La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Declarar de interés de la Honorable Cámara de Diputados de La Nación las convocatorias que realizan Los Pueblos Originarios de la República Argentina.-

Señor presidente:

Los Pueblos Originarios de la República Argentina, acompañados por docentes, trabajadores, estudiantes, artistas, asambleas barriales y organismos de derechos humanos se reúnen asiduamente con el objetivo de dar solución a los atropellos sufridos, por la defensa del territorio y de los recursos naturales.

Hoy en día, a lo largo del territorio de nuestro país se presentan casos que demuestran ser abusos a la dignidad humana de nuestras comunidades indígenas. Desalojos, violencia, trabajo esclavo, represión a dirigentes, mujeres, y niños, contaminación de la tierra (desmontes, agroquímicos, minería a cielo abierto, etc.) son algunas de las tantas profusiones de autoridad que toleran asiduamente y ante las cuales, muchas, veces se encuentran indefensos.

Las movilizaciones tendrían como objetivo principal la denuncia de los excesos y persecuciones sobrellevadas por los Pueblos Originarios de la Argentina y exigirían el respeto de sus derechos fundamentales reconocidos por la Legislación Internacional pero que el Estado Argentino en varias ocasiones habría desconocido.

A pesar de la recomendación para esta década que proponía que los estados avancen en equilibrar la balanza para que los Pueblos Originarios tengan resolución a la mayoría de sus problemas el Estado Argentino no ha sabido reconocer y garantizar el pleno ejercicio de estos derechos.

Lamentablemente, la actual situación refleja con cruda nitidez la realidad de represión y despojo como únicas respuestas a una demanda de más de cinco siglos.

Estas prácticas fueron utilizadas sistemáticamente por cada uno de los gobiernos nacionales y provinciales que se sucedieron a lo largo del tiempo, y aún con la existencia del convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (que al día de la fecha no ha sido reglamentado) los pueblos originarios de la República Argentina estarían condenados al olvido o al museo.

En el ámbito de la normativa internacional, el Convenio 169, dice en su Artículo 2: "1. Los gobiernos deberán asumir la responsabilidad de desarrollar, con la participación de los pueblos interesados, una acción coordinada y sistemática con miras a proteger los derechos de esos pueblos y a garantizar el respeto de su integridad".

Ante esta situación Los Pueblos Originarios se unen y luchan por la propiedad comunitaria y la tenencia de la tierra ancestral, la protección de los recursos naturales, el derecho al territorio y a la doble nacionalidad, el derecho a la identidad de la cultura, el derecho a utilizar la propia lengua, el derecho a la consulta en la toma de decisiones que los afecten, el derecho a tener su propio derecho y la cohabitación de dos sistemas jurídicos: el Derecho Positivo y el Derecho Consuetudinario.

Así, los Pueblos Originarios continúan con su lucha a través de sus encuentros, firmes en el convencimiento de que es necesario una transformación profunda de la sociedad y de que esta transformación solo será posible con la participación de TODOS los que de alguna manera luchan poro la dignidad, la justicia, la autonomía y la libertad en la construcción de una sociedad basada en la diversidad cultural y el respeto por la vida.

A más de 500 años, las comunidades indígenas han conservado sus culturas, sus lenguas, sus formas organizativas, su cosmovisión. Hoy, como pueblo, no podemos definir colectivamente hacia dónde van sino que asumen de dónde vienen, como se fue constituyendo su identidad. Esto no será posible sino integramos la identidad, la historia, la cultura de todos los Pueblos Originarios a la memoria colectiva.

De este modo, en este proceso que se va desarrollando en la historia de nuestro país tendremos la posibilidad de gestar la formación de nuevas generaciones que transformen la realidad social de nuestro pueblo, pudiendo, de esa forma, proyectar un futuro con trabajo, salud y educación, sin excluidos, sin pobreza y sin políticas de dominación y sometimiento.

Por lo expuesto anteriormente y por la importancia que reviste este significativo contenido, solicito a los Señores Diputados me acompañen en la aprobación de presente Proyecto, cuya autoría es del Diputado Nacional con mandato cumplido don Pablo Zancada, por vencimiento de plazos.-