La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Expresar repudio ante las maniobras antiestatutarias ocurridas el 14 de marzo del corriente año en las elecciones a delegados de la planta que la empresa General Motors posee en la localidad de Alvear, departamento Rosario, provincia de Santa Fe, maniobras tendientes a favorecer que salgan electos los candidatos designados por la dirigencia del SMATA (Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor). Asimismo, expresar acompañamiento al pedido de los trabajadores para que se realicen nuevas elecciones con las garantías democráticas suficientes y que sea respetada la voluntad de los mismos. Repudiar cualquier accionar que viole los derechos a la libertad sindical de los trabajadores, como así también la agresión física a uno de los candidatos opositores, tal como se evidencia en este caso a partir de las denuncias de los trabajadores.

Señor presidente:

Traemos a consideración de este cuerpo un proyecto de resolución que tiene por objeto repudiar las maniobras antiestatutarias ocurridas en las elecciones a delegados de la empresa General Motors de la localidad de Alvear, en la Provincia de Santa Fe. Estos hechos, ocurridos el 14 de marzo del corriente año, vienen siendo denunciados por un sector de los trabajadores de esta empresa ya que la conducción del gremio (SMATA), realizó estas maniobras a fin de que los delegados que finalmente resulten electos sean los afines a la actual conducción del gremio y no los verdaderamente elegidos por los trabajadores como sus representantes.

Estas actitudes discriminatorias y persecución sindical a quienes quieren representar los intereses de los trabajadores no son nuevas. Tras las anteriores elecciones de delegados ocurridas en 2012 (se realizan cada dos años), a principios del año siguiente fueron despedidos una veintena de trabajadores entre ellos quienes se habían presentado como candidatos a delegados y no resultaron electos, así como fiscales y trabajadores que tenían estrecha relación con los delegados opositores electos.

En ese momento los trabajadores despedidos denunciaron la persecución ideológica y sindical imperante en esta empresa y estos hechos quedaron asentados en denuncias realizadas ante el Ministerio de Trabajo de la Provincia de Santa Fe. Asimismo, en esa oportunidad el Concejo Deliberante de Rosario votó por unanimidad el repudio a los despidos. También adhirieron a la campaña una gran cantidad de organizaciones y personalidades políticas, sociales, sindicales y de Derechos Humanos.

La dirigencia del SMATA no inició acciones legales para defender a los trabajadores por persecución y actitudes discriminatorias, en el marco de la ley Antidiscriminatoria N° 23.592. Otro hecho que demuestra la persecución gremial es el juicio que General Motors inició a Germán Tonero en el año 2010 por diversas causas intentando conseguir el desafuero del delegado.

Estos antecedentes de persecución se ven profundizados en el proceso pre-electoral de elección de delegados a principios del corriente año, y cuenta con el agravante de que por los despidos del año 2013 muchos trabajadores tienen temor no sólo de presentarse como candidatos de la oposición sino también de ser fiscales, ante la posibilidad de pasar a integrar las listas de despedidos que confecciona la conducción del SMATA con todos aquellos que se oponen a su gestión. Por esta causa los candidatos independientes llegaron a las elecciones sin fiscales, salvo Germán Tonero. Otro de los candidatos, Sebastián Romero solicitó ser su propio fiscal pero este derecho le fue denegado por la junta electoral.

Según denuncian los trabajadores, unos días antes de la elección se realizó una reunión con todos los candidatos a delegados en la sede del SMATA Rosario. En ella uno de los candidatos manifestó que había recibido amenazas telefónicas. Otro de los candidatos Sebastián Romero (militante del FIT y del PSTU) fue amenazado por uno de los dirigentes del SMATA que le dijo: "si tu partido sigue tirando volantes en la puerta de la fábrica los vamos a cagar a tiros".

