PROYECTO DE TP
Expediente 2970-D-2014
Sumario: "MAESTRO ALFREDO BRAVO". SE DESIGNA COMO TAL A LA SALA DE REUNIONES DEL EDIFICIO ANEXO "C", SEGUNDO PISO, DE LA H. CAMARA DE DIPUTADOS DE LA NACION.
Fecha: 29/04/2014
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 35
La Cámara de Diputados de la Nación
RESUELVE:
Designar con el nombre "Maestro
Alfredo Bravo" a la sala de reuniones ubicada en el 2do piso del edificio Anexo "C",
de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación, sito en calle Bartolomé Mitre
1848, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
Ponemos a consideración nuevamente
un proyecto presentado el día 01 de octubre del 2013, que ha recibido tratamiento
en la Comisión de Peticiones, Poderes y Reglamento y ha tenido Orden del Día
(2869-2013) firmada por los diputados Carlos M. Kunkel, Jorge A. Valinotto,
Antonio S. Riestra, Alberto E. Asseff, Luis F. J. Cigogna, Miguel Á. Giubergia,
Andrés Larroque y Héctor P. Recalde, entre otros.
El objetivo es que el proyecto
recupere estado parlamentario para ser aprobado nuevamente en la comisión y en
sesión.
Proyecto 6785-D-2013
En la ciudad de Buenos Aires, el 26 de
mayo de 2003 murió el Maestro Alfredo Pedro Bravo, hombre de intensas pasiones
cívicas, que lo llevaron a docente, dirigente sindical, subsecretario de Educación,
copresidente de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, diputado
nacional, Presidente del Partido Socialista y Senador elegido por los vecinos de la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Un sinnúmero de mujeres y de
hombres concurrieron el 26 y 27 de mayo de 2003 al Salón de los Pasos Perdidos
del Congreso de la Nación, a despedir al maestro, manifestando el dolor y la
angustia que su desaparición dejó en quienes llegaron espontáneamente a darle su
adiós.
Durante su apasionada vida, Alfredo
Bravo dio una dura pelea a favor de la vida y contra todas las formas que
representaban la muerte. Trabajando hasta el último día, vivió intensamente sin
desperdiciar un minuto, acumulando una historia personal que bien vale
recordar.
Hijo de Don Francisco y Doña Ángela
Conte, Alfredo nació el 30 de abril de 1925 en Concepción del Uruguay, Provincia
de Entre Ríos. La estadía en la ciudad entrerriana fue breve, la familia vuelve a
Buenos Aires y se afinca en Villa Urquiza. Allí, don Francisco abrió una panadería
donde Alfredo, niño aún, se levantaba todas las madrugadas para recibir la
primera horneada de panes y comenzar su reparto.
Al terminar la primaria, Alfredo
vislumbró su vocación docente e ingresó a la Escuela Normal Popular Mixta de San
Martín, pasando luego al Normal de Avellaneda de donde egresaría con el título de
maestro de grado.
A los 17 años se afilió al Partido
Socialista. Un año después se inició en la docencia en una escuela rural. Aunque
rica, esa experiencia fue breve; pues a poco de comenzada debió interrumpirla
para incorporarse al servicio militar obligatorio. Al finalizar este reinició su labor
docente ya en la ciudad de Buenos Aires y paralelamente se incorporó a la
Confederación de Maestros y Profesores donde aprendió el abecé del gremialismo
de la mano de Italo Américo Foradori.
En 1956, Alfredo planteó profundas e
irreconciliables diferencias con la conducción socialista y fue expulsado del partido.
Dos años más tarde, sus compañeros del magisterio lo designan para
desempeñase como co redactor del Estatuto del Docente, esa formidable
herramienta legal que consagró los derechos y las obligaciones de los que
enseñaban y acabó con los inmorales padrinazgos que hasta entonces hacían falta
para ingresar a la docencia y ascender en la carrera profesional.
Hacia fines de los 60, en Argentina
imperaba la dictadura militar encabezada por el general Juan Carlos Onganía y un
séquito cívico militar que entre sus despropósitos pretendió imponer una reforma
educativa de neto corte elitista que intentaba acabar con la histórica escuela
primaria.
Junto a otros importantes dirigentes
de la época, Bravo encabezó una lucha contra esa iniciativa dictatorial y en
defensa de la escuela pública que unió en la acción al entonces fragmentado mapa
gremial de los docentes y obligó al régimen a dar marcha atrás a su reforma.
