PROYECTO DE TP
Expediente 3055-D-2008
Sumario: PEDIDO DE INFORMES AL PODER EJECUTIVO SOBRE LA SITUACION DE LA MERLUZA COMUN - MERLUCCIUS HUBBSI - PRINCIPAL RECURSO PESQUERO DEL PAIS Y LA ADVERTENCIA DE LA FUNDACION VIDA SILVESTRE DE ARGENTINA.
Fecha: 10/06/2008
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 63
La Cámara de Diputados de la Nación
RESUELVE:
Solicitar al Poder Ejecutivo y por su
intermedio a quién corresponda, en virtud de que la Fundación Vida Silvestre de
Argentina advirtió que la merluza común (Merluccius hubssi), principal recurso pesquero del
país, está al borde del colapso por exceso de capturas, se sirva informar sobre lo
siguiente:
- ¿Si la Autoridad de Aplicación en
la materia ha considerado tal situación? De ser afirmativa la respuesta indicar ¿Cuáles
han sido o serán las medidas que al respecto se están tomando?
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
Las preguntas efectuadas
precedentemente, se fundan en que:
La Fundación Vida Silvestre de
Argentina advirtió que la merluza común (Merluccius hubssi), principal recurso
pesquero del país, está al borde del colapso por exceso de capturas.
"Hay que hacer algo ya", dijo a
Tierramérica Guillermo Cañete, coordinador del Programa Marino de la
organización.
Según el Instituto Nacional de
Investigación y Desarrollo Pesquero, en los últimos 20 años la población adulta
de merluza se redujo 70 por ciento. Las autoridades adoptaron medidas de
preservación pero fueron insuficientes, señaló Cañete.
"Se declara menos de lo que se
pesca y hay descarte", agregó, recomendando "planificar con visión de largo
plazo".
La Auditoría General de la Nación denunció este mes que las "falencias" en la
fiscalización de esta actividad llevaron a una "alarmante depredación" de la
merluza.
Argentina, como tantos otros países
de América, ha sido y es territorio arrasado en sus recursos y en este caso en
particular su recurso ictìcola.
En poco más de un siglo, fueron
aniquiladas más riquezas naturales que en toda la historia del hombre: se ha
contaminado el medio ambiente; se desbastaron millones de hectáreas boscosas;
sufrimos desmontes masivos y el suelo fue regado con tóxicos para imponer el
monocultivo como por ejemplo la soja transgénica;
Los grandes quebrachales, únicos
en el mundo, han sido aniquilados por La Forestal hace casi un siglo y por esos
tiempos también ocurrió la gigantesca depredación de lobos marinos de dos
pelos en las costas patagónicas; con el tiempo, cientos de especies animales y
vegetales fueron extinguidas. Con ello, el
capitalismo engrosó sus arcas y los
pueblos, tan explotados como la naturaleza, han sido sometidos al genocidio y la
pobreza.
En este escenario, cada tanto se
añade un rubro más a la larga lista de extinciones, hablemos hoy de otro crimen
del cual poco se comenta: la desaparición de la merluza, la especie que más
abundante, la merluccius hubbsi, lo cual tiene un serio impacto sobre miles de
trabajadores de las comunidades pesqueras y sobre la estabilidad de decenas de
pequeñas y medianas empresas.
La virtual extinción de una especie
ictícola en el Mar Argentino era hasta no hace mucho una hipótesis rayana en la
fantasía.
No olvidemos que en toda su
historia, el país se había desarrollado de espaldas al mar y al aprovechamiento de
sus recursos. Esta situación, sin embargo, cambió sustancial y abruptamente en
los años del neoliberalismo de los fines del siglo pasado.
Argentina tiene una extensión de
poco más de un millón de kilómetros cuadrados cuyos fondales se componen
principalmente de arenas. Estas características, unidas a condiciones especiales
de temperatura de las aguas y otras, generan condiciones para albergar más de
400 especies de peces, alrededor de 200 de moluscos y 90 de crustáceos. Las
reinas, las especies predominantes, fueron las variadas categorías de
merluzas.
La pesca comercial se concentraba
en el puerto de Mar del Plata con una flota semiartesanal que abastecía las
escasas necesidades del mercado doméstico dado que las exportaciones eran
absolutamente marginales. Además, el consumo de pescado por habitante en la
Argentina se mantuvo por décadas entre los más bajos del continente.
