La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Solicitar al Poder Ejecutivo Nacional para que a través del Ministerio de Seguridad y de Planificación, Inversión Pública y Servicios, de la Entidad Binacional Yaciretá y/o de quien considere pertinente informe:

1) Si tienen previsto implementar y en qué fecha, las señalizaciones necesarias que permitan el regreso de la navegabilidad segura en el lago formado en el río Paraná como consecuencia de la Represa Yaciretá.

2) Cual es el organismo responsable de confeccionar, distribuir y difundir las cartas náuticas y cuarteronas actualizadas de toda la zona de embalse aludida en el punto primero y para qué fecha tienen prevista su actualización conforme a estudio del terreno.

3) Si la Prefectura Naval Argentina ha celebrado convenios de cooperación con la Provincia de Misiones u algún organismo nacional o provincial o particular referido al control de pesca fluvial y la lucha contra la contaminación de las aguas.

4) Si algún organismo nacional tiene previsto formar un equipo de élite capaz y eficiente con rastreadores, buzos y rescatistas entrenados que actúe en situaciones de crisis para salvaguardar la vida de los navegantes y deportistas que utilizan el río Paraná en la zona del embalse de la represa Yaciretá.

5) Si Prefectura Naval Argentina u otro organismo nacional tiene prevista la adquisición del equipamiento de navegación mínimo, insumos y comunicación de última generación necesarios para actuar diligentemente en situaciones de emergencia.

6) En el supuesto de que se hubieran tomado medidas, cuáles han sido las razones por las cuales las mismas se tornaron ineficaces a la luz de los hechos sucedidos hasta la fecha en la zona del embalse de la represa Yaciretá.

Señor presidente:

El presente proyecto fue presentado bajo el número de expediente 2800-D-2011.

Las obras complementarias de la hidroeléctrica Yaciretá, emplazada sobre el río Paraná a la altura de la localidad argentina de Ituzaingó han dejado mucho que desear. Lejos de las promesas de bienestar a la población, de mejora en la navegabilidad del río, de construcción de las defensas costeras adecuadas, de promoción del deporte náutico y fortalecimiento de la actividad pesquera de la zona, entre otras cosas, la realidad es una suma de inconvenientes en el uso del río que se vienen reflejando desde hace un tiempo pero a lo que las autoridades responsables hacen caso omiso.

Los trabajos de defensa costera, ejecutados aceleradamente para permitir la elevación del embalse a su cota final de 83 metros, apenas apuntaron aunque mal, a evitar que las aguas inunden las ciudades y poblaciones aledañas de Posadas, Garupá y Candelaria del lado argentino y la ciudad de Encarnación y poblados cercanos en el Paraguay.

Construcciones consideradas reliquias arquitectónicas y testimonio de un importante desarrollo de la ciudad de Encarnación como la antigua estación de trenes, por ejemplo, fueron reducidas a un montón de escombros que ni siquiera se tomaron el tiempo de retirar antes que el agua inunde el sector, lo mismo ocurrió con los vagones de cargas de esa populosa localidad.

Se han dejado estas construcciones abandonadas y ahora se pudren en el agua, tanto del lado argentino como paraguayo; casas particulares semi hundidas, baños, letrinas, árboles cortados a la mitad o a pelo de agua dejando sus puntas solamente, emergiendo en algunos lugares troncos de madera dura que constituyen un verdadero peligro para la navegación en general, como los palos y caños que se visualizan por doquier.

Es realmente imposible entender pero, las últimas tragedias sufridas en el río por deportistas de la actividad del canotaje, pesca, natación y náutica a motor y vela, indican que gravísimas falencias existen en la seguridad del río Paraná en la zona afectada por la represa, que impiden y obstaculizarán a futuro, su uso regular.

Basta recordar los casos de pérdidas de vida, como las sufridas por los remeros Fabián Romero y Luciano Barbieri en el año 2007, mientras practicaban su deporte favorito, en la zona de Ombú; la mayor tragedia deportiva de la historia nacional, ocurrida en el 2010 con el fallecimiento de los ocho nadadores que participaban del tradicional Cruce del Paraná; el fallecimiento del velerista Pedro Montiel y el hundimiento y posterior desaparición de su embarcación a vela en el año 2009, las dificultades de búsqueda de los cuerpos en los accidentes de pescadores, por mencionar solo algunos casos.

Para describir esta lamentable situación, es oportuno recordar las palabras de dos eximios y reconocidos deportistas en el ambiente provincial, el ex campeón de aguas abiertas, hoy Presidente del Colegio de Abogados de la Provincia, Dr. Rodrigo Bacigaluppi y el profesor de generaciones de remeros, Claudio Colombo.

