La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Rendir homenaje a Don Ricardo Molinas ejemplo de ética y coherencia política, de honestidad y de compromiso militante a favor de los derechos humanos.

Señor presidente:

El 22 de mayo de 2006 falleció el Dr. Ricardo Molinas, ejemplo de lucha y convicción, de autenticidad y de conducta.

Nació pocos días antes de la Reforma Universitaria de 1918 -un 11 de junio- lo que parecía una premonición de tiempos nuevos, de esperanza en que las cosas podían cambiar rápidamente , aunque el tiempo demostrara que las cosas no cambian tan rápidamente.

Su vida se inicia en un hogar de lucha, de una gran dignidad y de una gran autoridad republicana. Don Luciano - su padre- fue un estadista con pasión por las finanzas, un gran Gobernador santafesino. Llevó adelante las ideas de don Lisandro de la Torre, en materia de modernización institucional, de autonomía municipal, del voto femenino veinte años antes que fuera receptado en el orden nacional, ideas que quedaron plasmadas en la Constitución provincial de 1921. Luciano fue convencional constituyente en 1962, oportunidad en que recibió el mayor de los elogios por su actitud destinada a salvar el proceso de reforma en medio de una conflictiva situación política.

Asimismo, su padre, quien fuera un creyente ferviente y sincero, no vaciló en defender la separación de la Iglesia del Estado y la escuela laica. De él, Ricardo heredaría su vocación por lo público, por la política "con mayúscula", combinando su práctica con los principios y convicciones profundas.

Desde joven militó en las filas de la Democracia Progresista, guiado por la firmeza, los principios y la dignidad de don Lisandro de la Torre.

Fue un luchador incansable por la vigencia de los derechos humanos, la democracia y la ética política, lo que lo llevó al exilio en los difíciles años de la década del 70. Con el reestablecimiento de la democracia, asumió como Fiscal a cargo de la Fiscalía Nacional de Investigaciones Administrativas, cargo que ejerció desde 1984 hasta 1991, cuando fue ilegítimamente destituido pese a tener estabilidad en el cargo, por un decreto del Poder Ejecutivo de turno. Sus investigaciones permitieron conocer con nombre y apellido a muchos de los responsables del enorme vaciamiento patrimonial y de las maniobras corruptas realizadas en perjuicio del Estado en épocas de degradación, como por ejemplo el informe sobre la estatización de la deuda privada realizada durante la dictadura.

Alejado de su histórico partido, fue candidato a Gobernador -con orgullo he compartido la fórmula como candidato a vice-gobernador-. En el año 1991, asumió por segunda vez como Diputado Nacional junto a su amigo el Dr. Guillermo Estévez Boero. Desde el Parlamento realizó una importante labor legislativa, especialmente en el estudio del rol reparador del estado de la necesidad de atenuar el sistema presidencialista y de la defensa por la autodeterminación de los pueblos que luchan por su independencia.

En tiempos de ausencia de valores profundos, la figura de Ricardo Molinas ha brillado con luz propia. En este tiempo -como nos advierte Bobbio- donde no existen valores trascendentes, donde "todo es posible", si no luchamos y trabajamos con inteligencia, con tesón, con la coherencia de Ricardo Molinas, llegará un momento en que "nada" será posible.

Ricardo fue un constructor con humildad. Con respeto y silencio casi reverente estaba en cada lugar que demandaba su presencia. Lo hacía normalmente como uno más. No estaba donde lo esperaba la cámara fotográfica o la filmadora, sino donde lo necesitaba la gente. Décadas de vida patriótica y militante dedicadas al cambio y a aportar siempre lo mejor, siempre con una conducta coherente.

Siendo Fiscal Nacional de Investigaciones Administrativas o Diputado nacional viajaba en colectivo a Santa Fe a altas horas de la madrugada, sin guardaespaldas, sin custodia, a veces con amenazas por sus investigaciones. Su ejemplo de honestidad, de decencia y de ética política es un legado para las generaciones actuales y futuras.

Nosotros hemos tenido la suerte de compartir con él y de aprender a su lado muchísimas cosas: la coherencia, la decencia, la no complicidad con la degradación. También hemos aprendido que cuando uno tiene fe en sus posibilidades de lucha y cuando se cree en la honestidad y el compromiso de otro para encarar tareas juntos, un nuevo tiempo comienza. Vivió sin una contradicción en su pensamiento y sin una inconsecuencia en s conducta. Por ello, rendimos el presente homenaje en esta Cámara de Diputados de la Nación que honró con su desempeño.

Por lo expuesto, es que solicito la aprobación del presente Proyecto de Resolución.