La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Expresar su adhesión a la candidatura al Premio Nobel de la Paz de la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo.

Señor presidente:

La Asociación Abuelas de Plaza de Mayo fue nuevamente nominada al Premio Nobel de la Paz, y dicha candidatura fue aceptada por el Comité Noruego del Nóbel. Las adhesiones resultan de suma importancia para que se reconozca la incansable labor de las Abuelas en pos de la recuperación y vigencia del derecho a la identidad en el plano nacional e internacional.

Abuelas de Plaza de Mayo es una organización no-gubernamental de Derechos Humanos con una historia de treinta y tres años de lucha y trabajo en defensa y promoción de los derechos humanos. Desde 1977, su finalidad es localizar y restituir a sus legítimas familias todos los niños secuestrados, desaparecidos durante la represión que tuvo lugar en la República Argentina durante la última dictadura militar, y crear las condiciones para que nunca más se repita tan terrible violación de los derechos de los niños, exigiendo castigo a todos los responsables.

Las Abuelas, participaron activamente en la elaboración del proyecto de ley del Banco Nacional de Datos Genéticos de familiares de niños desaparecidos; proyecto sancionado en mayo de 1987 como ley 23.511. Esta ley garantiza las condiciones para que se prosiga con la tarea de identificación de los nietos desaparecidos, incluso aún cuando sus abuelas hayan fallecido.

En el plano internacional, el aporte de Abuelas a la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño y el Adolescente, con la incorporación de tres artículos (7º, 8º y 11º) que garantizan el Derecho a la Identidad es un logro trascendente.

Esta larga y dolorosa lucha llevada a cabo por las Abuelas, junto con los invalorables aportes de científicos e investigadores y la permanente colaboración de la ciudadanía que acerca datos y denuncias, ha dado como resultado la resolución de más de cien casos de identificación de niños y niñas sustraídos a sus familias. El último caso, el del nieto número 101, fue el de Francisco Madariaga Quintela, develado en febrero de este año.

Con su lucha incesante las Abuelas de Plaza de Mayo demostraron que desde el dolor se puede reconstruir, y además se puede dejar un legado por la paz y la justicia a la sociedad, tanto para la Argentina como para la comunidad internacional, para que nunca más sea posible tanto horror.

Por todo ello, pongo este proyecto a disposición de mis pares solicitando su apoyo.