PROYECTO DE TP
Expediente 3217-D-2014
Sumario: PEDIDO DE INFORMES AL PODER EJECUTIVO NACIONAL SOBRE DIVERSAS CUESTIONES RELACIONADAS CON LA VENTA, USO Y CONTROL DE ANTIBIOTICOS.
Fecha: 07/05/2014
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 39
La Cámara de Diputados de la Nación
RESUELVE:
Solicitar al Poder Ejecutivo Nacional, que
por medio de las autoridades correspondientes, tenga a bien informar a ésta
Honorable Cámara las siguientes cuestiones relativas a la dispensación, uso y control
de antibióticos:
¿Cuál es el consumo de antibióticos por
habitante de la Argentina? Indique por años desde 2003 a 2013.
¿Existe alguna campaña para
concientizar sobre el correcto uso de antibióticos, y alertar sobre los peligros de un
uso inadecuado? En caso negativo indique la causa.
¿Existen capacitaciones dirigidas a
médicos sobre ésta temática?
¿Qué mecanismos se implementan para
controlar el correcto dispendio de medicamentos?
¿Qué área u organismo está encargado
del citado control? Indique presupuesto y dotación de personal.
¿Cuántas multas, inhabilitaciones u otras
penalidades se han aplicado ante el inadecuado dispendio de antibióticos? Indique
por años desde 2003 a 2013.
¿Se han realizados estudios para saber
las razones por las que Argentina se encuentra entre los 20 países con mayor
consumo de antibióticos por persona en el mundo?
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
Se presenta este proyecto de pedido de
informes con la finalidad de conocer con mayor detalle todo lo vinculado al dispendio
de antibióticos en el sistema de salud argentino, ante la alerta mundial existente por
el extendido uso indebido, que al restarles eficacia a éstos medicamentos constituye
un serio problema de salud publica, que podría empeorar en el futuro.
El uso indiscriminado de antibióticos está
generando nuevos tipos de bacterias resistentes al tratamiento y es una de las más
serias amenazas a la salud del planeta. El sombrío diagnóstico que comparten la
Organización Mundial de la Salud (OMS), las principales autoridades médicas de la
Unión Europea, y que corroboran recientes estudios del británico Standard Medical
Advisory Committee y una comisión especial de la Cámara de los Lores, revela las
crecientes dificultades para el tratamiento de la tuberculosis y otras enfermedades,
así como la existencia de las bautizadas "superbugs", verdaderos supermicrobios que
están "a sólo un paso de ser incurables". Esta situación incumbe directamente a la
Argentina que, según la International Markets Audit, una organización que monitorea
el mercado farmacológico mundial, se encuentra entre los 20 países de mayor
consumo de antibióticos per cápita en el mundo.
La negligencia o ignorancia de médicos y
pacientes, la indiferencia de autoridades políticas y sanitarias, y los intereses creados
de la poderosa industria farmacéutica son los principales responsables del problema.
"Si no se actúa con rapidez a nivel internacional, volveremos a la era previa a los
antibióticos cuando una operación trivial podía convertirse en un trance de vida o
muerte", indicó a Página/12 Lord Sousby, presidente de la comisión especial formada
por la Cámara de los Lores para examinar el tema.
El informe publicado este mes en Gran
Bretaña por el Standing Medical Advisory Committee demuestra la magnitud del
problema. Según el máximo órgano asesor del gobierno inglés en temas sanitarios,
anualmente se expiden unos 50 millones de recetas de antibióticos, de las cuales 18
millones son innecesarias y contraproducentes. Los epidemiólogos coinciden en que
un despilfarro similar se repite en mayor o menor medida en el resto del planeta.
"Los médicos recetan antibióticos para enfermedades de origen viral, como resfríos,
toses o dolores de garganta, contra lo cual los antibióticos son inútiles. Generalmente
lo hacen para calmar a los pacientes que vienen con una dolencia y quieren una
solución", explicó a Página/12 uno de los consultores del informe británico, el
epidemiólogo Julius Weinberg.
A esto se añade un problema científico.
En Inglaterra se calcula que la mitad de las recetas son para afecciones respiratorias,
la inmensa mayoría de las cuales son de origen viral. Sin embargo, no existen por el
momento los medios para diagnosticar de inmediato si esa tos o dolor de garganta
que motiva la consulta es de origen viral o bacteriano. El problema se agrava porque
aun cuando los médicos aciertan con el diagnóstico no siempre recetan la dosis
adecuada. Y si lo hacen, no cuentan con la oposición de los mismos pacientes, que
tienen una tendencia natural a abandonar el tratamiento apenas sienten una
mejoría.
