La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:

Adherir a la celebración del "Día Internacional de Acción por la Salud de las Mujeres", instituido por la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo, de Naciones Unidas, realizada en el año 1.994, en El Cairo.

Señor presidente:

El 28 de Mayo se celebra el ''Día Internacional de Acción por la Salud de las Mujeres''. No queremos dejar pasar esta oportunidad sin adherir a esta Jornada que nos retrotrae a la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo (CIPD) de Naciones Unidas, realizada en El Cairo el año 1994 en la que 179 países aprobaron, en un consenso histórico, un Programa de Acción que hoy cumple 14 años. Debemos reconocer que, a más de 10 años de la declaración de Naciones Unidas, el mundo y nosotros estamos en deuda, ya que cada año, a escala mundial, más de medio millón de mujeres muere por causas maternas, incluyendo complicaciones de abortos clandestinos.

El embarazo es la principal causa de muerte en adolescentes de 15 a 19 años en todo el mundo. Cada año, ocurren más de 20 millones de abortos provocados en condiciones de clandestinidad y mueren alrededor de 78.000 mujeres por abortos riesgosos. Catorce millones de niñas y adolescentes entre 15 y 19 años, dan a luz, y cada día en el mundo, 6.000 jóvenes y adolescentes se infectan con el VIH/SIDA, uno cada 14 segundos, y la mayoría de ellos son mujeres. En América Latina y el Caribe cada año mueren cerca de 30.000 mujeres por causas maternas, siendo el aborto inseguro una de las principales causas. Frente a esta realidad, no podemos dejar de decir que estos números expresan lo que sucede entre nosotros, y que toca especialmente a las niñas, adolescentes y mujeres pobres. En la reunión de la Mesa Directiva Ampliada del Comité Especial sobre Población y Desarrollo de la CEPAL, desarrollada en Santiago de Chile, entre el 10 y 11 de Marzo de 2004, se aprobó por consenso una declaración que reafirma los acuerdos de El Cairo, con la sola reserva de EEUU. Esta declaración de Santiago se expide sobre los principales temas y compromisos de El Cairo '94. Los gobiernos ratificaron su voluntad política de continuar con esta tarea, lo que se reafirmó fines de junio del 2004 en Puerto Rico, en la reunión del Comité Especial sobre Población y Desarrollo.

Quisiéramos reiterar en esta oportunidad nuestro compromiso en la tarea de buscar la justicia y la equidad para las mujeres en condiciones de pobreza de nuestro país, para que no sean relegadas en la recuperación de sus derechos sexuales y reproductivos, y así puedan rescatar la libertad de ser ellas y superar la vergüenza de verse sometidas. Es que queremos superar, "la presión, la indiferencia y el desconocimiento que han sellado la herencia de la cultura machista sobre las mujeres. En esta concepción, los cuerpos de las mujeres -no sólo las mentes- han sido objeto de dominación.

Entendemos que es necesario lograr una coordinación de los programas nacionales con los provinciales, para aprovechar mejor los recursos y ser más eficaces en los logros de los objetivos de los distintos programas. Es indispensable avanzar, a través de políticas y programas, en la universalización de los servicios básicos de salud, educación y saneamiento ambiental, que tiendan a la erradicación de la pobreza y a la construcción de condiciones de vida y oportunidades igualitarias y equitativas entre hombres y mujeres. Debemos construir la voluntad política para lograr una visión incluyente, socialmente justa y verdaderamente democrática en el accionar de nuestros gobiernos. Para esto es preciso superar los "fundamentalismos oscurantistas" que discriminan las diferentes opciones, respetando los derechos humanos y la integridad de las personas que se ven amenazadas por falta de medidas de prevención contra el VIH/SIDA, por abortos practicados en condiciones inseguras, por la discriminación por edad en el caso de adolescentes, por el no reconocimiento de sus opciones sexuales o simplemente por la ausencia de información o acceso a servicios de salud sexual y reproductiva y en general, por falta de acceso a la atención de salud integral. Pero con declamaciones no alcanza. Para lograr que mujeres, hombres y jóvenes se beneficien de los avances discursivos surgidos en estas iniciativas, hay que pasar de la retórica a las acciones concretas. La voluntad política debe proveer en lo inmediato el flujo de recursos y acciones necesarios para plasmar en los hechos lo que dicen las leyes y programas en pro de los derechos humanos y de la justicia social. Por lo expuesto es que solicito a mis pares la aprobación de este Proyecto.