "en cuanto se pueda hay que plantar".
Esta situación derivó en un importante mercado de venta, a muy buenos precios, de "cupos de plantación" es decir de viejos yerbales, de gente anciana que vendía las tierras por un lado y casi por el mismo o mayor valor los "cupos" por el otro. Quienes generalmente podía adquirir dichos "cupos" eran personas o empresas yerbateras que contaban con fondos. Nace de alguna manera con esta práctica la "concentración yerbatera". Asimismo, en la década del treinta todos los molinos que envasaban yerba mate (que no eran más de diez o doce, con cinco realmente fuertes) no radicaban en el territorio misionero, estaban en Buenos Aires y Rosario y el mecanismo del mercado consignatario les resultaba práctico y ventajoso.
Desde la década del sesenta comenzó un intenso trabajo para que los molinos se radiquen en la zona productora, para que el valor agregado permaneciera efectivamente en el área productiva. La inflación característica de varias décadas y otros factores concurrentes se conjugaron para permitir el golpe final a la CRYM, con lo que el camino hacia la "concentración" y la eliminación de los pequeños "colonos" de la cadena productiva se aceleró. El golpe de gracia vino durante un ciclo de excelentes precios y gran demanda, con total liberación de "cupos de cosecha" (faltaba yerba en el mercado) y en el marco de muchas plantaciones "clandestinas": el mercado consignatario estaba casi sin recursos y en realidad casi nadie levantó una voz de protesta real (y no formal) a la eliminación de la CRYM y la desregulación total del cultivo y comercio de la yerba mate.
Pero en diez años la nueva gran crisis yerbatera se haría presente y la reacción social: en 2000, el "tractorazo" de los empobrecidos "colonos" protestó contra la desprotección del Estado y la desregulación salvaje. Esta medida de protesta fue el punto de partida para la creación de una nueva instancia donde el Estado está llamado a cumplir un rol activo: el Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), un organismo similar a la vieja CRYM pero más adaptado a los nuevos tiempos y a las realidades emergentes de un nuevo siglo.
Uno de los grandes problemas que tenía la cadena alimentaria de la yerba mate durante el descontrol de la desregulación, fue la adulteración y la falta de control en la calidad del producto por un lado y por otro la evasión impositiva, sobre todo de segundas y terceras marcas. De allí viene el estampillado fiscal de los paquetes que la ley de creación le encargó al INYM. Pero también el estampillado significaba crear un Instituto con fondos, dado que si debía inspeccionar, controlar, multar, etc. era imperioso contar con recursos y el INYM actualmente los tiene. La tecnología satelital ha avanzado tanto en los últimos tiempos y se ha vuelto tan económica que permite conocer con absoluta precisión el estado de los cultivos e incluso emitir opiniones muy acertadas sobre el resultado de las cosechas en todos los países del mundo.
Se dice que la yerba mate es la cadena más significativa en la vida económica y social de Misiones. Porque hay que recordar que además para levantar la cosecha (zafra) que es totalmente manual, se precisan de los esforzados y sufridos tareferos (peones de cosecha) y como la totalidad del producto se elabora en forma inmediata, la industria también genera numerosos puestos de trabajo.
Por todo lo que se explicó es imperioso conocer con exactitud la producción anual de yerba mate y estimaciones sobre el consumo, como asimismo sus tendencias. Porque en función de ello se pueden (y se debe) fijar políticas.
En casi 100 años de cultivo solo se abrió un mercado externo en algunas zonas de El Líbano y Siria, y resulta imprescindible conocer lo que sucede con los yerbales naturales o implantados de las repúblicas vecinas de Paraguay y Brasil. En Brasil sobre todo, donde la zafra yerbatera se hacía sobre áreas silvestres, y últimamente en Paraguay el auge del cultivo de soja puede haber desplazado yerbales y de ello depende el abastecimiento propio y del país que más consume yerba mate "per cápita": Uruguay.
Todo esto debe evaluarse técnicamente para poder fijar políticas que beneficien al productor yerbatero pequeño o mediano, sino inexorablemente, ante el "cupo" libre de plantación, el sueño de todo "colono" misionero de "plantar yerba", la concentración en manos de las grandes empresas yerbateras formarán un nuevo y explosivo resultado de sobreproducción y malos precios, que vendía a dar el tiro de gracia para el minifundio yerbatero.
El rol del hipermercadismo también debe analizarse efectivamente, porque parecería que estos nuevos actores, por el solo hecho de disponer un espacio en las góndolas podrían estar llevándose "la parte del león" del negocio yerbatero, en neto perjuicio del productor.
Por lo tanto, queda en claro que no hacer nada en materia yerbatera no significa no hacer política, significa, por el contrario, dejar que la concentración trabaje a sus anchas.
La confianza depositada por la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación de la Nación en la/s persona/s designadas en representación de ese entidad, nombradas a instancia del Gobierno Provincial en algún punto parece estar devaluada, porque inexorablemente, en los pocos años de vida del INYM ha tenido que ser la SAGPyA quien laude en la problemática de los precios. Pero ante la crisis que se avecina es necesario verificar y aportar soluciones políticas a la problemática que representa este particular cultivo. Y lo que se está requiriendo mediante este proyecto es información básica, confiable y certera para tomar las medidas adecuadas. No puede ser que ante el menor atisbo de crisis yerbatera, contando con la tecnología disponible y los fondos para obtenerla se escuchen opiniones tan disímiles, dado que hay personas que dicen que no hay sobreproducción, mientras que otros manifiestan que por la sobreproducción es necesario comprar y desechar (quemar o convertir en abono) una cosecha completa, y hay quienes dicen que se está en equilibrio, pero que la concentración yerbatera, para perjudicar al Gobierno, no está comenzando la presente zafra, que efectivamente lleva dos meses de atraso, en un año político.
Sin esta matriz básica no se sabe donde se está parado, y como se ve el arco es tan grande que comprende 180 grados (sobreproducción - faltante), y es un insumo básico para ejercer políticas. Esto quedó de manifiesto en la reciente entrevista con el señor Secretario de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación de la Nación, donde se llegó a pedir un subsidio para levantar la zafra. Ya la Provincia tiene demasiado malos recuerdos de este tipo de "soluciones". Basta mencionar el famosos "subsidio a la no cosecha" en los 90 que tanto malestar causó en los productores en su momento y parece que ahora, para algunos actores vuelve a presentarse como la "solución" para enfrentar la crisis. Aunque parezca insólito. Y ante tanto desaguisado no se ve en los representantes políticos del INYM, (porque los de los productores, los de la industria y de los peones rurales "tareferos" defienden, como es lógico sus intereses), la menor cintura para encarar la situación, solo saben pedir que la instancia superior les diga lo que tienen que hacer.
En un cultivo que interesa a miles de productores y sus familias y a otro tanto de "tareferos", es necesario, ahora que el Estado cuenta con la herramienta y la financiación adecuada, dar sólidos pasos destinados a garantizar la estabilidad del caso a los productores y a los cosecheros, sobre todo a los pequeños y medianos esforzados "colonos" misioneros que merecen un destino mejor que cuatro vivos se queden con su esfuerzo productivo de todos los años.
Por ello es que solicitamos el voto favorable de nuestros pares para la aprobación del presente proyecto.
Proyecto
Firmantes
Firmante Distrito Bloque
IRRAZABAL, JUAN MANUEL MISIONES FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ
Giro a comisiones en Diputados
Comisión
AGRICULTURA Y GANADERIA (Primera Competencia)