PROYECTO DE TP
Expediente 2965-D-2009
Sumario: EXPRESAR REPUDIO POR EL INTENTO DE MAGNICIDIO CONTRA EL PRESIDENTE DE LA REPUBLICA DE BOLIVIA, EVO MORALES, EL DIA 16 DE ABRIL DE 2009, EN EL CUAL ESTARIAN IMPLICADOS CIUDADANOS ARGENTINOS.
Fecha: 12/06/2009
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 66
La Cámara de Diputados de la Nación
DECLARA:
Su preocupación y enérgico repudio
por el intento de magnicidio contra el presidente de la hermana República de
Bolivia, Evo Morales, llevado a cabo el pasado 16 de abril de 2009, en el que
estarían implicados directamente ciudadanos argentinos.
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
Semanas atrás el presidente de
Bolivia, Evo Morales, denunció que "mercenarios internacionales" detenidos en
Santa Cruz pretendían atentar contra su vida, la del vicepresidente y la del
Ministro de la presidencia.
Morales realizó la denuncia al llegar
a Cumaná, en Venezuela. El mandatario viajó para participar de la Séptima
Cumbre de la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA).
Allí lo recibieron el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, y el presidente de
Cuba, Raúl Castro.
Evo Morales declaró que dio
"instrucciones a los jefes policiales para detener a los merecenarios" porque tenía
información sobre un posible atentado. Fue así que la Policía abatió en un hotel
de Santa Cruz a tres personas de nacionalidad húngara que estarían relacionadas
con el atentado al primer mandatario.
El vicepresidente de Bolivia, Álvaro
García Linera, denunció que "se encontraron planos y documentos que hablan no
solamente de hechos pasados sino de la preparación de futuros atentados contra
altas autoridades del gobierno nacional".
Estos atentados ocurrieron un día
después de la promulgación de la Ley Electoral Transitoria. Finalmente, el
presidente boliviano dijo que "en Bolivia, el año pasado la derecha intentó
sacarme con el voto del pueblo, el referendo revocatorio. Fracasaron.
Después intentaron el golpe civil. Fracasaron. Ahora estaban
planificando acribillarnos. Ojalá fracasen para siempre",
expresó.
La célula de terroristas, de corte
neofacista, que implica a mercenarios de Croacia, Irlanda y Rumanía, coludidos
con bolivianos, "había hecho seguimiento al gabinete".
En la investigación por el presunto
intento de asesinato al Presidente Evo Morales, un testigo vinculo al argentino
Mones Ruiz. Ante la Justicia boliviana, el principal testigo de la causa dijo que
Jorge Mones Ruiz se reunió con el cabecilla del grupo terrorista acusado. La
comisión multipartidaria boliviana que integran diputados nacionales pediría
información al gobierno argentino. El testigo clave de la investigación que está
realizando la Justicia de Bolivia sobre el presunto intento de magnicidio en ese
país abrió la trama de vínculos nacionales e internacionales de Eduardo Rózsa
Flores, alias Germán, señalado como cabecilla del grupo terrorista y muerto por la
Policía Nacional. En su declaración ante la fiscalía, Ignacio Villa Vargas, chofer de
Rózsa, detalló los contactos de su jefe con militares retirados argentinos e
identificó al ex carapintada Jorge Mones Ruiz. Ante los datos aportados por Villa
Vargas, la comisión multipartidaria del hermano país, integrada por diputados
nacionales, anticipó a la prensa que pediría información al gobierno argentino. El
embajador en La Paz, Horacio Macedo, dijo que "hasta última hora del viernes no
había recibido ningún requerimiento oficial sobre esas reuniones. En cambio, sí ha
sido gestionado el pedido de extradición de otro militar prófugo por delitos de
lesa humanidad, Luis Enrique Baraldini".
Villa Vargas, quien acaba de ser
imputado por terrorismo por la misma fiscalía, pasó de ser jefe de las Juventudes
Cruceñistas, una organización secesionista de Santa Cruz de la Sierra, a chofer de
Rózsa. Durante su extenso testimonio, "El Viejo" aseguró que el objetivo del grupo
desbaratado el pasado 16 de abril en el Hotel Las Américas de Santa Cruz
planeaba asesinar al presidente Evo Morales, a su vice Alvaro García Linera y al
ministro de Gobierno, Juan Ramón Quintana. Dio detalles de los vínculos de Rózsa
con el prefecto de Santa Cruz, Rubén Costas, con el ex titular del Comité Pro
Santa Cruz, Branko Marinkovic, y aseguró que uno de los pilares financieros era
Hugo Antonio Achá Melgar, el titular de Human Wright Foundation, que abandonó
el país apenas empezó la investigación y actualmente se encuentra en Estados
Unidos. El viernes, el fiscal Marcelo Sosa -al mando de la instrucción- dispuso el
embargo de los bienes de Achá. "El Código de Procedimiento Penal señala en uno
de sus artículos la anotación preventiva de bienes del declarado rebelde o prófugo
que evade la Justicia", dijo Sosa, amparándose en el decreto de confiscación de
bienes a quienes hayan financiado y apoyado acciones terroristas en Bolivia.