Aquella experiencia convenció a
muchos maestros y profesores de que si habían logrado unirse para derrotar el
proyecto educativo de la dictadura, también podían y debían lograr su unificación
gremial.
Bravo hizo suyo ese convencimiento y
se lanzo a recorrer el país intentando vencer resistencias, alentar voluntades
unificadoras y limar las diferencias en cuanto a la modalidad que debía adquirir esa
unificación.
Ese largo trajinar por el país fructificó
el 11 de septiembre de 1973, fecha en que nació la Confederación de Trabajadores
de la Educación de la República Argentina (CTERA).
Pero ese día, que debió ser de júbilo
para los maestros argentinos, se opacó pronto y se convirtió en jornada de luto en
toda América Latina. Del otro lado de la cordillera, un oscuro general derrocaba al
gobierno democrático del socialista Salvador Allende y ensangrentaba a Chile.
Rápidamente reaccionó la CTERA. En su primer comunicado de prensa repudió el
golpe militar, reivindicó la democracia y se solidarizó con el pueblo chileno. Desde
ese día hasta el año 1983 el gremio de los maestros sería conducido por el propio
Alfredo.
Corría el año 1975, en los que la vida
humana valía muy poco para los asesinos de la triple A que regaban con sangre la
tierra argentina. En diciembre de ese mismo año, Bravo junto a otros dirigentes
asumen la terrible circunstancia por la que atravesaban los Argentinos y fundan la
Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH).
Meses más tarde, con el golpe de
Estado, el gobierno de la dictadura militar inició el período de la historia más
trágico y violento que conoció la Argentina.
Resistió a la dictadura desde el primer
día activamente reclamando en comisarías, cuarteles y ministerios, por los
hombres y mujeres que desaparecían. Así lo hizo hasta que en septiembre de 1977
le tocó a él ser desaparecido. Un grupo de tareas se lo llevo de la escuela para
adultos en la que daba clases. En algún chupadero de la provincia de Buenos Aires
conoció la tortura de los subordinados de Ramón Camps y de Miguel Etchecolatz.
Las presiones internacionales,
obligaron a que la dictadura legalizara la situación de Alfredo y mutase su
condición de desaparecido en la de detenido a disposición del Poder Ejecutivo
Nacional. Durante más de un año estuvo en la Unidad 9 de La Plata para luego
pasar a un régimen de prisión domiciliaria.
Cuando recobró la libertad, su cuerpo
aún tenía las llagas de la tortura, pero su espíritu parecía no tener siquiera un
rasguño. Volvió a la humilde oficina de CTERA en la calle México donde también
supo funcionar la APDH. Cesanteado de sus cargos como docente, Bravo se
convirtió en vendedor de libros y en ese nuevo rol volvió a las escuelas en las que
directores y directoras, a sabiendas del riesgo que corrían, le abrían las puertas
para que el querido compañero pudiese ganarse la vida.
Antes de ser secuestrado Bravo había
retomado la actividad política a través de su militancia en la Confederación
Socialista Argentina, un agrupamiento que intentaba aglutinar a los socialistas de
la diáspora que se iniciara tras la división del viejo partido en 1958.
En 1983, con el retorno de la
democracia, el presidente Raúl Alfonsín lo convocó como extrapartidario para
ocupar la Subsecretaría para la Actividad Docente. En esa función, Alfredo facilitó
el reingreso a la docencia de los cientos de maestros y profesores a los que la
dictadura había cesanteado o que habían tenido que dejar sus cargos para
marchar al exilio.
En 1987, cuando el Poder Ejecutivo
impulsó las leyes de Punto Final y Obediencia Debida, Alfredo Bravo expresó su
repudio hacia ambas normas y le entregó su renuncia indeclinable al cargo que
ocupaba. Luego, se volvió a la escuela primaria de la que era director. Este último
gesto tuvo un significado oculto que merece ser destacado. Al renunciar a la
Subsecretaría, Bravo estaba en condiciones de obtener una de las llamadas
jubilaciones de privilegio. Como ese beneficio le parecía indigno, decidió eludir la
normativa en vigencia, trabajar tres años más como docente y evitar así que le
concedieran la suculenta jubilación que obtenían los ex funcionarios.
Bravo, convencido de que el sistema
democrático en Argentina reclamaba la presencia de una fuerza socialista madura,
coherente y con capacidad, se incorporó con buena parte de sus compañeros de la
Confederación Socialista Argentina al Partido Socialista Democrático.
