La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:

Su beneplácito por la baja del 1,5 por ciento que registró la canasta básica de alimentos en el mes de Mayo de 2006, convirtiéndose en la mayor reducción en los últimos tres años, según los datos suministrados por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC).

Señor presidente:

La crisis económica que a fines del año 2001 estalló en nuestro país como consecuencia de las erráticas y perjudiciales políticas instrumentadas durante la década del 90 y el inicio del nuevo siglo, provocó entre otras cosas una gran caída del ingreso de nuestros trabajadores y, en consecuencia, un enorme detrimento de la calidad de vida de todos los argentinos.

Sin embargo, el gran cambio de política llevado adelante en estos últimos años, promoviendo las actividades productivas nacionales, el comercio exterior y la recuperación de la dignidad nacional en su conjunto, están dando como resultado un notable incremento en las variables económicas que los datos estadísticos confirman fehacientemente.

Según los datos suministrados por el INDEC, se registró una baja del 1,5 por ciento en la canasta básica de alimentos en el mes de Mayo de 2006, convirtiéndose en la mayor reducción en los últimos tres años. La evolución de la canasta básica de alimentos es el índice que se utiliza para medir a cuánto deben ascender los ingresos que necesita una familia tipo (dos adultos y dos niños) para no caer por debajo de la línea de indigencia. Con los datos del mes de Mayo de 2006, el ingreso necesario para que una familia no sea considerada como indigente se ubicó en 391,53 pesos frente a 397,07 que se requerían el mes anterior. La baja en la canasta de alimentos de Mayo se suma a la que se había producido en el mes de Abril (- 0,7 %), con lo que en los primeros cinco meses del año acumulan una suba de un 1,6 % contra el alza de la inflación general que en 2006 llega a un 4,4 por ciento.

Si a esto le sumamos los datos de crecimiento de las actividades productivas y del comercio exterior, podemos estar en condiciones de afirmar que la Argentina está nuevamente de pié en el plano económico, aunque a la vez somos concientes que aún falta mucho para alcanzar la meta de ser el país que todos deseamos. Y si bien ya nos estamos acostumbrando al crecimiento económico y a las estadísticas alentadoras, no debemos soslayar la importancia de estos aciertos en materia de política económica que traen beneficios largamente esperados por todos los argentinos. Es por ello que solicito a mis pares la aprobación del presente Proyecto de Declaración.