El Senado y Cámara de Diputados...

Día de la acción diplomática por el restablecimiento de la integridad territorial

Argentina y la reafirmación de nuestros derechos soberanos sobre las

Islas Malvinas

Artículo1º Declárase el día 13 de diciembre "Día de la acción diplomática por el restablecimiento de la integridad territorial argentina y la reafirmación de nuestros derechos soberanos sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur, conforme a los principios del derecho internacional".

Artículo 2º Inclúyase en los programas de educación básica de las escuelas de todo el país la realización de clases alusivas a la Resolución 2065, aprobada en la XX Asamblea General de las Naciones Unidas el 13 de diciembre de 1965, por la que la comunidad internacional dio mandato a los gobiernos de la República Argentina y del Reino Unido de Gran Bretaña, con el objeto de entablar negociaciones que permitieran encontrar una solución pacífica a la disputa de soberanía sobre los archipiélagos australes.

Artículo 3º De forma.

Señor presidente:

El presente proyecto tiene por objeto instituir entre las efemérides patrias la conmemoración de la Resolución 2065 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, que significó para nuestro país el mayor triunfo diplomático sobre nuestros derechos soberanos en las Islas Malvinas y dio lugar a un proceso de negociación, lamentablemente interrumpido a raíz de la guerra de 1982.

La acción diplomática que se propone conmemorar con la aprobación de la Resolución 2065 por la XX Asamblea General de las Naciones Unidas, el 13 de diciembre de 1965, permitió lograr para nuestro país un hecho que hasta entonces había sido de absoluta imposibilidad: que Gran Bretaña aceptase negociar directamente con la República Argentina una solución pacífica de la disputa de soberanía de las islas, que siempre se había negado a reconocer.

Desde 1833, luego de la ocupación por la fuerza de nuestras Islas Malvinas, la corona de Su Majestad británica había mantenido una posición invariable, aduciendo que nada había que negociar con nuestro país, porque nada ni nadie podía poner en duda sus derechos soberanos sobre las islas.

Pero la misión argentina ante las Naciones Unidas, a cargo entonces del Embajador Lucio García del Solar, resolvió en 1965 intentar una estrategia distinta al estéril reclamo bilateral que había sido siempre rechazado por el Foreign Office (Cancillería británica).

Según recuerda nuestro ilustre representante, le cupo al gobierno de la Unión Cívica Radical del Presidente Arturo Illia, con Miguel Ángel Zavala Ortiz, al frente de la Cancillería argentina, lograr la aprobación de la trascendente Resolución 2065 de las Naciones Unidas, a partir de un planteo diplomático que se basó en un punto clave de la legislación descolonizadora de la comunidad internacional, por la que se declaraba incompatible con la Carta de la ONU el quebrantamiento de la unidad nacional y de la integridad territorial de los países (Res. 1514/V par.6). Ello fue lo que nos había sucedido al ocupar los británicos parte de nuestro territorio nacional, las Islas Malvinas, en 1833.

La nueva estrategia diplomática apuntaba también, según nos recuerda Lucio García del Solar, a lograr que la Argentina, con el apoyo de la mayoría de los estados miembros de la ONU, impulsara al Reino Unido a sentarse a negociar la descolonización de las islas. No ya a partir de la autodeterminación de sus habitantes, -lo que hubiera favorecido algún propósito de independencia - , sino por vía del restablecimiento de la unidad territorial de nuestro país recuperando las Malvinas.

"No se nos escapaba entonces - recuerda el embajador García del Solar - que el Reino Unido, sus potencias amigas y aún algunos países afroasiáticos defenderían la autodeterminación de los isleños, quienes de aceptarse sus deseos, se opondrían a la transferencia eventual de la soberanía de las Islas Malvinas a la República Argentina". Pero nuestra misión diplomática confiaba en lograr un proyecto de resolución copatrocinado por todos los países latinoamericanos, que reconociese la disputa de soberanía, reemplazase alusión alguna al deseo de los isleños por una garantía de respeto de sus intereses y promoviese contactos directos para procurar una solución pacífica. El texto fue elaborado con el discreto asesoramiento del Embajador Carlos María Velásquez del Uruguay, cuyo país tuvo un papel decisivo en las negociaciones. La Cancillería argentina dispuso entonces una vasta gestión diplomática, a través de todas las delegaciones en el exterior y las misiones permanentes de las Naciones Unidas.

