La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:

Que vería con agrado que el Poder Ejecutivo Nacional, a través de los organismos que correspondan, arbitre la creación de un programa de emergencia con el fin de subsidiar la recuperación de la actividad productiva pública y privada de la región andina afectada por las cenizas del complejo volcánico Cordón Caulle.

Señor presidente:

Este sábado 4 de junio nos sorprendió la erupción del Volcán Puyehue, en el complejo volcánico Cordón Caulle situado en el hermano país de Chile, cuyas cenizas están cubriendo el sur y centro de nuestro país.

De acuerdo al Servicio Nacional de Geología y Minería de Chile, su Observatorio Volcanológico de los Andes del Sur, informó que en ese complejo volcánico se registró una explosión que generó una columna de gases con una altura aproximada de 10 km y un ancho de 5 km.

Como consecuencia de esto, muchas localidades han sufrido la caída de cenizas. Si bien las ciudades de San Carlos de Bariloche y Villa La Angostura, muy próximas a ese complejo volcánico, han sido las más afectadas; la nube de cenizas se ha extendido a otras ciudades de la región, llegando incluso a la Ciudad de Buenos Aires. Por este motivo, las autoridades locales y provinciales tomaron diferentes medidas: la suspensión de clases, de servicios de la administración publica, la creación de comités de emergencias, la asistencia de bomberos, la necesidad de contar con agua potable por la contaminación que las rocas en suspensión producen, aconsejar a la población quedarse en sus casas, suspensión de vuelos y cortes de rutas, entre otras.

Nos vemos entonces, ante la caída de la actividad productiva pública y privada, por lo que es necesario asistir a los gobiernos provinciales y municipales, así como al sector privado. Las consecuencias de la inactividad que produce este hecho de la naturaleza, repercutirán en forma directa sobre los bolsillos de los asalariados y de sus empleadores. La falta de actividad económica productiva traerá falta de liquidez para el pago de salarios; y si los trabajadores no consumen, se traba el proceso de servicios y producción en una región que hoy se esta preparando para la temporada invernal, que se desarrolla con turismo local y fundamentalmente internacional.

La asistencia deberá ser lo más diversa y amplia posible, ya que son muchas las variables las que están en riesgo. Desde las reservas de vuelos internacionales y de cabotaje hasta la gastronomía y la temporada de esquí. Pero no podemos olvidar a los pequeños productores agropecuarios que sólo cuentan con sus animales para la subsistencia. Por ejemplo, en la región de la Línea Sur de la provincia de Río Negro, el ganado lanar no tendrá agua para beber ni pastos para comer, con el consiguiente peso extra y deterioro que las cenizas (arena volcánica) dejan sobre el pelo de los animales.

Por lo tanto es imprescindible una acción conjunta de todos los poderes de la Nación, para apoyar con todos los recursos necesarios, a la gran cantidad de personas que están atravesando tan delicado momento. Por eso solicito al Poder Ejecutivo Nacional, que a través de los organismos que correspondan, arbitre la creación de un programa de emergencia, con posibilidades de subsidiar la actividad productiva pública y privada, generadora de empleo y desarrollo económico. El mismo deberá ser lo más amplio posible para socorrer a todos y cada uno de los sectores que este hecho de la naturaleza trastoca y perjudica.

Por todo lo expuesto, solicito a mis pares la aprobación del presente proyecto de declaración.