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PROYECTO DE TP


Expediente 2842-D-2008
Sumario: OTORGAR JERARQUIA CONSTITUCIONAL A LA CONVENCION INTERAMERICANA PARA PREVENIR, SANCIONAR Y ERRADICAR LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER "CONVENCION DE BELEM DO PARA" APROBADA POR LA ASAMBLEA GENERAL DE LA OEA EN BELEM DO PARA, REPUBLICA FEDERATIVA DEL BRASIL, Y RATIFICADA POR NUESTRO PAIS POR LEY 24632.
Fecha: 04/06/2008
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 59
Proyecto
El Senado y Cámara de Diputados...


Artículo 1º: Otórgase jerarquía constitucional en los términos del artículo 75, inciso 22, de la Constitución Nacional, a la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer - "Convención de Belem do Pará", aprobada por la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos en su vigésimo cuarto período ordinario de sesiones, en Belem do Pará, República Federativa del Brasil, y aprobada por Ley 24632.
Artículo 2º: Comuníquese al Poder Ejecutivo.

FUNDAMENTOS

Proyecto
Señor presidente:


Este proyecto es reproducción del Expediente 5057-D-2006, con tramite parlamentario 124 (05/09/2006).
El proyecto que traigo a consideración de esta Honorable Cámara otorga jerarquía constitucional a la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer.
Dicha Convención fue adoptada en el Vigésimo Cuarto Período Ordinario de Sesiones de la Asamblea General de la OEA, el 9 de junio de 1994 en Belem do Pará, Brasil, y fue ratificada por nuestro país, mediante la Ley 24362.
Los documentos que la Asamblea General toma como antecedentes y que se citan en los considerandos son: las conclusiones y recomendaciones de la Consulta Interamericana sobre la Mujer y la Violencia (1990), y la Declaración sobre la Erradicación de la Violencia contra la Mujer, adoptada en la XXV Asamblea de Delegadas de la CIM (Comisión Interamericana de Mujeres); la Resolución de la Asamblea General de la OEA AG/RES.1128 (1991), "Protección de la Mujer contra la Violencia"; el resultado del amplio proceso de consulta realizado por la CIM desde 1990 para el estudio y la elaboración de un proyecto de Convención sobre la Mujer y la Violencia y de la VI Asamblea Extraordinaria de Delegadas de la CIM.
En el preámbulo de la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer, los Estados Parte reconocen en la "Declaración Universal de los Derechos Humanos" y en otros instrumentos internacionales y regionales, haber plasmado en la comunidad internacional el respecto irrestricto a los Derechos Humanos. En este marco, los Estados Parte encuadran la violencia contra la mujer como una ofensa a la dignidad humana y una manifestación de las relaciones de poder históricamente desiguales entre varones y mujeres y como un hecho que trasciende todos los sectores de la sociedad, sin distinción de clase, raza, etnia, nivel económico, cultural, edad o religión, que afecta las bases mismas de la sociedad.
La Convención cuenta con 25 artículos, agrupados en 5 capítulos, a saber:
Capítulo I - Definición y ámbito de aplicación: Se entiendo por violencia a cualquier acción o conducta basada en el género, que cause muerte, daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico a la mujer, tanto en el ámbito público como en el privado (Arts. 1 y 2)
Capítulo II - Derechos protegidos: Todos los derechos humanos y libertades consagradas por los instrumentos internacionales y regionales sobre Derechos Humanos (a la vida, integridad física, psíquica y moral, libertad y seguridad personales, protección a su familia, igualdad ante la ley, celeridad en procesos judiciales, libertad de asociación, libertad de conciencia y de culto, igualdad de acceso a las funciones públicas y a la toma de decisiones).
Igualmente todos los derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales consagrados en los instrumentos internacionales y regionales sobre Derechos Humanos.