A estas gravísimas denuncias realizadas por los trabajadores, debemos agregar los detalles de lo ocurrido el día de la elección: los lugares donde se llevaron a cabo los comicios (se vota por sector) no cumplían con los requisitos mínimos para garantizar que las mismas se desarrollaran con normalidad, además de que las autoridades de mesa y la urna estaban ubicadas en locales que se cerraban en algunos casos con llave, haciendo que entre votante

y votante sólo las autoridades de mesa designadas por la junta electoral estuvieran en contacto con la urna. Esta anormalidad que se repitió en todos los sectores fue notificada al veedor del Ministerio de Trabajo de la Nación, pero éste se negó a recibirla. De la misma manera reaccionó cuando el candidato a delegado Sebastián Romero le comunicó que no le permitían ser su propio fiscal.

En el caso particular del sector Welding la situación fue más escandalosa. Por el número de votantes se decidió suspender la elección a mediodía y reanudarla a las 15 hs. Sin embargo las autoridades de mesa y miembros de la Junta Electoral ingresaron en el lugar de votación unas horas antes y se encerraron con llave. Ante esto Sebastián Romero intentó localizar al veedor del Ministerio pero no pudo hacerlo. Luego fueron arribando al lugar varios integrantes más del sindicato y le dijeron en forma amenazante: "¿Querés ver si está todo normal?". Estos hechos fueron comunicados finalmente al veedor que llegó cuando estaba por comenzar el escrutinio, pero siguió firme en no aceptar ningún tipo de reclamo. El veedor debería estar desde el inicio del acto eleccionario y no solo cuando se escrutaban los votos, para garantizar la transparencia de todo el acto eleccionario.

Ante esta seguidilla de maniobras violatorias de los derechos de los trabajadores, el resultado de las elecciones era cantado: salieron electos delegados sólo aquellos que estaban ligados a la directiva del SMATA. Está plenamente demostrada la connivencia entre la conducción oficial del SMATA, la gerencia de General Motors y el Ministerio de Trabajo para evitar la real participación democrática de los trabajadores en la elección de sus representantes.

Al igual que en anteriores oportunidades, algunos delegados independientes y trabajadores denunciaron estos hechos reclamando la convocatoria a nuevas elecciones. Estas denuncias fueron respondidas por parte de la conducción del gremio con agresiones físicas, amenazas y calumnias contra los trabajadores opositores, en particular contra el trabajador German Tonero, candidato a delegado del sector Ensamble, quien fuera candidato a Diputado Nacional por el FIT en las últimas elecciones.

Entendemos que este accionar discriminatorio y patoteril de la conducción del gremio debe ser repudiado, a la vez que expresamos nuestra solidaridad con los trabajadores perseguidos, quienes en defensa de la libertad sindical y con el objetivo de ser electos como verdaderos representantes de los intereses de los trabajadores y no representantes de los intereses patronales, como es el caso de la conducción del SMATA, se exponen a fraude, agresiones, persecuciones y hasta al despido, violando la Ley de Asociaciones Profesionales, la legislación antidiscriminatoria y las resoluciones de la OIT sobre la materia.

Otra situación en cuanto a la vulneración de los derechos a la libertad sindical se vivió en el mes de febrero del corriente año con los trabajadores de la empresa metalúrgica Liliana S.R.L., de la localidad de Rosario en la Provincia de Santa Fe. En esa oportunidad fueron despedidos en forma discriminatoria 12 trabajadores que cumplían un rol como delegados de hecho y referentes y que habían empezado a organizarse el pasado año por el pase a planta permanente y el fin del fraude laboral. Los despidos fueron claramente una represalia por organizarse por sus justas demandas, en una empresa que además hace 63 años no permite la elección delegados. El proyecto presentado en esta cámara en solidaridad con los trabajadores de Liliana S.R.L. da cuenta de esta situación (Expte 0499-D-2014).

Rechazamos firmemente este accionar y nos ponemos a disposición de los trabajadores de General Motors, acompañando su pedido para que se realicen nuevas elecciones con las garantías democráticas suficientes para que se respete la voluntad de los trabajadores.

Por las razones expuestas solicitamos la aprobación del presente proyecto de resolución.