La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Rendir homenaje al General Manuel Belgrano, creador de la Bandera Nacional, héroe de la independencia, al cumplirse 145 años de su nacimiento el día 3 de Junio de 2015, recordando su carácter de hijo de inmigrantes italianos, por lo cual ésta cámara instituyó en 1995 el "Día del Inmigrante Italiano"

Señor presidente:

Hace 145 años nacía Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano en el 430 de la calle de Santo Domingo, en el centro de Buenos Aires, que ahora lleva su nombre.

Fue criado en la ciudad y educado en el Colegio San Carlos, ahora Colegio Carlos Pellegrini; con 16 años fue enviado a España para completar sus estudios a Salamanca y Valladolid, allí estudió leyes y gracias a su gran capacidad obtiene un permiso especial del Papa Pío VI para leer a humanistas como Rousseau, quienes le inculcaron las ideas de libertad, igualdad y fraternidad. Vuelto a las Provincias Unidas, con 24 años sería designado Secretario del Consulado y -atado por las rígidas leyes españolas- desarrollaría más que tareas de comercio una importante gesta por la educación de la nación que amanecía. Más tarde, ya con 36 años tendría participación en la resistencia a las invasiones inglesas y de a poco iría aprendiendo algo de táctica militar, que le sería útil para defender las Provincias Unidas del asedio realista luego de 1810, declarada ya la independencia.

Su voluntad férrea, que le permitió combatir pese a terribles padecimientos de salud, fue definitoria para los triunfos iniciales de Tucumán y Salta, para convencer a todo el pueblo jujeño a que abandone sus propiedades y deje tierra arrasada y también para sobreponer a su tropa luego de las derrotas de Vilcapugio y Ayohúma. Lo contaba Ernesto Sábato años atrás en una columna de opinión de un diario nacional: "Lo veo reuniendo su tropa entre la nieve, ese generalito pequeño, delicado como una niña. Lo veo levantar la bandera y decirle a lo que queda de su tropa, uno por uno, 'no tienen obligación de seguirme, yo partiré ahora, y si por desgracia me abandonan, moriré solo, con este fusil y esta bandera, para salvar el honor de nuestra patria' ...y lo siguieron".

Rendimos nuestro homenaje al patriota, creador de la bandera, fundador de escuelas, promotor de la agricultura y de la plantación de árboles en la alborada del nacimiento de la patria, pero agregamos a la celebración el hecho de que en 1995 el Congreso de la Nación por iniciativa de esta cámara conmemora este día como el día del inmigrante italiano en nuestro país.

Y es que Manuel Belgrano era hijo de un inmigrante italiano, Domenico Belgrano Peri, y de una argentina nacida en Santiago del Estero, María Josefa González Casero. Doménico era comerciante, y había nacido en Oneglia, luego llamada Imperia, en la Liguria italiana, en donde luego nacería también Edmundo de Amicis.

Domingo Belgrano Pérez, tal fue su nombre adaptado al idioma castellano, recaló en Cádiz y allí consiguió la autorización del Rey de España para establecerse en el Virreynato del Río de la Plata. Así fue como comenzó a crear su provenir, como un siglo después lo empezarían a hacer sus "paesanos" en nuestra tierra, ya independiente y con nombre propio Argentina.

La inmigración, que comenzó tímida a mediados de siglo XIX a partir de la creación de la Colonia Esperanza en Santa Fe, se iba a transformar en un poderoso motor del desarrollo productivo nacional antes de que la centuria terminara, y la componente italiana en la proveniencia de los emigrantes se iba a distinguir por sobre el resto de las naciones que llegarían a nuestra patria, llenando de historias y poesía nuestra cultura. Como "Nostalgia" de José Pedroni

"Del gran valle del Po salían en hileras.

A Santa Fe de oro llegaban por la siega.

Junto a la casa sola pasa la gente nueva;

junto a mujer y hombre cercados por la tierra.

El es el que la mira y la que canta es ella.

Todos los años canta su canción pasajera:

-Abramos las ventanas. Ya vienen los 'linyeras'.

Por los caminos vienen a la trilla y la quema.

Estoy en la ventana. Deténgase quienquiera.

Pídame pan, y coma; pídame casa, y duerma."

Los linyeras, que no fueron los excluídos del sistema sino varias décadas después, ya avanzado el siglo XX, eran esos inmigrantes italianos que llegaban para las labores en el campo y luego se iban. Poco duró ese vaivén: se fueron aquerenciando cada año un poco más, hasta que dejaron el atado que llevaban -la "linge", es decir, su lencería, mudas elementales y ropa de cama- y la mayoría dejó de llamarse de aquella manera para ser, decididamente, colonos. Y pasaron a entender en la vida nacional, a luchar porque se respete su participación en política y a hacer paros y movilizaciones para hacer escuchar a los brazos del campo en la ciudad: la fuerza productiva que estaba moviendo la economía del país comenzaba a tener voz.

Así nació la Federación Agraria, de la voz primera del inmigrante, mayoritariamente italiano, que se alzó en grito desde el sur de Santa Fe y resonó en todo el país. Y no fue sólo un Grito el de Alcorta, fue mucho más: un reguero de pólvora que en tres meses había paralizado la siembra y comprometido la capacidad productiva del núcleo central de las tierras más ricas del país.

Mucho le debe Argentina a la inmigración italiana, mucho le ha dado nuestro país a aquellos italianos humildes y hambrientos de trabajo que llegaban en oleadas de los más pequeños pueblos de Italia a las ciudades más grandes.

Los apellidos italianos se mezclan con nuestra historia moderna, y su sonoridad tan especial vibra en apellidos ilustres que han hecho historia en Argentina en diferentes campos, como la ciencia, el deporte, la política, la salud, y por supuesto, la mano de obra que construyó incansablemente la base de industrialización de nuestras fábricas en la industria liviana.

Consideramos entonces necesario agregar nuestra palabra, proveniente de Santa Fe, del corazón productivo de la Argentina, de aquél pueblo en donde nació la rebelión, a este homenaje a los y las inmigrantes que marcaron claramente el camino del desarrollo nacional.

Por todo lo expuesto es que solicitamos a los integrantes de esta Honorable Cámara de Diputados que nos acompañen en la aprobación del presente proyecto.