Además, los derechos que se incluyen en el concepto de "vida libre de violencia": derecho a la no discriminación, a ser valorada y educada libre de patrones estereotipados basados en conceptos de inferioridad o subordinación. (Arts. 3 al 6)
Capítulo III - Deberes de los Estados: los Estados convienen en adoptar políticas orientadas a prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres, a fin de hacer efectiva la Convención:
a) Acciones convenidas: velar porque las autoridades, funcionarios e instituciones se abstengan de cualquier acción de violencia contra la mujer; diligencia en la prevención; investigación y sanción de los hechos de violencia, así como en los procesos judiciales y administrativos; incluir en la legislación interna las normas necesarias -penales, civiles, administrativas- para combatir la violencia; asimismo, la abolición de normas o prácticas que admitan violencia contra la mujer;
b) Acciones convenidas - medidas específicas que se comprometen a adoptar los Estados Parte en formas progresivas: fomentar el conocimiento y observancia del derecho de la mujer a una vida libre de violencia; modificar los patrones socio-culturales de conducta, especialmente en el diseño de programas de educación; capacitación de personal de la administración pública encargado de la aplicación de las leyes relativas a la violencia contra la mujer; suministrar servicios para la atención de las víctimas de violencia y su inserción social plena; alertar a los medios de comunicación para que contribuyan a erradicar la violencia y a resaltar la dignidad de la mujer; garantizar la investigación y la recopilación de estadísticas e información pertinente que permita evaluar la eficacia de las medidas propuestas; promover la cooperación internacional para el intercambio de experiencias y la ejecución de programas contra la violencia;
c) Acciones convenidas: la Convención recomienda a los Estados Parte que al adoptar las medidas a que se refiere el Capítulo III, tengan especialmente en cuenta la vulnerabilidad a la violencia que pudiere sufrir una mujer en razón de su raza, etnia, condición de migrante, refugiada, desplazada, entre otras. (Arts. 7 al 9)
Capítulo IV: Mecanismos Interamericanos de protección:
a) Los informes nacionales presentados por los Estados Parte a la CIM deberán incluir información sobre las medidas adoptadas para prevenir y erradicar la violencia contra la mujer;
b) Los Estados Parte y la CIM podrán requerir a la CIDH (Corte Interamericana de Derechos Humanos) opinión consultiva sobre la interpretación de esta convención;
c) Cualquier persona o grupo de personas o ONG legalmente reconocida en por lo menos uno de los Estados Parte miembros de la OEA puede presentar a la CIDH peticiones que contengan denuncias o quejas de violaciones del Art. 7 de la Convención por un Estado Parte. (Arts. 8 al 12)
Capítulo V: Disposiciones generales referidas a la entrada en vigor, reservas, enmiendas a la Convención. (Arts. 13 al 25)
Asimismo, quisiera destacar que se ha creado un mecanismo, en el ámbito de la OEA, para dar seguimiento a los compromisos asumidos por los Estados Parte y analizar la forma en que están siendo implementados los avances alcanzados y que además contribuye a fortalecer la aplicación de dicha Convención. Este Comité de expertas/os está compuesto por un/a integrante de cada país, que actúa de forma independiente y garantiza el cumplimiento de la Convención de Belem do Pará. Por su parte, la Republica Argentina ha designado una experta en el tema de violencia contra las mujeres que actúa en forma independiente en el Comité de Seguimiento de la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer.
La presente Convención es un tratado trascendental para la garantía, de manera concreta y directa, de derechos humanos fundamentales como lo es la protección de la mujer contra la violencia. Conferirle rango constitucional es lograr un avance considerable en el respeto por los derechos de las mujeres, condición básica y necesaria para fomentar su desarrollo individual y social, y su plena e igualitaria participación en todos los aspectos de la vida pública y privada.
Es, además, un adelanto en la construcción de un marco jurídico para encuadrar toda acción de políticas públicas destinada a prevenir y erradicar la violencia contra las mujeres, ya que se ocupa específicamente de la violencia originada en las relaciones de poder desigual entre varones y mujeres.
No es menor la importancia de contar en el marco jurídico con una norma constitucional como la presente, especialmente si se observa el nivel endémico (así lo califica la Organización Panamericana de la Salud) que ha alcanzado la violencia en el continente latinoamericano.
En la espiral creciente de violencia, según diversos estudios internacionales de público acceso, las principales víctimas son las mujeres. Por esta razón, las naciones más avanzadas del mundo han adecuado sus legislaciones internas y no han ahorrado esfuerzos en proteger a las mujeres del flagelo de la violencia.