Ante la pregunta sobre los vínculos
internacionales de Rozsa que el fiscal le hiciere a Villa Vargas, este contesta; "Sólo
con los gringos, pero una vez lo llevé a una reunión en el hotel Los Tajibos, allí se
encontró con el doctor Achá, una mujer y otra persona, me dijo que era un militar
argentino que me acuerdo bien el nombre porque me pareció divertido: se
llamaba Mona Ruiz (sic), con él y Achá entraron al hotel y al salir mientras lo
llevaban a su hotel, él me dijo que habían hecho un buen trato y que ya llegarían
los gauchos a entrenar a nuestra gente. Después me comentó que llegaría un
grupo de avanzada y que él tenía que ver dónde lo acomodaría para que empiece
el trabajo. Creo que llegaron unos siete, pero los vi sólo una vez, en estas cosas él
era muy reservado".
El apellido que le resultó simpático a
Villa Vargas es, en realidad, Mones Ruiz, el consecuente carapintada que participó
de los alzamientos contra la democracia en los '80 en defensa de la impunidad de
los ejecutores del terrorismo de Estado. Entre el 25 y el 30 de marzo el ex
carapintada estuvo en Bolivia como parte de un grupo de avanzada de UnAmérica,
la organización de ultraderecha que pretende ser la contratara de Unasur y dice
estar investigando la Masacre de Pando con el fin de presentar una denuncia
contra el gobierno de Morales ante la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos.
El 12 de mayo, un informe que llegó
a la Cancillería argentina daba cuenta de que "estaría presente en la zona del Beni
(norte de Bolivia) una célula argentina de once ex carapintadas que se sumarían a
otras dos células (brasileña y uruguaya), integradas por ex militares que habrían
estado en misión en los Balcanes. La mencionada 'célula argentina' habría
mantenido contactos con sectores de 'ultraderecha', opositores al actual gobierno
nacional boliviano, en Santa Cruz y en Cobija, departamento de Pando". La
información, fechada el 4 de mayo, señala que "empresarios y terratenientes de
Santa Cruz de la Sierra habrían requerido la presencia de los ex militares con el
objetivo de ser instruidos en materia de autodefensa ante eventuales intentos de
apresamiento por parte de organismos oficiales".
La participación en la Guerra de los
Balcanes habría sido el lugar de encuentro de uniformados argentinos con Rózsa,
el ciudadano boliviano-húngaro-croata que se convirtió en "héroe" de esa guerra
y regresó a Bolivia con el objetivo de lograr la autonomía de Santa Cruz de la
Sierra. Rózsa, un fanático que supo ser militante del Opus Dei, confesó en una
entrevista realizada en setiembre del año pasado por la televisión húngara -con el
compromiso de ser difundida sólo en caso de muerte- que un grupo de
opositores políticos lo contactó hace más o menos año y medio desde Santa Cruz.
Su misión principal era defender la región de los grupos y milicias de indígenas.
"Estamos dispuestos, dentro de unos meses, en el caso de que la coexistencia no
funcione y en virtud de la autonomía, a proclamar la independencia (de Santa
Cruz) y crear un nuevo país", dijo Rózsa, quien se hacía llamar también Germán. El
reportaje está fechado el 8 de septiembre, apenas tres días después se
produjeron los asesinatos, secuestros y torturas de decenas de campesinos en el
departamento de Pando. El entonces prefecto de ese departamento, Leopoldo
Fernández, está preso como responsable de haber ordenado la masacre. El titular
de UnAmérica, Alejandro Peña Esclusa y Liliana Raffo. Mones Ruiz se desempeñó
como agregado militar en la embajada argentina en Bolivia durante la última
dictadura. Desde entonces cosecha vínculos con camaradas en actividad y
retirados de ese país. Gracias a esas lealtades corporativas pudo reinsertarse en
sociedad otro ex carapintada prófugo de la Justicia argentina que también ocupó
el mismo destino diplomático: Luis Enrique Baraldini. El embajador Macedo
confirmó que Interpol Bolivia está buscando al oficial a pedido de una orden del
juez federal Daniel Rafecas.
