La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:

Su solidaridad hacia el Presidente del Club Atlético Independiente, Sr. Javier Cantero por la violenta irrupción, asalto y abordaje del que ha sido víctima, ocurrido el día 03 de Mayo de 2012 en su despacho del club, por más de treinta personas integrantes de la barra e hinchas simpatizantes del equipo de fútbol y perpetrada con evidentes fines intimidatorios y de amedrentamiento en la clara intención de presionar su voluntad en cuestiones de decisión que únicamente le corresponde a la dirigencia de la institución.

Señor presidente:

El Sr. Javier Cantero, que asumió su cargo como Presidente del Club Atlético Independiente el día 21 de diciembre de 2011, intentó desde el inicio de su gestión, impulsar una política destinada a desterrar y expulsar a los grupos e hinchas violentos del club.

A seis meses de ello, los violentos que vieron afectados sus ilegítimos intereses, reaccionaron de la misma manera violenta con la que suelen dirigir la totalidad de sus acciones cotidianas.

En efecto, el día 03 de Mayo de 2012, unas treinta personas hinchas fanáticos del club, comúnmente denominados "barras", irrumpieron en la sede e ingresaron por la fuerza y en forma violenta a la oficina del Presidente, Sr. Javier Cantero. Mientras unos ingresaban al despacho, otro grupo más numeroso controlaba los accesos y hacía "de campana".

Según trascendidos periodísticos, el grupo de amedrentadores, exigieron entre otras cosas la renuncia del gerente administrativo del club, Sr. Raffaele Rutigliano. Aunque el punto clave, habría sido que desde la dirigencia se les habían quitado los "privilegios" de los que aparentemente gozaban.

Actitudes como estas no hacen sino demostrar la difícil, peligrosa y ardua tarea que le espera a cualquier dirigente de club argentino que tenga la decisión y el coraje por emprender una sincera y comprometida lucha en pos de obtener el desmontaje de una violencia que existe dentro de los clubes de fútbol y cuyos actores son sujetos que aún cuando dicen pertenecer a la institución, la dañan con actos de probada irresponsabilidad y violencia, superponiendo sus egoístas intereses personales por los de la institución.

En la lucha por desterrar la violencia en las prácticas deportivas ningún esfuerzo que realicemos es en vano, y en ese espíritu corresponde apoyar a todos los dirigentes deportivos que se encuentren comprometidos con dicha causa.

Por lo expuesto, solicito a mis pares de la Cámara, la aprobación del presente Proyecto de Declaración.