Entre tanto, en nuestro país mueren al año unas cuatrocientas mujeres víctimas de la violencia a que son sometidas, por mencionar el extremo, sin perder de vista que más de la mitad de las argentinas están sujetas al abuso psicológico y entre un 10 % y un 30 % de ellas son sometidas al abuso físico. La falta de un registro adecuado de estadísticas oficiales sobre el número de víctimas de estos abusos, no justifica distraer la mirada de un problema que las mujeres de nuestro país padecen, casi siempre en silencio.
Conferirle rango constitucional a la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer es una de las maneras de darle primacía en nuestro ordenamiento jurídico al respeto por la vida de las mujeres; al respeto por su integridad física, psíquica y moral; al respeto por su dignidad; al derecho que tenemos las mujeres de ser libres de toda forma de discriminación, de ser educadas libremente, sin permisión de conceptos de inferioridad o subordinación. En síntesis, la posibilidad que se presenta es la de reconocer concretamente nuestra dignidad de personas por encima de todas las cosas.
Son estos los motivos por los que solicito a las diputadas y diputados que acompañen y apoyen el presente proyecto de Ley.
ANEXO
CONVENCION INTERAMERICANA PARA PREVENIR, SANCIONAR Y ERRADICAR LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER
"CONVENCION DE BELEM DO PARA"
LOS ESTADOS PARTES DE LA PRESENTE CONVENCIÓN, RECONOCIENDO que el respeto irrestricto a los derechos humanos ha sido consagrado en la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre y en la Declaración Universal de los Derechos Humanos y reafirmado en otros instrumentos internacionales y regionales;
AFIRMANDO que la violencia contra la mujer constituye una violación de los derechos humanos y las libertades fundamentales y limita total o parcialmente a la mujer el reconocimiento, goce y ejercicio de tales derechos y libertades;
PREOCUPADOS porque la violencia contra la mujer es una ofensa a la dignidad humana y una manifestación de las relaciones de poder históricamente desiguales entre mujeres y hombres;
RECORDANDO la Declaración sobre la Erradicación de la Violencia contra la Mujer, adoptada por la Vigésimoquinta Asamblea de Delegadas de la Comisión Interamericana de Mujeres, y afirmando que la violencia contra la mujer trasciende todos los sectores de la sociedad independientemente de su clase, raza o grupo étnico, nivel de ingresos, cultura, nivel educacional, edad o religión y afecta negativamente sus propias bases; CONVENCIDOS de que la eliminación de la violencia contra la mujer es condición indispensable para su desarrollo individual y social y su plena e igualitaria participación en todas las esferas de vida, y
CONVENCIDOS de que la adopción de una convención para prevenir, sancionar y erradicar toda forma de violencia contra la mujer, en el ámbito de la Organización de los Estados Americanos, constituye una positiva contribución para proteger los derechos de la mujer y eliminar las situaciones de violencia que puedan afectarlas, HAN CONVENIDO en lo siguiente:
CAPITULO I
DEFINICION Y AMBITO DE APLICACION
Artículo 1
Para los efectos de esta Convención debe entenderse por violencia contra la mujer cualquier acción o conducta, basada en su género, que cause muerte, daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico a la mujer, tanto en el ámbito público como en el privado. Artículo 2
Se entenderá que violencia contra la mujer incluye la violencia física, sexual y psicológica: a. que tenga lugar dentro de la familia o unidad doméstica o en cualquier otra relación interpersonal, ya sea que el agresor comparta o haya compartido el mismo domicilio que la mujer, y que comprende, entre otros, violación, maltrato y abuso sexual; b. que tenga lugar en la comunidad y sea perpetrada por cualquier persona y que comprende, entre otros, violación, abuso sexual, tortura, trata de personas, prostitución forzada, secuestro y acoso sexual en el lugar de trabajo, así como en instituciones educativas, establecimientos de salud o cualquier otro lugar, y
c. que sea perpetrada o tolerada por el Estado o sus agentes, donde quiera que ocurra. CAPITULO II
DERECHOS PROTEGIDOS
Artículo 3
Toda mujer tiene derecho a una vida libre de violencia, tanto en el ámbito público como en el privado.
