PROYECTO DE TP
Expediente 2780-D-2013
Sumario: EXPRESAR PREOCUPACION POR EL RETIRO DE EMPRESAS BRASILEÑAS DE ARGENTINA, COMO CONSECUENCIA DE VARIOS AÑOS DE INFLACION Y UN ENCARECIMIENTO DE LOS COSTOS EN DOLARES.
Fecha: 07/05/2013
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 43
La Cámara de Diputados de la Nación
RESUELVE:
Expresar su extrema preocupación ante el
retiro de Empresas Brasileñas de nuestro país, debido a la acumulación de varios años
de alta inflación y un encarecimiento de los costos en dólares.
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
La acumulación de varios años de
alta inflación y un encarecimiento de los costos en dólares, entre otras
variables, hicieron que las empresas brasileñas El enamoramiento de las
empresas brasileñas por activos en la Argentina comenzó cuando éstos se
habían abaratado tras la devaluación de 2002. En aquel tiempo sólo los
empresarios brasileños, más curtidos en colapsos económicos, se atrevían a
venir al país, a diferencia de europeos y norteamericanos. Pero ahora
comparten con ellos la misma actitud de cautela. Desde fines de 2012, la
minera Vale suspendió su megaproyecto Río Colorado, la fabricante de
sanitarios Deca Piazza cerró su planta, Petrobras anunció que venderá sus
refinerías y estaciones de servicios, pero no todos los casos son iguales, y el
resto de las empresas de este país permanece en la Argentina, aunque sin
embarcarse en proyectos de envergadura, como en el pasado reciente.
En la página web del Banco
Central argentino se puede rastrear qué sucedía con la inversión extranjera
directa entre 2004 y 2011. Hace nueve años, el país con más capital hundido
acá era España, seguida por Estados Unidos, Holanda y Francia. Pero entre
2004 y 2011 el mayor flujo de capitales no especulativos provino de la
superpotencia (8334 millones de dólares, muchos de los cuales fueron
reinversiones de empresas ya instaladas
hace tiempo) y después irrumpió
Brasil, que llegó a comprar empresas y desembolsó 5122 millones. Sólo más
atrás aparecieron Chile, con 2676 millones, y Holanda, España y Canadá, con
alrededor de 2200 millones cada uno.
Pero en 2012 la convivencia se
desgastó. La acumulación de varios años de alta inflación y un encarecimiento
de los costos en dólares , la ampliación del llamado cepo cambiario, con la
imposibilidad de que las compañías extranjeras giren a sus casas matrices las
utilidades, los honorarios o las regalías por uso de patentes o marcas, la mayor
brecha entre el dólar oficial y del contado con liqui (mecanismo legal de entrada
y salida de dólares mediante la compraventa de bonos y acciones argentinas
que cotizan afuera) cambiaron el humor de los empresarios brasileños sobre la
Argentina.
Contribuyó también a empeorar
ese humor la generalización de las trabas a las importaciones, el congelamiento
de precios en los supermercados y el control gubernamental de las estructuras
de negocios.
Algunos de estos argumentos
fueron esgrimidos por Vale para justificar la suspensión de su inversión de 6000
millones de dólares en la mina de potasio y el ferrocarril y el puerto para
exportarlo, obras en las que iban a trabajar 6000 obreros. La casa matriz de la
minera, afectada por la caída del precio internacional de su principal producto,
el hierro, había
decidido a fines de 2012 reducir en
un cuarto sus inversiones en 2013, y eligió hacerlo en la Argentina y Canadá,
pero no en Brasil y otros países.
Deca Piazza, del grupo Duratex,
despidió a los 140 operarios de su fábrica con el argumento de la pérdida de
competitividad, aunque seguirá manteniendo su marca en la Argentina.
Petrobras, en cambio, está vendiendo activos en todos los países porque
necesita hacer caja para sus fuertes necesidades de capital para el desarrollo
de los campos de la plataforma pre-sal (que se encuentra ubicada cinco
kilómetros debajo del suelo del océano Atlántico en la plataforma continental
brasileña).
