La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:

Expresar su repudio al golpe de estado llevado a cabo contra el presidente constitucional Manuel Zelaya Rosales y su solidaridad con el pueblo de Honduras.

Señor presidente:

Por medio del presente, se solicita ésta Honorable Cámara exprese su repudio al golpe de estado llevado a cabo contra el presidente constitucional Manuel Zelaya Rosales y su solidaridad con el pueblo de Honduras.

Como es de público y notorio conocimiento el pasado domingo 28 de junio del corriente año en las primeras horas de la mañana, un grupo de militares fuertemente armados irrumpió en el palacio presidencial, capturando a su legítimo presidente trasladándolo a una base aérea militar situada en el sur de Tegucigalpa y luego a la capital de Costa Rica, San José.

Asimismo, de conformidad con lo informado por la prensa escrita especializada, al menos ocho ministros del gabinete de Zelaya fueron detenidos por los militares, entre ellos la canciller, Patricia Rodas, quién fue trasladada a una base de la fuerza aérea hondureña. Atento lo revelado por el embajador de Venezuela, al momento de su detención la canciller se encontraba con los embajadores de Cuba, Venezuela y Nicaragua quienes denunciaron haber sido "retenidos" y "golpeados" por "militares encapuchados".

El nefasto golpe de estado realizado en el hermano país de Honduras, provocó conmoción y fuertes repercusiones, tanto en la comunidad regional como internacional.

En consonancia con lo expuesto, el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, convocó a una reunión extraordinaria a los países latinoamericanos que integran la Alianza Bolivariana para las Américas (ALBA) a la cual asistieron los mandatarios de Venezuela, Ecuador, y Bolivia, además del propio Zelaya y dicha cumbre concluyó en el reconocimiento de Manuel Zelaya Rosales como el presidente legítimo de Honduras, manifestó su solidaridad con el mandatario derrocado y anunció el retiro a sus respectivos embajadores de Tegucigalpa.

Por su parte, la Asamblea General de las Naciones Unidas se reunió en Nueva York y pidió la inmediata e incondicional restauración del presidente Zelaya Rosales al poder y el regreso al orden democrático y constitucional.

En el mismo sentido, la Organización de los Estados Americanos (OEA) se reunió en Washington y se decidió que varios mandatarios de la región acompañen a Zelaya Rosales en su regreso al país y en lo que los representantes de los países miembros de la Unión Europea (UE) respecta, estos adelantaron que no reconocerán al nuevo presidente hondureño, Roberto Micheletti, y que no mantendrán contactos oficiales con Honduras hasta que su legítimo presidente no sea restituido a su cargo.

Los gobiernos de Estados Unidos de América, Brasil, Italia, Rusia y el mandatario de México, Felipe Calderón, que temporalmente preside el Grupo de Río; se sumaron a la ola de condenas contra el golpe de estado, afirmando la prioridad inmediata de que Honduras restaurare su orden democrático y constitucional.

A todas luces el derrocamiento de Manuel Zelaya Rosales constituye una conducta ostensiblemente reprobable, ilegal al tratarse de un mandatario elegido democráticamente con mandato vigente. El solo atisbo de considerar a los golpes militares como una forma de transición política en lugar de elecciones democráticas, constituiría un grave precedente y significaría un retroceso al pasado.

La violación al sistema democrático hondureño; el derrocamiento del gobierno legítimamente constituido de Manuel Zelaya Rosales, merece la más enérgica condena por parte de ésta Honorable Cámara por lo que solicito a mis pares la aprobación del presente proyecto de declaración; solicitando, asimismo, se exprese su solidaridad con el pueblo hondureño.