La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Manifestar su repudio a las acciones del Ejército de Israel contra la Campaña Popular Palestina sobre el Apartheid Wall Campaign, también llamada "Stop the Wall", que se vio acrecentada el 8 de mayo de 2012 a través de allanamientos arbitrarios, secuestro ilegal de materiales informáticos y documentales, e intimidaciones.

Señor presidente:

La historia de los territorios Palestinos ocupados por Israel es al mismo tiempo la historia de la opresión y la lucha del pueblo palestino, que se ha ido profundizando con los años y presenta hoy una situación extrema que la comunidad internacional, aún con ciertos esfuerzos e intervenciones destacables, no termina de afrontar debidamente.

En ese marco, fue en el año 2002 que se creó la Campaña Popular Palestina contra el Apartheid Wall Campaign, campaña también llamada "Stop the Wall", cuyo objetivo principal, como su nombre lo indica, es desmontar el muro que el Gobierno de Israel viene construyendo en la región de Cisjordania. Este objetivo está definido en la decisión de la Corte Internacional de Justicia sobre las consecuencias jurídicas de la construcción del muro, emitida el 9 de julio de 2004, e incluye los siguientes lineamientos:

el cese inmediato de la construcción del muro.

el desmantelamiento de todas las partes del muro y sus zonas relacionadas ya construidas. la devolución de tierras confiscadas por el camino que le han trazado al Muro.

la indemnización por daños y pérdida de ingresos debido a la destrucción de tierras y propiedades, además de la restitución de tierras.

Este muro que construye Israel se inició en el año 2002, es de hormigón y tiene 8 metros de altura (dos veces la altura del Muro de Berlín). La instalación de este muro se ha asociado a políticas de apartheid prohibidas por el derecho internacional, y

claramente provocará la conformación de guetos que impedirán al pueblo palestino el ejercicio de sus derechos humanos más elementales.

Esta afrenta al pueblo palestino, y al derecho internacional, ha generado distintas formas de resistencia y lucha, entre las que se incluye la Campaña Popular Palestina contra el Apartheid Wall Campaign, que por esos mismos motivos, es perseguida por las autoridades israelíes. La Campaña ejerce una resistencia no violenta, representa legítimamente los intereses de los palestinos afectados por la construcción del muro, y se ha ganado el reconocimiento y el respeto internacional por su comprometida labor.

Su trabajo, además, se encuentra protegido por el derecho internacional, ya que la llamada Declaración sobre los Defensores de Derechos Humanos (Declaración sobre el derecho y el deber de los individuos, los grupos y las instituciones de promover y proteger los derechos humanos y las libertades fundamentales universalmente reconocidos), aprobada por la Asamblea General de Naciones Unidas en el año 1999 (Resolución 53/144), impone a los Estados miembros de Naciones Unidas el compromiso de respetar ampliamente y evitar todo tipo de interferencia en las actividades de aquellos que dedican sus iniciativas a la protección y promoción de los derechos humanos de otros. Este es el caso de la campaña "Stop the Wall".

No obstante ello, la Campaña Stop the Wall sufrió en la madrugada del 8 de mayo pasado el allanamiento de la sede por parte del ejército israelí. Se denunció, entre otros abusos, que las fuerzas llegaron a la oficina de Ramallah en 10 jeeps militares e ingresaron violentamente a la oficina, llevándose ordenadores, y otras herramientas de almacenamiento de datos, fotos y todo lo concerniente al trabajo lleva a cabo esta organización.

Este tipo de acciones, sin que implique interferencia en los asuntos internos del Estado de Israel, deben ser repudiadas.

Ahora bien, para ser acordes con la realidad, no debemos dejar de mencionar que el Estado de Israel ha sistemáticamente desoído los llamados de los Palestinos, pero también las sucesivas recomendaciones de la comunidad internacional. Recientemente, Sr. Presidente, elevé un proyecto de Declaración a esta Honorable Cámara de Diputados para rechazar la decisión del Estado de Israel de quitar todo tipo de contacto, colaboración y cooperación con el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas con motivo de la decisión de dicho órgano de crear una comisión investigadora independiente que estudie el impacto de los asentamientos judíos en los territorios de Cisjordania.

Por otra parte, en el año 2009, Israel también le quitó colaboración a otra comisión investigadora, la llamada Comisión Goldstone, un órgano de investigación creado por el Consejo de Derechos Humanos para investigar los incidentes bélicos ocurridos en la franja de Gaza en diciembre de 2008. Esta Comisión, no obstante, en base a testimonios recogidos en otros países, concluyó que aunque el Hamas había cometido actos censurables desde el punto de vista del derecho internacional, había sido el Gobierno de Israel el que mayoritariamente había cometido crímenes de guerra y posibles crímenes de lesa humanidad.

Sr. Presidente, en este contexto de virtual desacato del derecho internacional por parte del Estado de Israel, es que el rol de quienes defendemos los derechos humanos cobra especial importancia, aún cuando nos encontremos territorialmente alejados. La equidistancia y la omisión, cuando son sistemáticas, pueden habilitar groseras violaciones derechos humanos, y sobran los ejemplos en nuestra historia contemporánea al respecto (recordemos el genocidio en Ruanda). Sin que implique una acción de intervención en los asuntos internos de los Estados, debemos no obstante, y por ello, tener los ojos y los oídos bien abiertos, y hacer escuchar los valores que defendemos, y que defiende el Estado Argentino, cuando seamos testigos de hechos de

esa naturaleza. Lo sucedido con la Campaña Popular Palestina contra el Apartheid Wall Campaign nos pone frente a esa situación.