La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Expresar su extrema preocupación ante la desmesurada prioridad fiscal de la publicidad oficial.

Señor presidente:

Que la publicidad oficial es utilizada por el gobierno nacional de manera partidaria y asignada discrecionalmente a ciertos medios de comunicación no es novedad. Tanto los especialistas como la Justicia reclamaron varias veces una corrección al respecto. Hasta tanto, es interesante analizar el problema publicitario desde un ángulo menos estudiado: el de las prioridades que revela del Gobierno.

Debido a que los recursos siempre son finitos, y las necesidades infinitas, todo agente económico (familia, empresa o Estado) enfrenta una restricción presupuestaria. Con una cantidad limitada de dinero debe jerarquizar sus opciones y elegir en qué gastar su dinero para maximizar su utilidad. Teniendo en cuenta esta situación, resulta interesante analizar ciertos números que revelan la prioridad que asigna el Gobierno a la publicidad por sobre otros posibles destinos de los fondos públicos.

Vayamos de mayor a menor. El gasto consolidado en publicidad realizado en 2014 por la administración central rondó los $4.200 millones. Esta cifra contempla el Fútbol Para Todos, la ANSeS y Aerolíneas Argentinas, pero deja fuera a YPF y Banco Nación. El monto representa el 0,4% del gasto total del Gobierno: $1.124 millones. Comparemos esto con lo que sucede en otros países para tomar real dimensión del nivel de gasto en el rubro publicitario.

En Estados Unidos, por ejemplo, se estima que el gobierno federal y sus dependencias invirtieron en 2013 un total de US$ 893 millones en publicidad. La suma representa el 0,03% del gasto total, lo que significa que en términos comparables el kirchnerismo destinó 15 veces más dinero a publicidad que Barack Obama, quien gobierna un país con una población ocho veces mayor a la nuestra.

Las cifras son todavía más llamativas si miramos toda la película kirchnerista. Entre junio de 2003 y diciembre 2014 el gasto acumulado en publicidad del oficialismo fue US$ 2.884 millones, siendo el primer semestre de 2009 y el segundo semestre de 2013 (que hayan sido períodos electorales es pura coincidencia) los de mayores erogaciones realizadas.

Ahora, evaluemos la prioridad que reviste la estrategia publicitaria para el Gobierno respecto de algunos programas sociales. La Asignación Universal por Hijo (AUH), una de las banderas del oficialismo, consumió en 2014 la suma de $22.115 millones, equivalente al 19% de lo destinado a la medida. Visto de otra manera, con un fútbol que no le costara un peso a cada ciudadano y algo de eficiencia a la hora de comunicarse, el Gobierno podría tranquilamente destinar entre 3.000 y 3.500 millones extra al programa más exitoso en términos redistributivos que puso en marcha desde 2003.

Si optara por la segunda opción, implicaría para los 3,5 millones de beneficiarios recibir un pago extra anual de $994 equivalente a 1,5 asignaciones mensuales más por año.

Siguiendo la misma línea, nuestros impuestos están más focalizados en financiar medios oficialistas que en solventar los siguientes programas sociales: Seguridad Alimentaria ($3.505 millones), Conectar Igualdad ($4.112 millones) e Infraestructura y Equipamiento para Educación y Cultura ($2.182 millones), entre otros.

Por último, pensemos en el sector ferroviario. Entre 2008 y 2014 el Gobierno invirtió en trenes para pasajeros del AMBA unos US$ 1.425 millones y dedicó el 69% de ese monto luego de la tragedia ocurrida 22 de febrero de 2012 en el andén de la estación Once de la línea del ferrocarril Sarmiento, donde murieron más de 50 personas.

En el mismo período, el gasto en publicidad oficial fue de US$ 2.240 millones, un 57% más que lo destinado a trenes. Pregúntese como ciudadano qué sintió más necesario en los últimos siete años: ¿mayor información respecto de las iniciativas oficiales o tener ferrocarriles en mejores condiciones? Compare su respuesta con la prioridad que otorgó el Gobierno a cada área. El Ejecutivo consideró que era 57% más importante que la población supiera, entre otras cosas, que Aerolíneas selló alianzas con clubes de fútbol por sobre que casi la mitad de la población tuviera a disposición trenes dignos.

Para resumir, este tipo de comparaciones no hacen más que poner blanco sobre negro las verdaderas prioridades de nuestro gobierno. A la hora de elegir, prefirió destinar dinero a medios de comunicación amigos con muy poco alcance (algo contradictorio si su objetivo es comunicar ampliamente cuestiones de interés público) por sobre atender necesidades evidentes (y ¡urgentes!) de la población.

La próxima vez que vea un cartel o un corto publicitario de cualquier gobierno, ya sea nacional, provincial o municipal, recuerde que cada peso de más gastado en publicidad es un peso que falta en un hospital, en una escuela, en una jubilación y en muchos otros lugares más necesarios.

Fuente: 08-06-2015 infobae

Por todo lo expuesto, es que vengo a solicitar de mis pares la aprobación del presente proyecto.