Decía el abogado en declaraciones a la prensa, cuando organizaba la búsqueda de los nadadores perdidos en el año 2010: "...Los pescadores que dominaban al río ya desaparecieron por falta de especies o porque se sienten desconcertados por el estado del Paraná. ¡No hay baqueanos en el río! Es como un gran laberinto lleno de obstáculos...". Para denunciar luego que: "...una gran responsabilidad por el estado en el que está el río es de la represa. Saqué fotos de los palos y habría que tomarse el trabajo de hacer un documental de cómo quedó el Paraná, cómo destruyeron al río. Lo inexplicable es como el Estado no sacó los palos. Es innavegable"...." Es como buscar una aguja en un pajar..." Para revelar luego como se distribuyeron las zonas para el rescate de los nadadores desaparecidos: "...Prefectura no cuenta con cartas náuticas. ¿Sabes como hicimos? explicaba a un reportero del diario primera edición del 24 de enero de 2010 "....Bajamos de internet un mapa. Se pidieron cartas del río pero Prefectura no previó ninguna organización, no vino un solo tipo a decirnos es así o no es así..." Agregaba luego, "...falta formar un equipo capaz y con los conocimientos necesarios para atender situaciones de crisis como la que nos costaron hasta el momento...". "...Lo que pasó, pasó. Lo que hay que prever es que para la próxima tragedia, que va a ocurrir con este rio como está-Dios quiera que no sea mayor-, es que haya un grupo civil y también de Prefectura...". "...de no menos de cincuenta personas, tipo rescatistas, que sean voluntarios, entrenados, no rentados, con un especialista o coordinador, no ñoquis que llegada la crisis no estén y haya que buscarlos con un avión. ¡No hay buzos! No hay quien haga rastreos. Hay un desinterés total por lo que pasa.

Por sus parte, el Profesor de canotaje con mas de 30 años de experiencia Claudio Colombo denunciaba luego de la desaparición de los remeros: "...Aguas debajo de Ombú, la EBY ha dejado los árboles a flor de agua y eso es muy peligroso para los que hacemos canotaje...". "...Uno de los temas es que las costas hoy ya tienen mucha profundidad, no hay costas, sumado a la contaminación que hay y que se nota..."

A esta situación se agregan múltiples denuncias públicas de legisladores de la Provincia de Misiones del Peronismo Federal y pedidos de informes e investigación parlamentaria como el que presentara el autor de este proyecto ante el Congreso de la Nación por la limpieza del río y los riesgos sanitarios. En el Paraguay, por supuesto, los legisladores no se quedaron a la zaga y ya en el año 2008, también concejales electos y en ejercicio de Encarnación, entre otros, presentaron una denuncia en contra de los directores ejecutivos de la Eby ante la Fiscalía Adjunta Área Quinta del Ministerio Público por delitos contra el medio ambiente. Alegan el gravísimo impacto ambiental que la elevación de la cota del río a niveles no permitidos produce a la zona ribereña. Protestan fuertemente porque el mal tratamiento costero trae y trajo aparejada la anegación por aguas servidas, exposición de la población a enfermedades epidemiológicas y de tipo respiratorio.

Señor Presidente, la obra ya está hecha, ya se hizo, pero obligado es reconocer, que toda esta problemática exige la adopción de fuertes medidas de seguridad costera en la zona ribereña afectada por el lago.

Las salvaguardas sanitarias elementales y lógicas ya planteadas son inminentes. Asimismo la protección de la vida de todas aquellas personas que hacen uso del río Paraná, como pescadores, nadadores, remeros, windsurfistas, esquiadores y navegantes a vela o a motor en general.

Estas últimas funciones, las de salvaguarda de la vida están asignadas en nuestra legislación a la Prefectura Naval Argentina, organismo nacional dependiente del Ministerio de Seguridad a cargo de la Sra. Nilda Garré, quien cuenta con una fuerte organización administrativa y técnica desde la Dirección General de Seguridad y las Direcciones de Seguridad de la Navegación y de Protección Medioambiental. A nivel regional, contamos con la Prefectura de Zona Alto Paraná dirigida por el Prefecto Mayor Claudio Daniel Silva y por supuesto sus subdelegaciones locales. Organización administrativa hay.

