La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Dirigirse al Poder Ejecutivo Nacional, para que por intermedio del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto y nuestras representaciones diplomáticas acreditadas en la Organización de las Naciones Unidas y República Federal de Nigeria se exprese al nuevo gobierno nigeriano del presidente Muhammadu Buhari la preocupación argentina ante la muerte desde 2011 de más de 8.000 detenidos que se hallaban bajo custodia militar por torturas, por hambre o enfermedad, asesinato, asfixia o por fusilamiento.

Asimismo, se inste al señor presidente de Nigeria a cumplir su compromiso de presidir un gobierno basado en valores que promueva y proteja los derechos humanos fundamentales:

a) Iniciando investigaciones independientes e imparciales sobre las denuncias de crímenes de derecho internacional, incluidos crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra cometidos por el ejército nigeriano y miembros de Boko Haram, con vistas a hacer comparecer a los presuntos perpetradores ante la justicia en juicios justos sin recurso a la pena de muerte.

b) Introduciendo salvaguardias contra las violaciones de derechos humanos, lo que incluye permitir a todos los detenidos el acceso a sus familias, abogados y médicos; permitir a observadores independientes de derechos humanos el acceso sin trabas a todas las personas privadas de libertad; garantizar que haya un registro centralizado de todas las personas detenidas y recluidas accesible a sus familiares y abogados; y acusar a todos los detenidos de un delito reconocible o ponerlos en libertad.

Señor presidente:

Desde 2011, el ejército nigeriano ha detenido al menos a 20.000 personas en el nordeste de Nigeria, como presuntos miembros de Boko Haram. Más de 8.000 detenidos han muerto bajo custodia militar por torturas o de hambre o enfermedad o simplemente a tiros.

El nuevo presidente de Nigeria, Muhammadu Buhari, y su gobierno tienen el poder de poner fin a estas muertes, así como a otros delitos cometidos por el ejército, y deben empezar haciendo que rindan cuentas los responsables. Dile al nuevo gobierno que investigue las atrocidades cometidas por el ejército.

Desde 2009, el grupo armado conocido como Boko Haram ha matado, secuestrado y torturado a miles de civiles en el nordeste de Nigeria. Como consecuencia, más de un millón de personas se han visto obligadas a huir de sus casas. Amnistía Internacional concluyó en un informe que estos actos constituyen crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad.

La respuesta de las fuerzas de seguridad nigerianas ha sido brutal. En los centros de detención militares, como el cuartel de Giwa, en Maiduguri (estado de Bodo), el hacinamiento era extremo. Algunos ex detenidos dijeron a Amnistía Internacional que sólo podían sentarse en el suelo por turnos, y que se turnaban para dormir. Los soldados golpeaban a menudo a los detenidos, que recibían escasa comida y no tenían acceso a unas letrinas ni a atención médica. Debido a estas espantosas condiciones, más de 8.000 personas han muerto bajo custodia militar desde 2011. La mayoría de sus familias no fue nunca informada de la suerte de sus seres queridos.

El ejército nigeriano también ha ejecutado a más de 1.200 personas. Una de las ejecuciones extrajudiciales más terribles cometidas por el ejército fue la perpetrada el 14 de marzo de 2014 en Maiduguri, en el estado de Borno. Tras un ataque de Boko Haram contra el centro de detención militar del cuartel de Giwa durante el cual se liberó a los detenidos, el ejército mató al menos a 640 hombres y niños, en su mayoría detenidos a los que habían vuelto a capturar. Amnistía Internacional dio a conocer un video que muestra al ejército nigeriano cortándole el cuello a algunos de estos hombres y niños.

A pesar de que las organizaciones de derechos humanos expusieron estos motivos de preocupación ante el gobierno nigeriano, no se han realizado investigaciones adecuadas. El 29 de mayo de 2015 tomó posesión de su cargo un nuevo gobierno presidido por el presidente Buhari. El presidente tiene la oportunidad de romper con los errores del pasado haciendo justicia a las personas del nordeste de Nigeria.

No ha de soslayarse que en el nordeste de Nigeria, las dos partes del conflicto están cometiendo crímenes de derecho internacional. Los miembros de Boko Haram han asesinado a miles de civiles, encarcelado a muchos más y destruido sus bienes. Los combatientes de Boko Haram han torturado, violado, obligado a contraer matrimonio y reclutado a niños, mujeres y hombres. Al mismo tiempo, más de 8.000 personas han muerto en centros de detención militares por torturas, asfixia y falta de acceso a comida, agua, servicios sanitarios y asistencia médica adecuados.

El ejército nigeriano ha detenido arbitrariamente al menos a 20.000 personas, que luego ha recluido sin acceso a sus familias y abogados y sin que comparecieran nunca ante un tribunal. Amnistía Internacional ha concluido también que el ejército ha ejecutado extrajudicialmente a más de 1.200 detenidos.

El nuevo gobierno tiene capacidad para poner fin a estas atrocidades y hacer justicia a las víctimas, poniendo fin a los errores del pasado.

Por todo lo expuesto, solicito el acompañamiento de mis pares a fin de aprobar el presente proyecto de Resolución.