PROYECTO DE TP
Expediente 2762-D-2009
Sumario: EXPRESAR BENEPLACITO POR EL "ACTA DE COMPROMISO PARA LA ATENCION DE LOS CASOS DE VIOLENCIA DOMESTICA", ACORDADA EL DIA 12 DE MAYO DE 2009 ENTRE LAS PROVINCIAS DE CATAMARCA, TUCUMAN, SALTA, JUJUY Y SANTIAGO DEL ESTERO.
Fecha: 02/06/2009
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 59
La Cámara de Diputados de la Nación
RESUELVE:
Expresar beneplácito y reconocimiento por
el "Acta de Compromiso para la Atención de los Casos de Violencia Doméstica" acordada
entre las provincias de Catamarca, Tucumán, Salta, Jujuy y Santiago del Estero. El
encuentro se realizó el pasado 12 de mayo de 2.009 en la sede del Poder Judicial de
Tucumán y muestra el firme compromiso de las autoridades de los tres poderes de las
provincias del Noroeste Argentino en el tratamiento de esta problemática.
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
A través de este proyecto queremos
destacar una importante acción que han realizado los funcionarios de las provincias del
Noroeste Argentino (NOA) el pasado 12 de mayo. El "Acta de Compromiso para la
Atención de los Casos de Violencia Doméstica" implica un compromiso de parte de los
tres poderes de las provincias involucradas para la realización de medidas concretas que
atiendan la temática.
Según el acta, los Ejecutivos deberán
impulsar un trabajo de prevención para las personas en situaciones de riesgo. Además,
tienen que iniciar una campaña de concientización de la sociedad para construir una
cultura no violenta y asistir a las víctimas mediante equipos técnicos especialmente
capacitados.
El Poder Judicial debe promover la atención
de los casos y la formación de equipos interdisciplinarios con médicos psicólogos y
trabajadores sociales para que cada causa se aborde en su complejidad. El Poder
Legislativo, en tanto, tiene que vigilar la vigencia e impulsar la aprobación de leyes que
prohíban cualquier tipo de violencia.
El documento fue firmado por los
gobernadores de Catamarca, Eduardo Brizuela del Moral; de Salta, Juan Manuel
Urtubey; de Santiago del Estero, Gerardo Zamora; de Tucumán, José Alperovich; la
ministro de Desarrollo Social de Jujuy, Liliana Domínguez; funcionarios de las Cortes y
Superiores Tribunales de Justicia de las cinco provincias y presidentes y representantes
de los Poderes Legislativos.
El compromiso abordado implica constituir
equipos interdisciplinarios para un eficaz abordaje de este asunto en todas sus facetas.
El convenio fue promovido por la Junta Permanente de Cortes y Superiores Tribunales
de Justicia del NOA, como continuidad del pacto firmado en este tema con la Corte
Suprema de la Nación.
En su trabajo "Abordaje interdisciplinario
del síndrome de la mujer maltratada. Proceso secuencial", Mónica Liliana Dhomen
licenciada en psicología, especialista en violencia familiar expresa que "la violencia es
una forma de control que se apodera de la libertad y la dignidad de quien la padece. El
maltrato intrafamiliar es una de las manifestaciones que refleja la dominación masculina
y la subordinación femenina. El abuso de una conducta que efectiviza un grave
descenso en la autoestima, impidiendo el desarrollo de la persona como un sujeto
independiente". Esta opinión se ve reflejada en las estadísticas al respecto.
En la Argentina el 25% de las mujeres es
víctima de violencia y el 50% corre el riesgo de serlo en algún momento de sus vidas.
Así lo reveló un reciente estudio del Banco Interamericano de Desarrollo, que además
consignó que en una de cada cinco parejas hay violencia contra la mujer; y que el 42%
de las mujeres víctimas de homicidio fueron asesinadas por sus compañeros.
Según la ONG Red Solidaria, hay 240
asesinatos anuales de mujeres en el país, lo que equivale a decir que muere una cada
36 horas. La enorme complejidad de la violencia familiar requiere de una de
instrumentación múltiple para erradicarla.
Las asociaciones e instituciones que se
ocupan de la temática han insistido en la importancia fundamental que tiene la
prevención para tratar el tema. La sociedad patriarcal en la que vivimos conlleva
estereotipos de género que coadyuva a naturalizar una serie de conductas y situaciones
que de hecho constituyen violencia, pero que no son denunciadas por las víctimas por
considerarlas normales.
Los estereotipos de género más difundidos
señalan que los hombres son los máxima autoridad de la casa, independientes, libres,
individualistas, objetivos, racionales. A las mujeres, por el contrario, se las considera
dependientes, débiles, sumisas, emotivas, no inteligentes, reprimidas para el placer,
encargadas de las responsabilidades domésticas y de la crianza de los hijos.
Este imaginario acerca de lo que "deben
ser" un hombre y una mujer acarrea como consecuencia el uso de estrategias para
dominar el poder que pueden generar una escalada de violencia. Por ello es
imprescindible educar a las mujeres tempranamente, de ser posible desde las
instituciones escolares, en la detección de sucesos que deben ser advertidos en sus
orígenes para, de esta manera, impedir consecuencias irreparables.
Cuando muchas mujeres toman conciencia
de la victimización que han estado padeciendo durante largo tiempo, al iniciar el
proceso de cambio, la preocupación más grave se refiere a la dependencia económica:
el desempleo, con las consecuentes dificultades para conseguir trabajo y ubicar a sus
hijos en una institución, durante el horario laborable.
En esta instancia donde el Estado debe
tener un rol más activo, guiando y brindando oportunidades laborales a estas mujeres,
para sostenerlas en el tránsito hacia la emancipación. Es imprescindible ayudarlas en el
proceso de independizarse como individuos, en el desarrollo de su autoestima y
autonomía.
Las mujeres maltratadas no han
desarrollado muchos de los potenciales que posee todo ser pensante e independiente.
En su mayoría, se las ha educado para la dependencia, no sólo la económica (aún
cuando la mujer sea la que más gana o ha heredado mayores sumas de dinero) sino la
dependencia emocional, la dependencia personal de otros individuos. Aún siendo
sujetos capaces de enfrentar conflictos no están entrenadas para ello, sino para delegar
este tipo de responsabilidades en otros, en aquellos que "poseen el poder".
El primer paso para combatir este flagelo
es adiestrar a las mujeres en reconocer sus capacidades, enseñarlas que utilizar la
propia fuerza para obtener logros sociales, económicos y familiares es un derecho que
deben ejercer sin temores.
Es por ello que, a través de este proyecto,
cuyo acompañamiento solicito a mis pares para su aprobación, expresamos nuestro
reconocimiento a la concientización y la instrumentación de medidas para combatir este
flagelo social de la violencia familiar llevado a cabo por las autoridades del Noroeste
Argentino.
Firmante | Distrito | Bloque |
---|---|---|
PAROLI, RAUL OMAR | CATAMARCA | FRENTE CIVICO Y SOCIAL DE CATAMARCA |
VILARIÑO, JOSE ANTONIO | SALTA | FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ |
SALUM, OSVALDO RUBEN | SALTA | FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ |
MOISES, MARIA CAROLINA | JUJUY | FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ |
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