La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:

Que vería necesario que el Poder Ejecutivo, a través de los organismos correspondientes, efectúe una campaña para combatir la contaminación sonora, realizando los estudios estadísticos que determinen la cantidad de personas afectadas por pérdidas auditivas, y la confección de un mapa de ruido.

Señor presidente:

Toda persona tiene derecho a solicitar y recibir información sobre el estado y la gestión del ambiente y de los recursos naturales.

En las Segundas Jornadas Sobre el Ruido y sus Consecuencias en la Salud de la Población, que se realizaran en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires en agosto del 2002 se arribó a un documento donde se daba cuenta del obstáculo. "La población en general desconoce los daños que produce la exposición a elevados niveles de ruido, en nuestro organismo. La cotidianeidad de vivir con tanto ruido genera que su oído, discrimine los sonidos molestos y "tolere" el intenso ruido que lo rodea, sin saber que su organismo se está deteriorando con efectos tales como: insomnio, fatiga, falta de concentración, distracción laboral y falta de rendimiento, muchas veces provoca hipertensión y problemas cardíacos y alteraciones digestivas".

Lamentablemente, las distintas provincias no cuentan hoy con un mapa de ruido que permita determinar las áreas de mayor riesgo, clasificar las fuentes que las originan y adoptar las medidas correctivas a fin de que el ciudadano habite dentro de un nivel de ruido aceptable.

La contaminación sonora existente es aquella que es generada por el tránsito vehicular, incluyendo dentro de éste, el de carga, de transporte de pasajeros, particulares, motocicletas, ferrocarriles de superficie y subterráneos, aeronaves, sin dejar de considerar los ruidos aleatorios como sirenas de servicios de emergencias, alarmas de autos y de locales comerciales, camiones recolectores de residuos, equipos acondicionadores de aire, gimnasios, discotecas, uso indiscriminado de la bocina, etc.

También debemos tener presente el ruido ambiente. Es el sonido existente dentro de un recinto que no posee un sistema de aislación acústica conveniente, pudiendo ser las viviendas, locales de esparcimiento y lugares donde se desarrollan actividades laborales. En estos casos, es necesario realizar una correcta aislación de ruidos, y en caso de estar en un ámbito laboral ruidoso, como lo es una fábrica textil, imprenta, metalmecánica, plástica etc., lo correcto es proveer al operario de protectores auditivos y obligar su uso con información concreta acerca de los daños auditivos que pueden producir la exposición prolongada a ruidos por encima de los decibeles de tolerancia.

Según la OMS., ninguna persona debe exponerse a sonidos que superen los 85 dBA. Quiere decir que toda persona que se encuentre expuesta a un ruido que supere ese valor, puede sufrir pérdida temporaria de la audición y, la prolongación en el tiempo, provocará pérdida permanente e irreversible.

Es importante tener en cuenta que los jóvenes, asiduos asistentes a las discotecas soportan 110 dBA o más, lamentablemente las consecuencias del deterioro de su aparato auditivo lo padecerán mas adelante, con pérdidas auditivas importantes que en algunos casos llegan a afectar la frecuencia de la palabra, dificultando la comunicación con otras personas, y en este caso será necesario el uso de un audífono.

Asimismo se plantean elevados niveles sonoros registrados en establecimientos escolares, sobre todo los que se encuentran cercanos a las avenidas y autopistas, en donde tanto el docente como los alumnos deben realizar un insalubre esfuerzo para mantener la comunicación.

También preocupa el ruido existente en las cercanías de los centros hospitalarios, lugares que deberían estar dentro de los 45 a 50 dBA como recomienda la OMS., ya que se trata de lugares destinados a la recuperación de pacientes.

La existencia de contaminación sonora involucra el análisis de cuantiosas pérdidas económicas tales como una mayor inversión en atención en salud, al no existir una campaña de prevención. Asimismo se pierden cifras considerables de dinero en horas no trabajadas, juicios, provisión de prótesis auditivas y la disminución del valor de la propiedad.

A través de la educación en la forma de prevención, cuidado, y de la difusión de los daños que producen en nuestro organismo cada uno de los factores anteriormente citados se permitirá mejorar la calidad de vida.

Es por todo ello Sr. Presidente solicito se apruebe el siguiente proyecto.