La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

1° Expresar su más enérgico repudio al atentado perpetrado contra el senador Robert Acevedo en la ciudad de Pedro Juan Caballero, República del Paraguay, el 26 de abril de 2010.

2° Manifestar su solidaridad con el senador y su firme respaldo a las instituciones democráticas en la República del Paraguay.

Señor presidente:

¿Atentado narco? (1)

En una de las zonas donde rige el estado de excepción desde el sábado atentaron contra un senador del oficialismo paraguayo. El legislador Robert Acevedo quedó gravemente herido y dos guardaespaldas murieron en la ciudad de Pedro Juan Caballero, en el norte. Acevedo, del gobernante Partido Liberal, conducía una camioneta cuando fue baleado por motociclistas que dispararon decenas de veces, según relataron fuentes policiales a los medios locales.

El senador es propietario de la radio Amambay y en varias oportunidades realizó denuncias públicas contra la corrupción y la mafia del narcotráfico. Derlis Arce, secretario del congresista, informó a la radio Ñandutí, de Asunción, que Acevedo recibió dos impactos de bala, uno de ellos de refilón, y se encuentra estable en la clínica San Lucas, de Pedro Juan Caballero, a 550 kilómetros al nordeste de Asunción, en la frontera con Brasil. "Fue un milagro. Se salvó porque se puso al volante de la camioneta, que tenía vidrios polarizados", dijo Arce. "Los asesinos creyeron que estaba en la parte de atrás. Además, uno de los guardaespaldas (Martínez) se abalanzó sobre él para cubrirlo", precisó Arce, citando el relato del senador antes de que fuera ingresado a terapia intensiva en estado consciente. Gabriel Alcaraz, conductor de un programa en la radio Amambay que auxilió al senador en el hospital, dijo que el político fue operado de un impacto de bala en el brazo y de un proyectil cerca del ojo izquierdo. Según Alcaraz, un motociclista que pasaba lo reconoció y lo llevó hasta el nosocomio.

Pedro Juan Caballero es la capital de Amambay, uno de los departamentos declarado el sábado en estado de excepción por el Parlamento, medida que pretende facilitar la captura de los miembros del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), un grupo guerrillero que ha reivindicado secuestros y asesinatos y al que se le atribuye la muerte de cuatro policías el miércoles pasado en Concepción, 500 kilómetros al norte de la capital. Sin embargo, la policía descartó alguna relación entre el EPP y el atentado contra Acevedo.

El estado de excepción rige por treinta días en cinco departamentos (provincias), donde el presidente Fernando Lugo ordenó el despliegue de unos mil policías y militares para rastrillar la zona. El gobierno insistió en que no se van a limitar ni derechos ni libertades de las personas y el único objetivo será capturar a miembros del EPP.

¿Señalando a los culpables? (2)

El senador paraguayo que se salvó de un atentado el lunes acusó al narcotráfico y no a la supuesta guerrilla que atemoriza a ganaderos y opositores. "Los responsables son narcotraficantes paraguayos asociados con brasileños. Ellos están infiltrados en la sociedad y son dueños de la vida y de la muerte. Me salvé de milagro", contó el liberal Robert Acevedo, desde su cama en una clínica privada en Pedro Juan Caballero, una ciudad fronteriza con Brasil. Según el senador, las bandas criminales de la zona le pusieron precio a su cabeza, 300 mil dólares. No obstante, adelantó que se quedará en esa ciudad hasta recuperarse totalmente. Después, prometió, volverá a Asunción a ocupar su banca.

El día 27 lo visitaron el ministro del Interior, Rafael Filizzola, y el presidente del Congreso, Miguel Carrizosa. Ninguno quiso señalar sospechosos, pero sí reconocieron que la violencia está en ascenso en la región. "Aquí se alquilan gatillos con facilidad", sentenció el líder del Parlamento. Según relató Acevedo, un grupo de sicarios tiroteó la camioneta que manejaba y, como pensaban que él viajaba en el asiento de atrás, se salvó. "Me bajé de la camioneta y, herido, pasé frente a ellos y no me reconocieron", aseguró el senador liberal. Para él, sus atacantes no eran de la ciudad ni del departamento, Amambay.

Mientras Acevedo desechaba la hipótesis de un nuevo atentado del Ejército Popular Paraguayo (EPP), el presidente Fernando Lugo se reunía con la Corte Suprema para garantizar que no se cometerán excesos al amparo del estado de excepción, promulgado el fin de semana pasado para cinco departamentos del norte del país, entre ellos Amambay.

Consideraciones finales

Como representantes del pueblo argentino, consustanciados con la plena vigencia de las instituciones democráticas y de los derechos humanos fundamentales, sentimos la necesidad de expresar nuestro repudio al atentado perpetrado y nuestra solidaridad, en el sentido expuesto en la parte resolutiva. Por ello solicitamos la aprobación de este proyecto de resolución.