La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:

Que vería con agrado que el Poder Ejecutivo Nacional reglamente la ley 26.045 de Creación del Registro Nacional de Precursores Químicos en el ámbito de la Secretaria de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico, sancionada el 8 de junio de 2005.

Señor presidente:

La ley 26.045 fue sancionada el 8 de junio de 2005. Pasaron casi 9 años sin que la ley se reglamente, impidiendo así la implementación de una eficiente política de control respecto al Registro Nacional de Precursores Químicos creado en dicha ley.

En los últimos años el narcotráfico ha crecido considerablemente y se nos presenta hoy como un problema urgente e impostergable que ha extendido y multiplicado sus efectos a todos los espacios de la sociedad.

El narcotráfico en la complejidad de su trama, requiere de un abordaje multidimensional porque son numerosos los aspectos que confluyen para hacer de este flagelo una máquina destructora que avanza avasallando la seguridad de nuestros ciudadanos y poniendo en riesgo la salud y la vida de nuestros jóvenes y niños.

Asistimos a una fuerte demanda social de respuestas, de soluciones, de herramientas eficaces que puedan coordinarse desde una estrategia integral que exprese la voluntad firme del Estado de hacerse cargo del problema en todos sus aspectos.

En este sentido, los precursores químicos constituyen un punto central que integra la problemática y que requiere de un tratamiento específico. Esto motivo la sanción de la ley 26045 de precursores químicos.

Pero esta iniciativa, mientras no esté reglamentada, está lejos de ser un aporte decisivo a la solución del problema. Al no tener una reglamentación de dicha ley el Gobierno Nacional deja un vacío de acciones concretas y coordinadas para el control de todas las acciones relacionadas con sustancias o productos químicos autorizados y que por sus características o componentes puedan servir de base o ser utilizados en la elaboración de estupefacientes.

Esto influye entonces en la falta de controles del proceso de producción, consumo y distribución, muchos artículos de la ley se tornan inviables y terminan restándole eficacia a los buenos propósitos que inspiraron dicha iniciativa.

Es necesaria y urgente la reglamentación.

Por todo lo expuesto solicito a mis compañeros acompañen este proyecto.