Pero, por supuesto, dable es reconocer además, que existen otras instituciones creadas por el Gobierno Nacional que también tienen que ver con esta cuestión de la seguridad de la actividad del río y su buen uso y conservación. Por un lado, el Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios dirigido por el Arq. Julio de Vido, en cuyo organigrama funcional están creadas las Subsecretarías de Recursos Hídricos y la de Puertos y Vías navegables, ambas, dependientes de la Secretaría de Transportes de la Nación. Esta última Subsecretaría, que tiene a su vez a cargo la Dirección Nacional de Vías Navegables es la responsable de "ejercer el control de los trabajos de dragado, balizamiento y relevamiento de las vías navegables troncales", como asimismo la de "intervenir y preparar la documentación y especificaciones relativas a los trabajos de dragado, relevamiento y señalización por administración o por terceros", como lo ilustra en su página webb el Estado Nacional (www.sspyvn.gov.ar) y finalmente, Sr. Presidente, la gran responsable, la Entidad Binacional Yaciretá (EBY), organismo de carácter binacional encargada de la obra hidroeléctrica y que contratara oportunamente la limpieza del río Paraná y de las costas afectadas por el megaemprendimiento.

Mucho ha transcurrido el tiempo, mucho se ha reclamado la debida limpieza del lago y el buen tratamiento costero, mucho se pagado desde el erario público a empresas particulares, contratistas y subcontratistas para el cumplimiento de estas tareas pero, lamentablemente, no se hicieron los deberes y todas esas millonarias erogaciones no sirvieron ni sirven al pueblo afectado por la represa.

Concretamente señor presidente, muchas dependencias administrativas, muchas subsecretarías, direcciones generales y organismos involucrados pero hasta el día de la fecha quien se haga responsable de terrible daño ambiental, de seguridad y de salud de los ciudadanos afectados no aparece. Y lo que es peor aún, ahora se pretenden construir mas represas en nuestro territorio en contra de la voluntad de la mayoría de los misioneros.

El Servicio de Hidrografía Naval, dependiente de la Armada Argentina está en condiciones de confeccionar las cartas náuticas y cuarterones, que indiquen las distintas profundidades del agua, las alturas del terreno, la naturaleza del fondo, los detalles de la costa, los peligros a la navegación, la localización de luces, boyas, y señalamientos y otras ayudas a los navegantes sean deportistas o no, pero hasta la fecha, no se advierte se hayan efectuado los relevamientos y sondajes que permitan su confección y pronta puesta en conocimiento de todos los usuarios.

Casas de material enteras están semi hundidas en la costa de Posadas, a metros de la Casa Rosada donde ejerce el Gobernador de la Provincia y estos instrumentos esenciales para la navegación náutica, actualizados como deberían estar, no se encuentran a disposición del usuario común. Es tal la desidia de las autoridades y su mal manejo de estos deberes que en plena costanera, enfrente al ex Puerto Posadeño, veían este año los caminantes como, desde un humilde bote de madera, obreros de Yaciretá o la Municipalidad de Posadas o vaya a saber quien, serruchaban la parte superior de un árbol cercano al edificio prefecturiano, haciendo malabares para no caerse, cuando esa actividad se la debería haber hecho con la debida antelación y con carácter previo al llenado completo del lago.

Las faltas al cumplimiento de los deberes son muchas, las carencias de la población misionera y posadeña mayores aún, por ello se hace de suma necesidad requerir un pronto informe al gobierno nacional, a través de los organismos que resulten pertinentes, acerca de cuales son las medidas y planes de acción a encarar para que la seguridad de la navegación y el regreso de las actividades náuticas, hoy prácticamente inexistentes, vuelvan a las costas de ambas márgenes del Río Paraná.

El Ministerio de Seguridad a cargo de la Sra. Nilda Garré, el organismo de su dependencia, la Prefectura Naval Argentina a cargo del Prefecto General Dn. Oscar Adolfo Arce, la Dirección General de Seguridad a cargo del Prefecto Dn. José María de Bardeci, la Dirección de Policía de la Seguridad de la Navegación a cargo del Prefecto General Dn Andrés Manuel Monzón; la Dirección de Protección Medioambiental a cargo del Prefecto General Dn. Luis Alberto Arroz; la Prefectura de Zona Alto Paraná dirigida por el Prefecto Mayor Claudio Daniel Silva; el Ministerio de Planificación Federal, de Inversión Pública y Servicios a cargo del Arq. Julio de Vido, sus Secretarías de Obras Públicas a cargo del Ing. José. López o de Recursos Hídricos a cargo del Ing. Fabián López o Subsecretaría de Puertos y Vías Navegables a cargo de Ricardo Luján; la Entidad Binacional Yaciretá dirigida en Argentina por el Arq. Oscar Thomas o la Municipalidad de Posadas a cargo del Ing. Orlando Franco?, ¿Quien informará sobre estos temas? Quien asumirá la responsabilidad por el deplorable estado del río Paraná en la zona afectada por la represa y sus consecuencias socio ambientales? Quién?

Por estas consideraciones Señor Presidente, y otras que sabrán exponerse al momento de su tratamiento, es que se solicita la aprobación del presente proyecto de Resolución.