La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Dirigirse al Poder Ejecutivo Nacional para que por conducto de quien corresponda informe sobre la bolsa presuntamente encontrada el pasado 05 de junio por una Brigada de Explosivos de la Policía Federal, en el baño privado del despacho de la Ministro de Economía, Felisa Miceli; hecho que se describe en una nota publicada en la edición del DIARIO PERFIL del 24 de Junio de 2007 titulada "La Mujer de la Bolsa".

Señor presidente:

La situación detallada en la nota "La mujer de la bolsa" publicada en la edición del día 24 de junio del DIARIO PERFIL, resulta a las claras extraña, y merece como mínimo que se brinde la información pertinente del caso.

Según la Declaración Universal de Derecho Humanos, el Derecho a la Información comprende la libertad de todo individuo de investigar, recibir y difundir informaciones de toda índole (Art. 19). En Argentina, la Constitución Nacional incorpora este tratado a través de su Artículo 75 inciso 22, y es por eso que el Derecho a la Información está reconocido aunque no exista una ley nacional que lo regule. Existen también otros tratados internacionales suscriptos por la Argentina con rango constitucional que afirman claramente este derecho, como la Convención Americana sobre Derechos Humanos (Art. 13, inciso 1) y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (Art. 19 inciso 2).

El efectivo ejercicio del libre acceso a la información pública nos permite monitorear y controlar la gestión pública, resulta necesario para la formación de la opinión y la construcción de un debate informado, posibilita la participación ciudadana en los asuntos públicos, y fomenta la transparencia en la gestión del Estado mejorando la calidad de sus instituciones. El pedido de explicación del supuesto hallazgo acontecido en el baño privado de una funcionaria pública se enmarca en la realización efectiva del derecho ciudadano citado.

Según el citado diario "El pasado martes 5 de junio, poco después de las seis de la mañana, (...) los dos hombres de la Brigada de Explosivos del Cuerpo de Bomberos de la Policía Federal subieron por el ascensor del hall de ingreso de Hipólito Yrigoyen 250 hasta el quinto piso. Como en un aburrido paso de comedia, al abrirse la puerta los esperaba el mayordomo (Miguel Lezcano, quien lleva 33 años viendo pasar ministros de Economía), dispuesto a hacer de cicerone en una recorrida que los tres conocían de memoria.(...) El mayordomo y los policías comenzaron su recorrido desde la recepción hacia la oficina privada de Felisa Miceli, a la que se accede luego de pasar por la de Mariela Pía Santarelli Goñi, su secretaria (ver croquis adjunto). El sitio parece un juego de cajas chinas: un despacho deriva a otro, más privado aún, y decorado con gusto más atento; del despacho privado de unos cuarenta metros a una especie de living, más íntimo, con un baño al que sólo accede Felisa o, claro, personas de su íntima confianza. Cuando los policías revisaron el lavabo con automático desdén, dieron con una bolsa de plástico que estaba llena de billetes. (...) En el baño de Felisa Miceli, por accidente, la Policía acababa de descubrir una bolsa de plástico con 250 mil dólares. Para ser exactos: con 140.000 dólares, 50.000 euros y 100.000 pesos, o sea, un total exacto de 241.000 dólares."

Según PERFIL: los subordinados del comisario Arturo Martínez sugirieron labrar un acta, como en efecto sucedió; y el acta luego "desapareció" de la Brigada. "La secretaria de Felisa llamó de inmediato a otra de sus secretarias (...) y ordenó casi a los gritos y con prepotencia que no debía quedar rastro alguno del hallazgo. El cono de silencio sobre el hecho pudo mantenerse con relativo éxito: el arquitecto Rubén Pierro, director técnico operativo del Ministerio, jefe del mayordomo Lezcano y responsable de una caja chica realmente bastante grande, estuvo al poco tiempo al tanto de todos los detalles, especialmente preocupado por la existencia de copias administrativas del acta policial. Los miembros de la custodia de la ministra, que ocupan una oficina dentro del edificio de Hipólito Yrigoyen, también llegaron a enterarse de los detalles del hecho, que fue confirmado a PERFIL por dos fuentes directas. La preocupación de Pierro por las copias no es menor: es la vía más rápida para la extorsión. ¿Se podrá realmente garantizar que no existieron? ¿Cuántas fotocopiadoras dispuestas a dejar constancia hay entre el trayecto del Ministerio de Economía y la Brigada de Explosivos?"

Avanzando en la nota PERFIL informa que el miércoles 20 de junio al mediodía, ubicó al ordenanza Miguel Lezcano, quien aquella mañana del 5 de junio fue testigo directo de la apertura de la bolsa; y lo consultaron sobre el tema. La respuesta del ordenanza habría sido la siguiente: "Yo trabajo acá hace 33 años. ¡Soy discapacitado! ¡Soy ciego, sordo y mudo!". Momentos después del encuentro con Lezcano, PERFIL habría recibido el llamado del arquitecto Pierro cancelando el encuentro que anteriormente habían combinado. Perfil también habría intentado confirmar la versión de lo sucedido con el vocero de la Ministro Miceli, Silvio Robles, quien habría respondido: "No...,mirá, yo no sé nada. A mí no me cuentan todo, ¿entendés? Hay cosas de las que ni me entero. Dejame llamarla... en un rato. Y te llamo." Dicho llamado no se había producido al cierre de la edición del domingo 24 de junio del corriente.

El derecho de acceso a la información es un derecho sustantivo para el pleno desarrollo de la vida democrática, en cualquier país que se precie de tal condición los funcionarios públicos tienen el deber de rendir cuentas de sus actos a los ciudadanos. Es por tal motivo que solicito a mis pares me acompañen en el presente proyecto.