Artículo 4
Toda mujer tiene derecho al reconocimiento, goce, ejercicio y protección de todos los derechos humanos y a las libertades consagradas por los instrumentos regionales e internacionales sobre derechos humanos. Estos derechos comprenden, entre otros: a. el derecho a que se respete su vida;
b. el derecho a que se respete su integridad física, psíquica y moral;
c. el derecho a la libertad y a la seguridad personales;
d. el derecho a no ser sometida a torturas;
e. el derecho a que se respete la dignidad inherente a su persona y que se proteja a su familia; f. el derecho a igualdad de protección ante la ley y de la ley;
g. el derecho a un recurso sencillo y rápido ante los tribunales competentes, que la ampare contra actos que violen sus derechos;
h. el derecho a libertad de asociación;
i. el derecho a la libertad de profesar la religión y las creencias propias dentro de la ley, y j. el derecho a tener igualdad de acceso a las funciones públicas de su país y a participar en los asuntos públicos, incluyendo la toma de decisiones.
Artículo 5
Toda mujer podrá ejercer libre y plenamente sus derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales y contará con la total protección de esos derechos consagrados en los instrumentos regionales e internacionales sobre derechos humanos. Los Estados Partes reconocen que la violencia contra la mujer impide y anula el ejercicio de esos derechos.
Artículo 6
El derecho de toda mujer a una vida libre de violencia incluye, entre otros: a. el derecho de la mujer a ser libre de toda forma de discriminación, y b. el derecho de la mujer a ser valorada y educada libre de patrones estereotipados de comportamiento y prácticas sociales y culturales basadas en conceptos de inferioridad o subordinación. CAPITULO III
DEBERES DE LOS ESTADOS
Artículo 7
Los Estados Partes condenan todas las formas de violencia contra la mujer y convienen en adoptar, por todos los medios apropiados y sin dilaciones, políticas orientadas a prevenir, sancionar y erradicar dicha violencia y en llevar a cabo lo siguiente: a. abstenerse de cualquier acción o práctica de violencia contra la mujer y velar por que las autoridades, sus funcionarios, personal y agentes e instituciones se comporten de conformidad con esta obligación;
b. actuar con la debida diligencia para prevenir, investigar y sancionar la violencia contra la mujer;
c. incluir en su legislación interna normas penales, civiles y administrativas, así como las de otra naturaleza que sean necesarias para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer y adoptar las medidas administrativas apropiadas que sean del caso; d. adoptar medidas jurídicas para conminar al agresor a abstenerse de hostigar, intimidar, amenazar, dañar o poner en peligro la vida de la mujer de cualquier forma que atente contra su integridad o perjudique su propiedad;
e. tomar todas las medidas apropiadas, incluyendo medidas de tipo legislativo, para modificar o abolir leyes y reglamentos vigentes, o para modificar prácticas jurídicas o consuetudinarias que respalden la persistencia o la tolerancia de la violencia contra la mujer; f. establecer procedimientos legales justos y eficaces para la mujer que haya sido sometida a violencia, que incluyan, entre otros, medidas de protección, un juicio oportuno y el acceso efectivo a tales procedimientos;
g. establecer los mecanismos judiciales y administrativos necesarios para asegurar que la mujer objeto de violencia tenga acceso efectivo a resarcimiento, reparación del daño u otros medios de compensación justos y eficaces, y
h. adoptar las disposiciones legislativas o de otra índole que sean necesarias para hacer efectiva esta Convención.