A pesar del despliegue de la diplomacia británica, el 13 de diciembre de 1965, la Asamblea General de las Naciones Unidas, en su Cuarta Comisión, a cargo de los asuntos de descolonización, aprobó la Resolución 2065 (XX) correspondiente a su vigésimo período de sesiones, por 87 votos a favor y 13 abstenciones. Fue total el apoyo recibido de las delegaciones latinoamericanas, incluyendo el voto de Cuba, que estaba entonces excluida del sistema interamericano.

El Reino Unido aceptó el resultado de la votación y el consiguiente mandato de las Naciones Unidas, por el que se invita a los gobiernos argentino y británico a entablar negociaciones para encontrar una solución pacífica a la disputa de soberanía entre ambos países, teniendo en cuenta los intereses de la población de las islas.

En enero de 1966 se reunieron en Buenos Aires los cancilleres Zavala Ortiz de la Argentina y Michael Stewart de Gran Bretaña. Acordaron iniciar negociaciones directas, lo que sucedió a partir del 19 de julio del mismo año. Por desgracia para nuestra República, el Presidente Arturo Illia fue depuesto pocos días antes, el 28 de Junio de 1966. No obstante, los gobiernos posteriores llevaron adelante periódicas rondas de negociaciones diplomáticas, hasta febrero de 1982.

Para evaluar el impacto de la Resolución 2065 en el escenario internacional, los anales de la historia diplomática registran la opinión de David Thomas, Subsecretario de Estado del Foreign Office (Cancillería británica) quien dejó expresado lo siguiente:

"Con la Resolución 2065, que invitó a Gran Bretaña y a la Argentina a entablar negociaciones para solucionar pacíficamente el problema de las Falklands (Malvinas), la Argentina logró que lo que hasta ese momento era una relativamente desconocida disputa bilateral , adquiriese una dimensión internacional como para que, por vez primera, se llevasen a cabo conversaciones serias en una materia considerada hasta ese entonces por el Reino Unido no negociable" (Toward Resolution ?, Lynne Rienner Publishers Inc.,Londres,1991).

Ciertamente, nos recuerda el embajador Lucio García del Solar, como toda disputa en materia de soberanía con una gran potencia, "sabíamos que el proceso de negociación podía ser largo, como lo es de Gibraltar entre España y Gran Bretaña que aún hoy sigue negociándose. Pero lo esencial era ser pacientes, firmes en el seguimiento del reclamo y coherentes en no apartarnos de la solución pacífica comprometida ante la comunidad internacional que por eso nos había apoyado" (Conf. Rev. La Causa, Año I, Nº 1, pág 5, junio de 2006)

"Hoy sabemos-agrega más adelante nuestro ex - embajador ante las Naciones Unidas- lo que nos costó la impaciente irresponsabilidad del gobierno ilegítimo que resolvió recuperarlas por la fuerza, rompiendo con la reglas de juego que la Argentina misma había propuesto con tanta meticulosidad y respeto del Derecho Internacional. El mayor costo diplomático fue que el Reino Unido aprovechó la oportunidad para negarse, en forma absoluta y por tiempo indeterminado, a reanudar las negociaciones que le reclaman la Argentina y las Naciones Unidas"

Las Islas Malvinas nos pertenecen por ser parte integrante del territorio nacional, como lo afirma nuestra Constitución Nacional (Disposición Transitoria Primera) y al conmemorar la acción diplomática que hizo posible la aprobación de la Resolución 2065 de las Naciones Unidas, queremos apuntalar el camino de su recuperación, bajo el indiscutible principio de la defensa de la integridad territorial de todos los países, sosteniendo una clara conducta internacional.

Lograr que una potencia mundial como el Reino Unido se viese obligada por la comunidad internacional a sentarse a negociar aquello que había rehusado hacer durante más de un siglo, desde la usurpación de las Islas Malvinas en 1833, ha sido un hecho trascendente para el restablecimiento de la integridad territorial argentina. De allí que merezca recordarse como uno de los éxitos más notables de la historia diplomática de nuestro país.

Por todo ello, al conmemorar la aprobación de la Resolución 2065 de las Naciones Unidas expresamos nuestra gratitud a los hombres que hicieron posible esta acción diplomática en el ejercicio honrado de la función pública, a la vez que reafirmamos nuestro compromiso con la causa permanente e irrenunciable de la recuperación de las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur, y los espacios marítimos e insulares correspondientes conforme a los principios del derecho internacional".

Por todo lo expuesto, solicito el acompañamiento de mis pares para dar aprobación al presente proyecto de ley.