El militar que desapareció de la
Argentina en 2003 apenas se reactivó el juicio por la represión ilegal en La Pampa
y fue contenido por sus pares bolivianos. El diario La Arena de La Pampa informó
que "hasta fue condecorado por el Círculo de Oficiales del Ejército de ese país en
el año 2005 con la Gran Cruz. En su reciente viaje a Bolivia, Mones Ruiz se habría
reunido también con Baraldini. Después de esos encuentros, el oficial abandonó
sus caballos y hasta ahora Interpol no logró localizarlo.
El avance de la investigación sobre el
supuesto grupo terrorista desbaratado en Santa Cruz de la Sierra está cerrando el
círculo de relaciones peligrosas. Al ex carapintada lo seducen sus vínculos con la
ultraderecha latinoamericana. En el '87, el Círculo Militar le publicó un libro en el
que desarrollaba su expertise sobre la formación de grupos comandos contra los
procesos revolucionarios en Centroamérica. Mones Ruiz despunta el vicio de
difundir su pensamiento en distintos formatos pero con la misma obsesión. Con
otro de sus camaradas carapintada, Breide Obeid, formó el "Conjunto Patria" y
sale a cantar sus propias letras en encuentros católicos. Más académico, publicó
varios libros, entre ellos Argentina ¿sin destino? Estudio sobre las nuevas
amenazas, y se explaya en páginas web sobre "el desgobierno y las falencias
institucionales (aprietes a empresarios, control de precios, crisis energética, caso
'Papeleras', inseguridad ciudadana, corrupción, justicia 'tuerta', agrandamiento de
la brecha entre ricos y pobres, legisladores 'borocotizados', violencia social,
comandantes militares desmemoriados, fuerzas policiales con menos garantías
que los delincuentes, etc.), están generando las condiciones para el cambio
estructural que la sociedad reclama". Hiperactivo, el año pasado empezó a
hacerse tiempo para recorrer las asambleas rurales y azuzar el conflicto.
Según los medios de comunicación
Argentinos y Bolivianos, se estaría analizando un informe detallado en la
Cancillería Argentina que relata como empresarios y terratenientes de Santa Cruz
de la Sierra habrían apelado a los ex militares "con el objetivo de ser instruidos en
materia de autodefensa ante eventuales intentos de apresamiento por parte de
organismos oficiales y avasallamientos de distintos tipos, incluyendo la toma de
tierras privadas por parte de entidades sociales como el MAS", en alusión al
Movimiento Al Socialismo, el partido que lidera Evo Morales.
El 30 de abril, el fiscal Marcelo Sosa
quien instruye la investigación por la actuación del grupo de Rózsa convocó a
declarar a Achá para corroborar las declaraciones de algunos de los detenidos en
la causa. El presidente de HWF había viajado una semana antes a los Estados
Unidos y anunció que no regresará hasta que no le den "garantías legales" para
defenderse de las acusaciones. Sin embargo en una comunicación telefónica con
un canal local reconoció que conversó en más de tres ocasiones con Rózsa pero,
obviamente, negó cualquier vínculo con la milicia que organizaba el boliviano-
húngaro-croata.
Según consignó el diario La Prensa,
de La Paz, Juan Carlos Gueder, el detenido declaró: "Sé que había otra persona
vinculada dentro del campo político (para ser asesinado en Bolivia), pero tampoco
sé su nombre, porque hay otra gente que debería estar dando la cara aquí,
debería estar aquí el señor Hugo Achá dando la cara". Gueder aseguró que el
dirigente de HWF había estado en las reuniones con la presunta banda terrorista.
A Gueder le otorgaron la prisión domiciliaria por haber colaborado con la
Justicia.
En ese marco actúan los sectores
representados en UnAmérica, organización en la que el carapintada argentino
Mones Ruiz se desempeña como secretario, y proyectan presentar una denuncia
ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos contra el gobierno de Morales
acusándolo de ser el responsable de la Masacre de Pando. El objetivo es
contrarrestar el informe de la comisión presidida por el representante argentino
Rodolfo Mattarolo designada por la Unasur que derivó en la confirmación de
prisión del prefecto de Pando por la persecución y los asesinatos racistas
fogoneados desde la ultraderecha.
Por todo lo expuesto, es que solicito
a los compañeros/as diputados/as, acompañen con su voto el presente
proyecto.
Firmante | Distrito | Bloque |
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