Artículo 8
Los Estados Partes convienen en adoptar, en forma progresiva, medidas específicas, inclusive programas para:
fomentar el conocimiento y la observancia del derecho de la mujer a una vida libre de violencia, y el derecho de la mujer a que se respeten y protejan sus derechos humanos;
modificar los patrones socioculturales de conducta de hombres y mujeres, incluyendo el diseño de programas de educación formales y no formales apropiados a todo nivel del proceso educativo, para contrarrestar prejuicios y costumbres y todo otro tipo de prácticas que se basen en la premisa de la inferioridad o superioridad de cualquiera de los géneros o en los papeles estereotipados para el hombre y la mujer que legitimizan o exacerban la violencia contra la mujer;
fomentar la educación y capacitación del personal en la administración de justicia, policial y demás funcionarios encargados de la aplicación de la ley, así como del personal a cuyo cargo esté la aplicación de las políticas de prevención, sanción y eliminación de la violencia contra la mujer;
suministrar los servicios especializados apropiados para la atención necesaria a la mujer objeto de violencia, por medio de entidades de los sectores público y privado, inclusive refugios, servicios de orientación para toda la familia, cuando sea del caso, y cuidado y custodia de los menores afectados;
fomentar y apoyar programas de educación gubernamentales y del sector privado destinados a concientizar al público sobre los problemas relacionados con la violencia contra la mujer, los recursos legales y la reparación que corresponda;
ofrecer a la mujer objeto de violencia acceso a programas eficaces de rehabilitación y capacitación que le permitan participar plenamente en la vida pública, privada y social;
alentar a los medios de comunicación a elaborar directrices adecuadas de difusión que contribuyan a erradicar la violencia contra la mujer en todas sus formas y a realzar el respeto a la dignidad de la mujer;
garantizar la investigación y recopilación de estadísticas y demás información pertinente sobre las causas, consecuencias y frecuencia de la violencia contra la mujer, con el fin de evaluar la eficacia de las medidas para prevenir, sancionar y eliminar la violencia contra la mujer y de formular y aplicar los cambios que sean necesarios, y
promover la cooperación internacional para el intercambio de ideas y experiencias y la ejecución de programas encaminados a proteger a la mujer objeto de violencia.
Artículo 9
Para la adopción de las medidas a que se refiere este capítulo, los Estados Partes tendrán especialmente en cuenta la situación de vulnerabilidad a la violencia que pueda sufrir la mujer en razón, entre otras, de su raza o de su condición étnica, de migrante, refugiada o desplazada. En igual sentido se considerará a la mujer que es objeto de violencia cuando está embarazada, es discapacitada, menor de edad, anciana, o está en situación socioeconómica desfavorable o afectada por situaciones de conflictos armados o de privación de su libertad.
CAPITULO IV
MECANISMOS INTERAMERICANOS DE PROTECCION
Artículo 10
Con el propósito de proteger el derecho de la mujer a una vida libre de violencia, en los informes nacionales a la Comisión Interamericana de Mujeres, los Estados Partes deberán incluir información sobre las medidas adoptadas para prevenir y erradicar la violencia contra la mujer, para asistir a la mujer afectada por la violencia, así como sobre las dificultades que observen en la aplicación de las mismas y los factores que contribuyan a la violencia contra la mujer.
Artículo 11
Los Estados Partes en esta Convención y la Comisión Interamericana de Mujeres, podrán requerir a la Corte Interamericana de Derechos Humanos opinión consultiva sobre la interpretación de esta Convención.
Artículo 12
Cualquier persona o grupo de personas, o entidad no gubernamental legalmente reconocida en uno o más Estados miembros de la Organización, puede presentar a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos peticiones que contengan denuncias o quejas de violación del artículo 7 de la presente Convención por un Estado Parte, y la Comisión las considerará de acuerdo con las normas y los requisitos de procedimiento para la presentación y consideración de peticiones estipulados en la Convención Americana sobre Derechos Humanos y en el Estatuto y el Reglamento de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
CAPITULO V
DISPOSICIONES GENERALES
Artículo 13
Nada de lo dispuesto en la presente Convención podrá ser interpretado como restricción o limitación a la legislación interna de los Estados Partes que prevea iguales o mayores protecciones y garantías de los derechos de la mujer y salvaguardias adecuadas para prevenir y erradicar la violencia contra la mujer.
Artículo 14
Nada de lo dispuesto en la presente Convención podrá ser interpretado como restricción o limitación a la Convención Americana sobre Derechos Humanos o a otras convenciones internacionales sobre la materia que prevean iguales o mayores protecciones relacionadas con este tema.
Artículo 15
La presente Convención está abierta a la firma de todos los Estados miembros de la Organización de los Estados Americanos.