Pero con la aplicación de las leyes
del mercado, comenzó el aluvión de buques pesqueros extranjeros sobre el
Atlántico Sur. Habían exterminado especies por sobrepesca en los caladeros del
Mar del Norte y como se verificaba un persistente crecimiento de la demanda de
pescado en los países de Europa, las miradas se concentraron en la plataforma
marítima argentina.
La depredación se inició hacia fines
de los años 80 y adquirió volumen sin límites a partir principalmente de 1990.
Fue tan profunda la sobrepesca, tan
arrasadora, que en menos de una
década, en 1999, esa merluza, principal recurso del Mar Argentino, tuvo que ser
declarada en emergencia biológica.
Ya en 1994 la producción pesquera
argentina fue de 937.000 toneladas. El 77% correspondía a peces, casi todo
merluza, el 21% a moluscos y el 2% a crustáceos.
En 1999, cuando la especie fue
declarada en emergencia, la pesca había superado el millón de toneladas. Las
exportaciones de productos del mar habían crecido en poco más de un lustro en
un 384% y alcanzaban los 800 millones de dólares en 1994, superando
holgadamente al valor de las exportaciones de carne vacuna. Todo eso, sin
planes de sustentabilidad, aunque se dictaron cláusulas de protección.
La legislación vigente aseguraba un
mercado cautivo a empresas pesqueras nacionales. Así, solamente barcos de
bandera nacional podían pescar, los barcos usados no podían ser importados y
los nuevos estaban sujetos a altas tarifas aduaneras. Además, el 75% de la
tripulación debía ser argentina.
Estaban vigentes las resoluciones
de la Conferencia sobre los Derechos del Mar (vigente desde 1980) y la
consecuente delimitación de la Zona Económica Exclusiva (ZEE) que garantizó
derechos económicos de la Argentina sobre una superficie del Atlántico Sur.
Tales derechos, sin embargo, no
generaron mayores cambios en la dinámica e intensidad de la explotación
pesquera. Por lo demás, una de las consecuencias de la Guerra de las Malvinas
fue el cercenamiento de la ZEE y la aplicación en las áreas bajo control militar
británico de un régimen diferente para la pesca por parte de empresas
extranjeras.
Desde el Estado no hubo políticas
que garantizaran la sustentabilidad de nuestros recursos ictícolas. Por lo tanto,
asomó la potencia de la flota de buques congeladores, y la avaricia del capitalista
superó los límites de lo razonable. Las
modernas tecnologías hicieron que
la extinción de la merluza fuera aún más veloz.
Tanta ha sido la sobrepesca que
hoy existe un sinsentido: la capacidad de la flota pesquera de altura supera por
mucho las posibilidades que brinda el mar con tantas especies en extinción.
Comenzó a comprobarse la
desaparición de merluzas cuando a medida que avanzaba la pesca se reducía el
tamaño promedio de las piezas capturadas. Como consecuencia, en los últimos
años se ha interrumpido en gran medida la captura de merluza.
Muchos analistas pronostican un
colapso de la especie, y se señala que son escasas las posibilidades de recuperar
lo perdido. Por otra parte, la depredación sigue siendo enorme y ahora abarca a
otras especies.
Lo que se ha liquidado en
consecuencia no es poco: cálculos de especialistas dicen que con la merluza en
colapso, Argentina ha perdido el equivalente a unos 15.000 millones de dólares,
Una consecuencia inmediata es el
desempleo de aproximadamente 9.000 trabajadores ligados a la explotación y
procesamiento de la merluza: 61% en Mar del Plata y el resto en la Patagonia.
Del total, unos 5.000 hombres trabajaban en la flota.
Como la merluza se acaba, le
llegaron los turnos a otras especies. La captura de langostinos se sextuplico y hay
una invasión de buques especializados en la pesca del calamar. Actualmente, las
capturas de moluscos y crustáceos han crecido en volumen mucho más que las
de peces.
Por todas estas
consideraciones Sr. Presidente solicito a los Sres. Legisladores que me
acompañen en la aprobación del presente proyecto
Firmante | Distrito | Bloque |
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BIANCHI, IVANA MARIA | SAN LUIS | FRENTE JUSTICIA UNION Y LIBERTAD - FREJULI |
Giro a comisiones en Diputados
Comisión |
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INTERESES MARITIMOS, FLUVIALES, PESQUEROS Y PORTUARIOS (Primera Competencia) |