En este contexto, la Argentina no
es una excepción. En 2011 vendió una refinería y estaciones de servicios a Oil,
la petrolera del empresario kirchnerista Cristóbal López, por US$ 100 millones.
En diciembre pasado, la presidenta de Petrobras, Maria das Graças Foster, dijo
que en la Argentina mantendría sus activos de exploración y producción de
crudo, pero el resto de los activos formaban parte del plan de desinversión.
Después vendió por US$ 35 millones su porción minoritaria en Edesur al Grupo
Sadesa, de Guillermo Reca y Eduardo Escasany, principal accionista del Banco
Galicia. López e YPF suenan como candidatos a quedarse con dos refinerías y
las estaciones que le quedan a la petrolera de mayoría estatal brasileña
La fuerte inversión de frigoríficos
brasileños en la Argentina ha dado resultados dispares. El año pasado, el
presidente de JBS, Wesley Batista, dijo que no quería seguir perdiendo dinero
en el país, acusó al gobierno kirchnerista de "masacrar" el mercado de carne y
comentó que sólo operaba una de sus seis plantas. En cambio, Brasil Foods
pagó este año 40 millones de dólares por el 30% que aún no controlaba de la
avícola Avex. Marfrig es el otro frigorífico brasileño de fuerte presencia en la
Argentina.
"Se fueron Vale y Deca Piazza,
pero Petrobras está desinvirtiendo en todo el mundo. Más que una retirada de
empresas brasileñas, hay un compás de espera, no hay grandes proyectos de
inversión de las que ya están y el que quiere venir ve que otros se van",
describe uno de los consultores que más asesoran a las firmas del gigante
sudamericano con intereses en la Argentina, Dante Sica, director de
abeceb.com.
"En Brasil hay preocupación por la
situación económica que se vive en la Argentina. Las empresas ya radicadas en
el país miran la política interna y los cambios de reglas de juego. Dependiendo
del sector, han perdido competitividad. No quieren traer dólares al tipo de
cambio oficial y después girar las utilidades con contado con liqui a un precio
80% mayor. Se puede traer dinero con contado con liqui (es decir, con un tipo
de cambio más favorable al que tiene divisas), pero montos chicos, sólo para
comprar una máquina y no para montar una fábrica", aclara Sica.
Claro que Brasil, de crecimiento
modesto en los últimos años, a diferencia de las pasadas tasas chinas de la
Argentina, ahora comparte con ésta el crecimiento bajo, aunque la inflación
ascendente está lejos de la de acá, de 6,5% anual, y no rigen allá fuertes
controles a la salida de capitales.
"Las empresas brasileñas siguen
internacionalizándose, con el apoyo del Banco Nacional de Desarrollo Económico y
Social (Bndes), pero no hacia la Argentina. Aquí están en suspenso", cuenta el ex
secretario de Industria (ver infografía). "Pero la Argentina va a seguir siendo un lugar de
inversión brasileña. Es uno de los principales destinos de exportación de Brasil y la
Argentina sigue teniendo activos atrayentes, tiene buenas perspectivas de mediano
plazo, cuando haya mayor estabilidad macroeconómica. Puede que los empresarios
brasileños estén esperando una devaluación del peso, como en 2002, pero más esperan
señales de política económica más claras", agrega Sica.
En 2000 había 60 empresas
brasileñas en la Argentina. En la actualidad, 350. La salida de la minera Vale
llevó acarreada la suspensión de contratos con las constructoras Odebrecht,
Camargo Corrêa y Andrade Gutiérrez, que negó su retirada del país. Odebrecht
aspira a ganar las licitaciones para levantar dos represas en Santa Cruz y, si lo
hiciese, traería consigo la financiación del Bndes.
Si se pusiera en marcha el plan de
soterramiento del Ferrocarril Sarmiento, también allí podría prestar el Bndes,
aunque su regla es que pone dinero cuando hay empresas brasileñas de por
medio. Sin embargo, el presidente de la Cámara de Comercio Argentino
Brasileña (Cambras), Jorge Rodríguez Aparicio, comenta que ese proyecto está
"un poco parado". Rodríguez Aparicio dice lo mismo sobre nuevas compras de
aviones de la brasileña Embraer por parte de Aerolíneas Argentinas.
