La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Expresar su beneplácito a la vida y legado del Dr. Gregorio Levin (1936-2009), conocido como el "médico gaucho" en la Provincia de San Luis.

Señor presidente:

A un mes de su muerte, el Jardín de Infantes "Cautana" inauguró una galería de arte en homenaje al "médico gaucho". La última petición fue que su colección de pinturas sea donada a la comunidad.

"Además de tener unos valores impresionantes como persona y de todo lo que significó como médico en el pueblo, tenía una riqueza cultural muy amplia y variada. Uno entraba en el consultorio y veía dos Quinquela".

La imagen que conserva el director de la Escuela Nº 250 "Tomás Espora" de Naschel, Pablo Rivarola, basta para describir el delicado gusto por el arte que caracterizaba a Gregorio Levin, alguien que hizo de la medicina rural su forma de vida al punto de no haber dejado tiempo para formar una familia ni descendencia a quien transmitirle sus pasiones. Pero dicen que casi todos los vecinos fueron atendidos alguna vez por él y que se cuentan por cientos los partos atendidos, por lo que su legado artístico cumplió su cometido quedando bajo la tutela de los niños.

Desde su llegada a Naschel en 1969, Levin fue conocido como "Goyo, el médico gaucho". Era el único médico del pueblo, y atendía en un pequeño dispensario que estaba ubicado frente a la Comisaría. Trabajaba todos los días, no tenía horario ni cobraba sus servicios a los más humildes. Esa fue su vida hasta que el 29 de mayo, a los 73 años, falleció. Llegó a sentir de cerca el cariño y el agradecimiento de la comunidad, que le dedicara en su nombre a plazoleta del barrio La Amistad y el aula de Ciencias Naturales del Centro Educativo Nº 15. Como homenaje póstumo, el Jardín de Infantes "Cautana" reunió algunas de sus preciadas obras de arte que ya forman parte de una galería que grandes y chicos recorren diariamente.

"El doctor Levin tenía una colección de obras de arte y le pidió a la familia Bronzi, que es la que le daba contención, que tras su muerte las donaran a alguna institución pública para que formen parte de la comunidad. El Jardín las recibió gracias a un proyecto que armaron las docentes de salas de 4 y 5 años, para crear una galería en la que se exhiban algunos de sus cuadros y obras de nuestros chicos", explicó Rivarola.

El homenaje al médico gaucho quedó plasmado en la galería "Dr. Gregorio Levin", ideada por las maestras de Nivel Inicial Nancy, Gladis, Elsa, María Elena, Nancy, Claudia, Mariana, Andrea, Roxana y Lucía. Allí se intercalan obras de artistas nacionales, extranjeros y de los incipientes pintores que tiene el establecimiento.

Durante el acto de inauguración, las docentes realizaron un recorrido por los aspectos más sobresalientes de la vida de "Goyo". Los padres y autoridades acompañaron emocionados y agradecidos. "No hubo un nacimiento en nuestro pueblo que no fuera atendido por Levin o que al menos él estuviera presente. No hubo un enfermo que no haya sido visitado en su casa y recibido una palabra de aliento. No hay un habitante de este terruño que no tenga una palabra de agradecimiento para nuestro abnegado Levín. Mientras que él, no tuvo un minuto de su vida que no haya sido puesto al servicio de de su comunidad, ya trabajando, ya estudiando para ahondar en conocimientos que serían volcados en pos de sus vecinos. Por todo esto y mucho más podemos decirte: Goyo, tu tarea está cumplida", afirmó conmovido Rivarola frente a los grandes y chicos presentes.

Una vida dedicada a la medicina rural

"Gregorio Levin nació en 1936 en Buenos Aires. Se recibió de médico clínico en la Universidad de Buenos Aires. Trabajó 13 años en hospitales y clínicas de Morón. En 1969 llegó a Naschel buscando acercase a la gente. Allí ejerció la medicina hasta que se jubiló el año pasado. Fue docente de sintomatología clínica en la cátedra del profesor Pángaro en la UBA y jefe trabajos prácticos en la Universidad John Kennedy, en el doctorado de sintomatología clínica. Es respetado y admirado por sus colegas, al punto de que en el hospital de Naschel lo llaman "el maestro".

Así se lo presentaba a Levin en una entrevista publicada en El Diario de la República el 16 de diciembre de 2007, dentro del ciclo de notas especiales al conmemorarse el centenario de Naschel. Porque Levin era parte viviente de la historia del pueblo, porque era reconocido por sus capacidades profesionales y amado por su costado humano, tal es así que generalmente no cobraba las consultas ni se negó a atender a alguien aunque fuera de madrugada.

"En el 90% de los casos no cobraba porque me venía a ver gente pobre. Durante muchos años atendí a la mañana en el hospital y a la tarde en mi casa pero yo tenía el consultorio privado no para ganar dinero, sino para atender a la gente y cumplir con mi sueño de tener un espacio propio para atender a mis pacientes", , le comentaba Levin a la periodista Belén Cariñano, que había quedado deslumbrada con la abundancia de libros, adornitos y diplomas que engalanaban la casa del doctor.

El médico expresó su vocación de servicio, su amor por la música clásica y la lectura, su necesidad permanente de estudiar, y hasta su rara afición por coleccionar bolígrafos y pulóveres. Hacía poco más de un año que se había jubilado, y se refugiaba en su perra Sasha y el arte. Pero reconocía que se sentía solo.

Cuando se le preguntó que le restaba por hacer en la vida, Levin respondió: "Vivir. Disfrutar. Ahora llevo una vida demasiado tranquila y no estoy acostumbrado. Me aburro. Anoche soñé que estaba en una farmacia y atrás funcionaba un consultorio médico donde yo podía atender. Extraño ejercer la medicina y el contacto con la gente". Y finalizaba con una reflexión que puede hacerse extensiva a todos los aspectos de la vida, más allá de la medicina: "Es importante tener vocación. Sin ella todo se transforma en un simple negocio".

Fuente: Diario de la República. 11-6-09

Por todo lo expuesto, señor Presidente le solicito a mis pares que me apoyen en la aprobación del presente proyecto