La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:

Su más enérgico repudio a los hechos acontecidos el día 25 de Junio de 2007 en la localidad de Mataderos luego del partido de fútbol que disputaran los clubes Tigre y Nueva Chicago que provocaron la muerte al Señor Marcelo Cejas como consecuencia de indiscriminados actos de violencia, e Instar al Poder Ejecutivo a profundizar la investigación del hecho mencionado hasta las últimas consecuencias con el fin de castigar merecidamente a los culpables, y determinar la responsabilidad si la hubiere, de los encargados de la seguridad y organización, así como también promover las acciones necesarias para impedir la continuidad o comienzo de cualquier campeonato o torneo de fútbol de las categorías que se determinen hasta tanto la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) asegure fehacientemente el efectivo cumplimiento de las normas de seguridad establecidas para dichos espectáculos deportivos en adelante y sancione concretamente a los responsables de organización de los operativos de seguridad y a los clubes involucrados que tuvieron incidencia en lo ocurrido.

Señor presidente:

Es inaceptable que hechos de esta naturaleza sigan ocurriendo alrededor del fútbol en nuestro país. Es necesario tomar cartas en e asunto en forma inmediata y sin concesiones con aquellos promotores y promotores de la violencia, los cuales sin tapujos, no solo agraden y provocan desmanes sino que lisa y llanamente asesinan impunemente.

A los 38 minutos del segundo tiempo del partido que jugaron Tigre y Nueva Chicago en la localidad de Mataderos, el alambre había sido roto en varios sectores de las tribunas locales (la del costado y la que está atrás de un arco) y eran muchos los que amenazaban con entrar. De pronto comenzaron a llover piedrazos contra el banco de Tigre. Proyectiles de un gran tamaño, que afortunadamente no impactaron a ningún miembro del cuerpo técnico, auxiliares o suplentes. Por eso el encuentro tuvo una interrupción y luego volvió a reanudarse. Cuando se jugaba el cuarto minuto de los seis de descuento, Navarro Montoya le cometió penal a Martín Morel. El propio Morel se preparaba para ejecutarlo, pero no pudo. Porque hinchas locales invadieron la cancha y el jugador de Tigre tuvo que salir disparando al vestuario, igual que sus compañeros. Muchos hinchas fueron directo hacia los futbolistas de Nueva Chicago y los despojaron de camisetas, shorts y botines. Pero otros barras ingresaron con otra misión: atacar a los hinchas de Tigre. Alambrado de por medio, les tiraron todo lo que encontraron: carteles de publicidad, bancos, arcos y también hubo golpes de puño y palazos. La Policía (350 efectivos) no intervino, estaba totalmente desbordada. Se intentó utilizar la manguera de los bomberos, pero no había presión de agua. El combate, literal, se extendió por varios minutos.

Finalmente la policía desalojó a bastonazos a los hinchas visitantes. Los últimos en salir, mayoría de ancianos, mujeres y chicos, la pasaron realmente mal. La guerra continuó afuera. Salieron los locales y en varias calles de Mataderos hubo focos de pelea, piedrazos, desmanes, balas de goma, gases lacrimógenos. Allí en el desbande, fue golpeado con un fuerte piedrazo en el cráneo el hincha, de 41 años, que murió. Fue trasladado al Hospital Santojani y allí falleció.

Los micros que llevaban a los hinchas de Tigre en vez de salir por el camino habitual hacia General Paz, fueron conducidos por Coronel Cárdenas. Por esa zona no quedó un coche o un frente de vivienda o negocio indemne. Uno de esos micros fue interceptado, por barras de Chicago que fueron en su busca tras derribar la puerta que debía permanecer cerrada por 30 minutos en Corrales al 7.000 y terminó completamente incendiado.

El último ataque ocurrió en la Avenida General Paz y Corrales, sorprendiendo y asustando a los desprevenidos automovilistas que quedaron en medio de violentos intercambiando piedrazos.

Además hubo 11 civiles y 3 policías heridos (un hincha, Alejandro Castro, fue operado de fractura expuesta en una mano), y 78 detenidos.

Mientras tanto la AFA convoca a Congresos para "solucionar el problema de la violencia en el fútbol". Evidentemente la organización y promoción por parte de la Asociación del Fútbol Argentino para solucionar este flagelo, dista mucho de ser efectiva.

La gestión de la AFA, además de no ser efectiva, elude permanentemente responsabilidades. Recordemos el hecho acontecido el 30 de noviembre de 1996 y cuya víctima fue Hugo Arnaldo Mosca, un chofer que trasladaba a periodistas el cual declaró entonces: "Se armó una batahola y lo de siempre. Me tiraron una piedra y perdí el 80 por ciento de la visión del ojo izquierdo; después de eso, con la falta de visión del ojo, las operaciones, no pude trabajar más". Al respecto, la Corte Suprema falló en contra de la AFA ordenando indemnización a la víctima y estableció que la condena se debe a que es "organizadora" y "beneficiaria" del espectáculo deportivo. Sin embargo, y teniendo en cuenta que éste hecho ocurrió en el año 1996 y que muchos hechos de violencia acaecieron desde entonces con amplia repercusión, el 16 de febrero de 2007, Julio Grondona al regresar del sorteo de la Copa América, fue entrevistado y no se hizo cargo de los graves incidentes ocurridos el día anterior en Gerli entre hinchas de Talleres de Escalada y Los Andes respondiendo "Soy responsable del Fútbol, no de la seguridad...". Vale citar que en el hecho mencionado, los barrabravas de Talleres y Los Andes sembraron el terror en las inmediaciones de la cancha de El Porvenir, los desmanes dejaron como saldo 52 heridos, dos de ellos con bala de plomo, muchos destrozos y ningún detenido. Luego se jugó el partido.

El día posterior a los hechos que motivan el presente, Marcelo Romero, fiscal de Instrucción de La Plata opinó hoy que "el Gobierno federal debería, de una buena vez, intervenir la Asociación del Fútbol Argentino (AFA)". "Es palmaria la inoperancia de esta institución frente a los innumerables hechos de violencia en los estadios. Ni siquiera se escuchan excusas originales y creativas, solamente las vetustas", señaló el funcionario.

Es el momento de tomar las responsabilidades que a cada uno le competen y darle un corte definitivo a esta situación que no solo provoca destrozos y heridos sino que también se lleva vidas y desintegra familias.

Ya son muchas las vidas que se han perdido en nuestro país y es tiempo de tomar decisiones claves que serán ejemplificadoras y permitirán dar credibilidad a las instituciones involucradas en la tan complicada responsabilidad de tomar las riendas de la seguridad y organización de eventos futbolísticos.

Por todo lo expuesto solicito el acompañamiento de mis pares a la presente iniciativa.