La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Solicitar al Poder Ejecutivo Nacional:

1) La inclusión en el Comité Coordinador Nacional de la pandemia por Gripe A H1N1, de las Asociaciones de Trabajadores de la Salud, con representación a nivel nacional y de las Organizaciones de la Sociedad Civil que tengan representación a nivel nacional, de acuerdo a la modalidad que resulte operativa para la formulación de políticas, estrategias y prácticas de prevención, atención y de comunicación en relación a esta problemática.

2) Las acciones necesarias para que, en el ámbito del Consejo Federal de Salud, promueva la inclusión de las Asociaciones de Trabajadores de la Salud en los Comités de Crisis o Coordinadores de la Pandemia a nivel jurisdiccional y en los Comités de Crisis hospitalarios y otros establecimientos de atención de la salud, de acuerdo a la modalidad que resulte operativa para la formulación de políticas, estrategias y prácticas de prevención, atención y de comunicación en relación a esta problemática.

Señor presidente:

El Proyecto de Resolución que presentamos se sustenta en la importancia de abordar la actual pandemia por gripe A H1N1, promoviendo la participación de todos los actores involucrados.

Consideramos que las situaciones de emergencia en salud, requieren una conducción precisa y consensuada que pueda transmitir un mensaje claro y oportuno al conjunto de la población.

Esta necesidad se ve potenciada ante el desarrollo reciente de una pandemia, que suma a conocimientos previos sobre determinantes de salud- enfermedad, grupos poblacionales vulnerables, políticas, estrategias y acciones necesarias para el cuidado de la salud, la investigación permanente y actualizada de un virus parcialmente conocido y su impacto en el contexto socio-sanitario actual en nuestro país y en el mundo.

Desde esta perspectiva, señalamos que sin desconocer la importancia de investigar y adecuar las acciones de prevención y cuidado de la salud al desarrollo de la actual pandemia por gripe A H1N1, hay cuestiones que ya conocemos y que mantienen su vigencia, tales como la mayor vulnerabilidad a enfermar o la diferente accesibilidad al cuidado de salud según condiciones de vida, procesos de trabajo y lazos sociales.

En este contexto, esta pandemia se instala en un sistema de salud cuya situación de emergencia es estructural y en un país donde las condiciones de vida de la población y de accesibilidad al cuidado de la salud son marcadamente desiguales e injustas, ya que reafirmamos nuestra convicción que la posibilidad de transformar estas situaciones en nuestro país es posible y necesario. Es así que hemos impulsado Proyectos de Ley para modificar estructuralmente esta situación, tales como los proyectos de Ley General de Salud, Ley de Fortalecimiento Financiero de la Red Público Estatal de Servicios de Salud, Ley de Producción Pública de Medicamentos y Vacunas, Ley Nacional de Salud Mental, Ley Nacional de Asistencia Integral a las Adicciones, entre muchas otras.

Con la presentación de este proyecto, queremos hacer hincapié en la democratización de la información como una herramienta fundamental para que la comunicación y las acciones propuestas en salud logren la eficacia deseada.

En este marco, consideramos que los trabajadores de la salud tienen un rol fundamental, no sólo como efectores de las políticas y acciones sanitarias establecidas por las autoridades sanitarias y el asesoramiento de expertos, sino como uno de los principales protagonistas de las prácticas cotidianas de prevención y atención de la población.

Queremos jerarquizar el rol fundamental del conjunto de los trabajadores de la salud en estas acciones. Señalamos, a modo de ejemplo, como trabajadores muchas veces precarizados y muchas veces no tomados en cuenta en su rol terapéutico, como los trabajadores de limpieza de las instituciones de salud, demuestran que su trabajo es una de las claves para la asistencia de las personas que requieren atención en dichos establecimientos. Al mismo tiempo, otros trabajadores como el personal de enfermería, son reconocidos como recurso humano crítico y sin embargo, frecuentemente no son convocados al momento de formular políticas, estrategias y acciones para atender una situación de salud de la gravedad que estamos atravesando.

En la misma línea, debemos considerar que la formulación e implementación de acciones de cuidado de la salud de los que cuidan, fundamentalmente de los trabajadores de la salud y también de otros agentes sociales involucrados, debe ser prioritaria y elaborada en conjunto con los actores involucrados.

Desde esta misma perspectiva, planteamos que la población no sólo debe acatar recomendaciones, sino que debe ser convocada a través de las organizaciones de la sociedad civil a trabajar activamente en la comunicación y en las acciones de prevención y cuidado de la salud.

La democratización del saber en salud es fundamental si queremos construir un paradigma de salud colectiva respetuoso de las personas en tanto sujetos de derecho, y no meros pacientes de un sistema autoritario o clientes de un sistema mercantilizado.

La democratización no se contradice, por el contrario, fortalece la necesidad de que cada uno asumamos la responsabilidad que nos compete, como ciudadanos, como trabajadores de la salud, como autoridades sanitarias, como legisladores, desde cada uno de los espacios en que nos comprometemos a construir un país más saludable y más justo para todos.