PROYECTO DE TP
Expediente 3012-D-2009
Sumario: EXPRESAR RECONOCIMIENTO Y HOMENAJE A LOS PROTAGONISTAS DE "LA GESTA NACIONAL Y POPULAR DEL 17 DE OCTUBRE DE 1945", AL CONMEMORARSE SU 64 ANIVERSARIO.
Fecha: 18/06/2009
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 68
La Cámara de Diputados de la Nación
DECLARA:
Su
expreso reconocimiento y homenaje a los protagonistas de "LA
GESTA NACIONAL Y POPULAR DEL 17 DE OCTUBRE DE 1945",
a conmemorarse su 64º aniversario.
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
Que el 17 de Octubre es
una fecha definitivamente incorporada a las que señalan nuestras
gestas de más acentuado sabor popular y más efectivo contenido
nacional ya es incuestionable que nada ni nadie logrará borrarla de la
vida de nuestro pueblo. Tiene, para nuestra independencia económica
y nuestra evolución social, el mismo significado que el 25 de mayo
tuvo para nuestra independencia política.
Aquel día de 1810 el
pueblo, unido a sus próceres representativos, abrió los caminos
nuevos a la proclamación que seis años después se realizaría en
Tucumán.
Y de la misma manera,
aquel día ferviente de 1945, unido el pueblo al hombre de su elección
del que no aceptaba separarse, abrió las perspectivas para una nueva
política económica, una nueva política social y una etapa superior,
nueva también por ser más fraternal y más justa, en la vida común de
todos los argentinos.
En la historia de nuestra vida como pueblo y como Nación, el 25 de
mayo y el 17 de octubre son fechas que se corresponden. Señalan el
paso inicial hacia un objetivo superior, anhelado por el pueblo e
irrenunciable para la Nación. La independencia política que reivindica
el primero al librarnos de tutelajes ya insostenibles y que forjó las
fronteras, el sentimiento nacional y el ambiente físico de la Patria, nos
dio una nacionalidad.
La independencia
económica como las del perfeccionamiento social que reclama el
segundo - defendiendo y protegiendo los valores actuales y por lo
mismo completando y fortaleciendo la independencia política heredada
- también corresponde al fervor popular y al anhelo más hondamente
sentido: el de la unidad de todos en la justicia social y en el progreso
común. Y supo dárnoslas.
Para mí este es el significado más hondo del 17 de octubre que se
levanta en nuestra historia como un inmenso marco que separa dos
épocas perfectamente definidas.
Del lado de allá está los
años en que la unidad del pueblo - sólo realizable y posible dentro de
los conceptos de justicia social que nos señaló nuestro líder el general
Perón - fue una fuerza en potencia que ningún gobernante se atrevió
a traer a la superficie de nuestra vida común. Los grandes intereses
monopolistas y explotadores de nuestro trabajo así lo imponían y
encontraron en la oligarquía un socio complaciente y dócil para burlar
a la Nación.
Del lado de aquí están los
años en que esa unidad antes imposible se va plasmando bajo la
dirección del líder, apoyándose en tres aspectos fundamentales de su
obra: la justicia social, unificando fuerzas hasta entonces antagónicas
e irreconciliables; la recuperación de nuestro patrimonio colectivo y
sus fuentes económicas permanentes, derribando al mismo tiempo las
represas postizas que impedían nuestro libre desenvolvimiento
nacional y nuestra propia industrialización y, finalmente, la voluntad
cooperadora y pacifista que el general Perón ha reiterado ante todos
los pueblos próximos y distantes, característica esenciadísima de
nuestra política internacional.
Estos tres fundamentos han forjado un hecho nuevo en nuestra
historia política, cuya primera demostración está en el alma misma del
17 de octubre, cuando todo el pueblo sale a recuperar a su líder.
Es la unidad entre el
pueblo y el gobierno. Una unidad patriótica y reordenadota que sólo
habíamos conocido en 1810 y que desde aquellos días gloriosos de las
campañas por la independencia hasta la actualidad, sólo
esporádicamente pudimos adivinar en los mejores intencionados.
La unidad entre el pueblo y gobierno - porque éste se sabe
plenamente apoyado por aquél totalmente representado por sus
elegidos - no sólo es un hecho nuevo en la historia política de la
Nación, sino que encarna la palanca específica para todas las
superaciones. Esta unidad, cuya primera manifestación, repito, se dio
el 17 de octubre, como unidad revolucionaria que es, tiene
características esencialmente dinámicas.
A cada año que pasa, a
cada conmemoración, multiplica su contenido y amplía los cuadros de
esa labor conjunta entre el pueblo y gobierno que es la suprema
garantía del logro de nuestro porvenir. Y es lo que sobre todas las
cosas quiero destacar hoy.
Aquel 17 de octubre de
1945, cuando en la Plaza de Mayo se volvieron a encontrar, para no
separarse, el pueblo y el entonces coronel Perón, la unidad del líder y
su pueblo era sobre todo la unidad de dos esperanzas.
Dos esperanzas que
tendían paralelamente al mayor bienestar de todos los argentinos por
los amplios caminos de la justicia social, de la recuperación nacional y
el traspaso del comando de nuestro destino a manos
insobornablemente argentinas.
Un año después, cuando
conmemoramos otra vez reunidos la recuperación del líder, presidente
de todos los argentinos, lo que fuera esperanza era ya en gran parte
realidad. La recuperación nacional iba por toda la República confiando
a manos argentinas los controles de nuestra economía venalmente
entregada por los vendepatrias de levita.
El capital en trance de
humanización y el trabajo definitivamente dignificado se iban uniendo
ante el objetivo común y superior del bienestar colectivo y de la
grandeza de la Nación. Un año después, las razones para la unidad
del pueblo y gobierno se habían multiplicado. Los ferrocarriles eran
nuestros, no teníamos deuda exterior y el crédito argentino abría los
brazos a los pueblos devastados y caía sobre ellos como una
bendición.
Hoy, cuando
conmemoramos ese día tan íntimamente nuestro, el 17 de octubre ha
enriquecido su caudal. Pueblo y gobierno están más unidos que
nunca en la multiplicación de las fuentes de trabajo, en la defensa de
nuestra fraternidad nacional, en la protección del patrimonio común,
en el respeto a los derechos cívicos, en la preservación de nuestra
soberanía y en el mantenimiento de la paz entre los hombres y la
conquista de un mundo mejor, fruto de la tolerancia, del trabajo y de
la fe, valores esenciales de la condición humana.
Por eso el 17 de Octubre
es una fecha definitivamente incorporada a las que señalan nuestras
gestas de más acentuado sabor popular y más efectivo contenido
nacional.
Y nadie ni nada logrará
borrarla de la vida y del corazón de los descamisados y de su líder,
entrañablemente unidos para gloria de la Nación.
Por ello, le solicito a mis
pares que me acompañen en la aprobación del presente proyecto
Firmante | Distrito | Bloque |
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BIANCHI, IVANA MARIA | SAN LUIS | FRENTE JUSTICIA UNION Y LIBERTAD - FREJULI |
Giro a comisiones en Diputados
Comisión |
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LABOR PARLAMENTARIA (Primera Competencia) |