"En todos estos casos se está
alimentando la prodigiosa capacidad de adaptación de las bacterias. Hay que recordar
que una bacteria puede dividirse cada veinte minutos y desarrollar nuevas variantes
genéticas. Si en vez de eliminarlas se las debilita porque las dosis son bajas o el
tratamiento es incompleto, se aumenta su capacidad de supervivencia", alerta
Weinberg.
Otros factores vienen estimulando esta
plasticidad y mutabilidad de las bacterias, en especial el juego de pinzas de la
automedicación y el mercantilismo farmacéutico en países donde:
* los antibióticos son de venta libre
(países asiáticos),
* las restricciones son limitadas (España,
por ejemplo),
* o los controles son laxos y en la
práctica muchas veces opera una venta semilibre, como la Argentina, Chile y otros
países latinoamericanos.
Los expertos piensan que el problema
tiene características tan globales como las crisis financieras. En la milenaria batalla
entre el organismo humano y los microbios, la explosión del turismo internacional se
ha convertido en un enemigo más que disemina nuevas variantes genéticas
bacterianas por todo el planeta.
El uso indiscriminado de una nación se
puede transformar en la enfermedad de otra que, quizás, ha actuado de modo
responsable. En una reciente conferencia de las principales autoridades médicas de la
Unión Europea en Copenhague se citó uno de los últimos ejemplos de esta
globalización de los microbios: el de una enfermedad bacteriana transmitida por un
grupo de turistas españoles a Islandia, un país que tiene una población de 241 mil
habitantes.
El fenómeno es tan antiguo como la
humanidad: algo similar sucedió durante el descubrimiento de América. Pero hay
signos visibles y cada vez más alarmantes de la celeridad con que está ocurriendo
este proceso. Una de las enfermedades que se creía que pertenecía al pasado, la
tuberculosis, se ha convertido durante esta década en un creciente problema
sanitario mundial. Los "superbugs", supermicrobios conocidos como MSRA, florecen
en los hospitales europeos y se han mostrado resistentes a la mayor cantidad de
antibióticos. En algunos casos, como en España y Gran Bretaña, las autoridades
debieron cerrar temporariamente los servicios de emergencia de algunos hospitales
para erradicar el "superbug".
En Estados Unidos se calcula que uno de
cada diez casos de infección con una bacteria denominada pneumococcus que causa
neumonía, meningitis e infecciones de oído, es resistente a la mayoría de los
antibióticos. "Estamos viendo un resurgimiento global de las enfermedades
infecciosas", señala una de las máximas autoridades médicas de Estados Unidos,
David Satcher. Según la conferencia de Copenhague, si en un plazo máximo de 20
años no se revierte esta situación, los antibióticos dejarán de ser efectivos.
El mensaje de la OMS, la Unión Europea
y de los dos documentos que se publicaron en Gran Bretaña este año no se reduce a
encender la luz de alarma. El remedio que proponen es el mismo: campañas
educativas para médicos y pacientes. "Los médicos deben resistir la tentación de
satisfacer al paciente dándole algo para dejarlo contento. Los pacientes deben dejar
de presionar a los facultativos para que los receten", puntualiza Weinberg. La
investigación científica, que en la mayoría de los casos va de la mano de la industria
farmacéutica, es otro de los caminos.
En Estados Unidos, la producción de
remedios para combatir enfermedades infecciosas viene aumentando anualmente. La
aplicación de la robótica y los equipos de alta velocidad permiten a los investigadores
imitar la velocidad de reproducción de las bacterias poniendo a prueba a miles de
compuestos en un solo día. Y, como en otras áreas, la revolución genética ofrece
grandes esperanzas de que conocidas las llaves maestras de las bacterias --sus
secretos genéticos-- se podrá dominarlas.
También es necesario saber, como
indica el punto 7 de éste proyecto si el posicionamiento de nuestro país como uno de
los 20 de mayor consumo por habitante de antibióticos se debe a una sobre-
dispensación o tiene que ver con otras causas.
Por todas éstas razones, invito a mis
pares a acompañar el presente proyect
Firmante | Distrito | Bloque |
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BIANCHI, IVANA MARIA | SAN LUIS | COMPROMISO FEDERAL |
Giro a comisiones en Diputados
Comisión |
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ACCION SOCIAL Y SALUD PUBLICA (Primera Competencia) |