La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Declarar su repudio a la intención de determinados sectores económicos, como así también de algunos Señores Legisladores, que pretenden suspender la ley que autoriza la inclusión del hermano país de Venezuela al MERCOSUR, con una clara intención electoralista; considerando además que dicho país es un actor regional muy importante, y que la decisión de fomentar políticas de integración entre los países de la región obedece a una visión estratégica de los Estados que trasciende a los gobiernos de turno y a la coyuntura inmediata de cada país.

Señor presidente:

El 6 de diciembre de 2006, el Congreso Nacional votó la entrada de Venezuela al MERCOSUR; de 182 legisladores presentes 160 votaron a favor.

El Protocolo de Ushuaia sobre Compromiso Democrático adoptado en 1998 en el MERCOSUR -uno de sus protocolos fundacionales- reafirma el sentido de que la plena vigencia de las instituciones democráticas es condición indispensable para la existencia y desarrollo del MERCOSUR. El único condicionamiento decisivo que tiene la integración a dicho bloque regional es ser un Estado democrático, es decir que haya un régimen competitivo político y con elecciones limpias. Este requerimiento es cumplido por el hermano país.

Ante el actual debate sobre la inclusión de Venezuela en el MERCOSUR, luego de cuestiones económicas coyunturales que tienen que ver con medidas que afectarían a algunas empresas de nuestro país, más precisamente al grupo Techint, varios representantes de las cámaras empresariales e industriales, a los que se acoplaron algunos Señores Diputados y Senadores, han exigido al Poder Ejecutivo suspender la ley que autoriza la inclusión de Venezuela a la integración regional.

En este sentido, y para ser más específicos, Diputados de la Coalición Cívica piden que no participe Venezuela del MERCOSUR, porque consideran que "sus políticas atentan contra la integración regional".

Muchos de los diputados que están impulsando la revisión del ingreso de Venezuela al MERCOSUR son los mismos que estuvieron de acuerdo en el 2006 en que ello se lleve a cabo. Lo único que pretenden ahora es sacar rédito electoral, intentando cooptar votos de los sectores empresarios.

La historia "juzga" y demuestra que en las votaciones nominales, a las 21.14 horas del 6 de diciembre de 2006, con 160 votos afirmativos, 12 negativos y 8 abstenciones, nuestra Cámara convertía en ley el proyecto que avala el ingreso de Venezuela al MERCOSUR.

Nosotros sostenemos que Venezuela es un actor regional muy importante, y que la decisión de fomentar políticas de integración entre los países de la región obedece a una visión estratégica de los Estados, que debe trascender a los gobiernos de turno y a la coyuntura inmediata de cada país.

Es vital fortalecer el MERCOSUR frente a la crisis financiera y económica internacional, y no caben dudas de que éste se vería fortalecido con el ingreso de Venezuela.

Insistimos que la unidad de un bloque regional económico, en este caso de los países de Latinoamérica, es una definición estratégica que no puede estar sujeta a una campaña electoral ni al destino de una empresa.

Por los motivos expuestos es que solicitamos la aprobación del presente proyecto de resolución.