Artículo 16
La presente Convención está sujeta a ratificación. Los instrumentos de ratificación se depositarán en la Secretaría General de la Organización de los Estados Americanos. Artículo 17
La presente Convención queda abierta a la adhesión de cualquier otro Estado. Los instrumentos de adhesión se depositarán en la Secretaría General de la Organización de los Estados Americanos.
Artículo 18
Los Estados podrán formular reservas a la presente Convención al momento de aprobarla, firmarla, ratificarla o adherir a ella, siempre que:
no sean incompatibles con el objeto y propósito de la Convención;
no sean de carácter general y versen sobre una o más disposiciones específicas. Artículo 19
Cualquier Estado Parte puede someter a la Asamblea General, por conducto de la Comisión Interamericana de Mujeres, una propuesta de emnienda a esta Convención. Las enmiendas entrarán en vigor para los Estados ratificantes de las mismas en la fecha en que dos tercios de los Estados Partes hayan depositado el respectivo instrumento de ratificación. En cuanto al resto de los Estados Partes, entrarán en vigor en la fecha en que depositen sus respectivos instrumentos de ratificación.
Artículo 20
Los Estados Partes que tengan dos o más unidades territoriales en las que rijan distintos sistemas jurídicos relacionados con cuestiones tratadas en la presente Convención podrán declarar, en el momento de la firma, ratificación o adhesión, que la Convención se aplicará a todas sus unidades territoriales o solamente a una o más de ellas. Tales declaraciones podrán ser modificadas en cualquier momento mediante declaraciones ulteriores, que especificarán expresamente la o las unidades territoriales a las que se aplicará la presente Convención. Dichas declaraciones ulteriores se transmitirán a la Secretaría General de la Organización de los Estados Americanos y surtirán efecto treinta días después de recibidas.
Artículo 21
La presente Convención entrará en vigor el trigésimo día a partir de la fecha en que se haya depositado el segundo instrumento de ratificación. Para cada Estado que ratifique o adhiera a la Convención después de haber sido depositado el segundo instrumento de ratificación, entrará en vigor el trigésimo día a partir de la fecha en que tal Estado haya depositado su instrumento de ratificación o adhesión.
Artículo 22
El Secretario General informará a todos los Estados miembros de la Organización de los Estados Americanos de la entrada en vigor de la Convención.
Artículo 23
El Secretario General de la Organización de los Estados Americanos presentará un informe anual a los Estados miembros de la Organización sobre el estado de esta Convención, inclusive sobre las firmas, depósitos de instrumentos de ratificación, adhesión o declaraciones, así como las reservas que hubieren presentado los Estados Partes y, en su caso, el informe sobre las mismas.
Artículo 24
La presente Convención regirá indefinidamente, pero cualquiera de los Estados Partes podrá denunciarla mediante el depósito de un instrumento con ese fin en la Secretaría General de la Organización de los Estados Americanos. Un año después a partir de la fecha del depósito del instrumento de denuncia, la Convención cesará en sus efectos para el Estado denunciante, quedando subsistente para los demás Estados Partes. Artículo 25
El instrumento original de la presente Convención, cuyos textos en español, francés, inglés y portugués son igualmente auténticos, será depositado en la Secretaría General de la Organización de los Estados Americanos, la que enviará copia certificada de su texto para su registro y publicación a la Secretaría de las Naciones Unidas, de conformidad con el artículo 102 de la Carta de las Naciones Unidas. EN FE DE LO CUAL, los plenipotenciarios infrascritos, debidamente autorizados por sus respectivos gobiernos, firman el presente Convenio, que se llamará Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y erradicar la Violencia contra la Mujer "Convención de Belem do Pará".
HECHA EN LA CIUDAD DE BELEM DO PARA, BRASIL, el nueve de junio de mil novecientos noventa y cuatro.
Proyecto
Firmantes
Firmante Distrito Bloque
DI TULLIO, JULIANA BUENOS AIRES FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ
Giro a comisiones en Diputados
Comisión
ASUNTOS CONSTITUCIONALES (Primera Competencia)
FAMILIA, MUJER, NIÑEZ Y ADOLESCENCIA