La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Declarar de interés de esta H. Cámara la jornada de reciclado denominada "La FAUBA por el Medio Ambiente" a realizarse en la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires el 5 de Junio concurrente con el Día Internacional del Medio Ambiente, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Señor presidente:

En coincidencia con la celebración del Día Internacional del Medio Ambiente como uno de los principales vehículos que las Naciones Unidas utiliza para fomentar la sensibilización mundial sobre el medio ambiente y promover la atención y acción política al respecto, La Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (UBA) organiza una jornada abierta a la comunidad centrada en la problemática de los desechos y su reciclado.

Con la presentación del Ing. Agr. Lorenzo R. Basso, Decano FAUBA, y el Dr. José Paruelo, Director de la carrera de Ciencias Ambientales, aportarán sus experiencias funcionarios y técnicos vinculados a la Dirección Nacional de Reciclado y la Dirección General de Limpieza pertenecientes a la Subsecretaría de Higiene Urbana del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, así como responsables del Programa de Reciclado de Papel de la Fundación Garrahan. Asimismo, se presentará el Proyecto de Manejo Integral de los Residuos por el Ambiente (MIRA).

Todos sabemos que en la naturaleza se da una continua interacción entre los seres vivos y elementos como el aire, el agua y minerales, produciéndose una circulación ininterrumpida de materia. En cada ecosistema existen Productores-Consumidores y Descomponedores que permiten que los principales elementos, necesarios para la vida, se reciclen. En la naturaleza los desechos son constantemente reaprovechados. Todo es reciclado.

En un principio los productos elaborados con materias primas como el cuero, madera, algodón, cerámica y aun el hierro, eran fácilmente asimilados y los residuos se reciclaban normalmente. Con el tiempo, la cantidad de residuos fue creciendo en forma alarmante y muchos de ellos, debido a su composición, comenzaron a ser peligrosos por los daños causados sobre los ecosistemas al contaminar la tierra, el agua, el aire, envenenando animales y plantas, con graves perjuicios a la salud humana. Dicha situación derivó en la necesidad de reducir drásticamente su generación.

Con la aparición de la agricultura y la ganadería en el Neolítico, el humano ya no tuvo necesidad de desplazarse para conseguir alimento. Rápidamente, se crearon poblaciones -no espontáneas- que comenzaron a crecer y multiplicarse, produciendo una mayor cantidad y acumulación de desechos con dificultad para descomponerse y reciclarse

En su evolución, la especie humana produce a diario billones de toneladas de residuos, a razón de un kilo a un kilo y medio por persona de acuerdo a los ingresos. Cuanto mayor es el poder adquisitivo, más residuos se generan. Esta problemática ha derivado en la necesidad de implementar políticas de Estado a mediano y largo plazo, destinadas a desarrollar estrategias de gestión de los residuos en cuanto a su disposición final. Las más conocidas son la incineración, los rellenos sanitarios (evacuación en vertederos), los basurales clandestinos a cielo abierto y la recuperación de residuos pasibles de reciclar. En al ámbito de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, se ha comenzado a implementar la denominada "estrategia de las tres erres" que resume bien los objetivos a toda persona que quiera hacer algo en beneficio del medio natural, debe tratar de alcanzar: reducir al máximo la producción de residuos, reutilizar todo lo que sea aprovechable y reciclar todo lo que sea posible

Por lo tanto, una gestión adecuada de reciclaje de residuos está entre los asuntos ambientales más relevantes para el mantenimiento de la calidad del medio ambiente terrestre y especialmente para la búsqueda de un desarrollo adecuado y sostenible en todos los países, según la Agenda XXI de Río de Janeiro de 1992.

El artículo 41 de nuestra Constitución Nacional expresa: "Todos los habitantes gozan del derecho a un ambiente sano, equilibrado, apto para el desarrollo humano y para que las actividades productivas satisfagan las necesidades presentes sin comprometer las de las generaciones futuras; y tienen el deber de preservarlo. El daño ambiental generará prioritariamente la obligación de recomponer, según lo establezca la ley. Las autoridades proveerán a la protección de este derecho, a la utilización racional de los recursos naturales, a la preservación del patrimonio natural y cultural y de la diversidad biológica, y a la información y educación ambientales.

Corresponde a la Nación dictar las normas que contengan los presupuestos mínimos de protección, y a las provincias, las necesarias para complementarlas, sin que aquellas alteren las jurisdicciones locales.

Se prohíbe el ingreso al territorio nacional de residuos actual o potencialmente peligrosos, y de los radiactivos".

Por las razones expuestas, señor Presidente, y por considerar necesarias todas las acciones tendientes a difundir los aspectos vinculados al cuidado del medio ambiente, solicito el acompañamiento de mis pares para la aprobación de la presente iniciativa.