Otras empresas continúan con sus
inversiones para mantener la operación moderna y al compás de la demanda.
La imposibilidad de girar utilidades a sus casas matrices lleva a que las
reinviertan: algunas compran maquinaria, otras hacen una colocación financiera
a la espera de que algún día puedan remitirlas a Brasil o buscan oportunidades
en el deprimido mercado inmobiliario, según cuenta un abogado vinculado a
compañías brasileñas en la Argentina. Delicias de la vida de pareja.
El dilema entre reinvertir o malvender
En el universo de las empresas
brasileñas que ya están en el país y buscan mantener la rentabilidad están los
bancos Itaú y Patagonia (Banco do Brasil), en un sector que gana mucho
dinero; la cementera Loma Negra (del grupo Camargo Corrêa), que espera que
este año repunte la construcción; las textiles Alpargatas, Coteminas y Santana;
la fabricante de ómnibus Marco Polo y la de calzado Vulcabras, que aguardan
una mejora del consumo.
Las textiles y las de calzado se
instalaron en la Argentina desde 2004 porque las primeras trabas a la
importación ya les dificultaban abastecer desde Brasil. Entre 2011 y 2012
sobrevinieron más trabas a la importación, incluidas las de insumos y máquinas,
y los controles cambiarios. "El problema cambiario es una restricción muy difícil.
Una de las formas de sortearla es reinvirtiendo las ganancias en el país",
reconoció el presidente de Coteminas, Josué Gomes da Silva. Tampoco es fácil
irse, incluso para Vale, que aún sigue manteniendo la concesión para explotar
la mina de potasio en Mendoza y no quiere malvenderla. "El problema pasa
también por cómo salir. No basta vender: es necesario tirar el dinero", dijo el
presidente de la Asociación de Comercio Exterior de Brasil, José Augusto de
Castro.
Diferencias con el empresario
argentino
"Las empresas brasileñas están
con la misma preocupación que las argentinas", opina el presidente de
Cambras, Jorge Rodríguez Aparicio. La diferencia radica en que las firmas
argentinas, en principio, no deben retribuir a sus accionistas en el extranjero,
más allá de que siempre ha sido habitual la fuga de capitales de empresarios
locales. "El empresario por naturaleza corre riesgos, pero no puede tomar el
riesgo de que un cambio de reglas lo lleve a perder plata", añade Rodríguez
Aparicio. "Los que invierten es porque no tienen más remedio que hacerlo",
dice el presidente de Cambras. ¿Cómo que no tienen más remedio? "Son
empresas que se han comprometido a remodelar o ampliar la producción. Hay
empresas que ampliaron la planta con créditos del
Bicentenario (subsidiados),
después tuvieron dificultades para importar insumos para producir y al final
lograron una solución parcial. Brasil también es proteccionista contra la
Argentina, pero con reglas redactadas. En la calle de Brasil hay escepticismo
sobre la Argentina. La forma en que se aprobó la reforma judicial fue la gota
que colmó el vaso. Pero el empresario brasileño tiene actitud de más largo
plazo que el argentino, piensa que esto va a cambiar y la Argentina es su
mercado natural."
5122. Inversión brasileña
Son los millones de dólares que invirtieron
en su conjunto empresas brasileñas para comprar activos en la Argentina.
6000. Menos trabajo
Son los trabajadores que iba a emplear la
minera Vale, que decidió abandonar el país y el proyecto para extraer potasio.
350. Presencia en el país
Es la cantidad de empresas brasileñas que
tienen presencia en la Argentina, en su mayoría del sector textil y del calzado.
Fuente: LA NACION 5/5/2013
Por todo lo expuesto, es que vengo a
solicitar de mis pares la aprobación del presente proyecto.
Firmante | Distrito | Bloque |
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BIANCHI, IVANA MARIA | SAN LUIS | FRENTE PERONISTA |
Giro a comisiones en Diputados
Comisión |
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PRESUPUESTO Y HACIENDA (Primera Competencia) |