Como candidato de la Unidad
Socialista, fue elegido en 1991 diputado nacional por la ciudad de Buenos Aires.
Junto con el socialista santafesino Guillermo Estévez Boero y Ricardo Molinas
integró un bloque que batalló en inferioridad numérica contra las transformaciones
neoliberales.
Fue elegido por la Ciudad de Buenos
Aires convencional constituyente en 1994. Su mandato legislativo fue renovado en
1995 y en 1999.
Similar reconocimiento recibiría en el
2001 cuando el voto popular lo consagró senador por la ciudad de Buenos Aires,
cargo del que fuera despojado por una intencionada interpretación de la justicia
electoral.
A fines del 2000 fundó desde el
bloque socialista democrático, junto con otros legisladores, el ARI.
Conjugó muchos verbos, el principal
fue, quizás, el de unir: unió a los maestros de la República Argentina, unió al
socialismo después de 44 años de estériles divisiones. Enseñó que la unidad no se
declama, se practica y se concreta en una visión común.
Socialista hasta la médula, su vida fue
sinónimo de lucha. Vivió y murió peleando por los derechos humanos, por la
justicia, por la libertad, por la igualdad. Fue su socialismo, un socialismo de acción,
impregnado de las cosas simples de la vida. Demostró con una actitud coherente,
militante, honesta, alejada de pragmatismo, con su generosidad permanente y su
solidaridad hacia los más débiles, la profundidad de su conciencia de clase, de
humanismo socialista.
Dijo muchas veces que la mayor
distinción y premio que había recibido en su vida era la candidatura a Presidente
de la República por el Partido Socialista. La jugó como era su costumbre, a fondo,
y se llevó la satisfacción de comprobar que tanta gente, aún en los pueblitos más
pequeños, más alejados, en Misiones o en Neuquén, se acercaba a decirle: siga
adelante con su lucha, profesor, con su honestidad. Comprobó que ese prestigio
trascendía el resultado mismo de una elección.
Era el reconocimiento a una vida de
lucha, caracterizada por la búsqueda permanente de la síntesis entre pensamiento
y acción. Una vida austera, con profunda coherencia, y sentido ético, al servicio de
una Argentina con más igualdad, libertad y justicia social.
Proponemos en homenaje a quien
honrara esta Cámara, designar con el nombre Maestro Alfredo Bravo a la Sala de
Reuniones del edificio Anexo "C" (2do piso) situado en la calle Bartolomé Mitre
1842/86, al cumplirse poco más de un año de su inauguración oficial.
Por las razones expuestas, solicito la
aprobación del presente proyecto.
Firmante | Distrito | Bloque |
---|---|---|
ZABALZA, JUAN CARLOS | SANTA FE | PARTIDO SOCIALISTA |
DONDA PEREZ, VICTORIA ANALIA | BUENOS AIRES | LIBRES DEL SUR |
VILLATA, GRACIELA SUSANA | CORDOBA | FRENTE CIVICO - CORDOBA |
VALINOTTO, JORGE ANSELMO | CORDOBA | FRENTE CIVICO - CORDOBA |
CUCCOVILLO, RICARDO OSCAR | BUENOS AIRES | PARTIDO SOCIALISTA |
CORTINA, ROY | CIUDAD de BUENOS AIRES | PARTIDO SOCIALISTA |
CONTI, DIANA BEATRIZ | BUENOS AIRES | FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ |
Giro a comisiones en Diputados
Comisión |
---|
PETICIONES, PODERES Y REGLAMENTO (Primera Competencia) |
Trámite en comisión (Cámara de Diputados)
Fecha | Movimiento | Resultado |
---|---|---|
13/05/2014 | DICTAMEN | Aprobado por unanimidad sin modificaciones |
Dictamen
Cámara | Dictamen | Texto | Fecha |
---|---|---|---|
Diputados | Orden del Dia 0109/2014 | ARTICULO 114 DEL REGLAMENTO DE LA H. CAMARA DE DIPUTADOS DE LA NACION, BAE 11/2014; ARTICULO 108 DEL REGLAMENTO DE LA H. CAMARA DE DIPUTADOS DE LA NACION | 16/05/2014 |
Trámite
Cámara | Movimiento | Fecha | Resultado |
---|---|---|---|
Diputados | CONSIDERACION Y APROBACION CONJUNTAMENTE PARA LOS EXPEDIENTES 2970-D-2014 y 4110-D-2014 | 19/11/2014 | APROBADO |