PROYECTO DE TP
Expediente 2733-D-2008
Sumario: CALENDARIO ANUAL DE VACUNACION OBLIGATORIA Y GRATUITA: INCORPORACION DE LAS VACUNAS ANTIMENINGOCOCICAS Y ANTINEUMOCOCICAS COMERCIALIZADAS EN EL PAIS.
Fecha: 29/05/2008
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 55
El Senado y Cámara de Diputados...
Artículo 1º: Incorporase al
Calendario Anual de Vacunación Obligatoria y Gratuita las vacunas
antimeningocóccicas y antineumocóccicas comercializadas en el territorio
nacional
Artículo 2º: El Ministerio de Salud de
la Nación, en coordinación con el Consejo Federal de Salud, realizará una
Campaña Nacional de Difusión destinada a la prevención de la meningitis en
nuestro país, incluyendo toda información relativa a las vacunas importadas y
comercializadas en el territorio nacional.
Artículo 3º: Créase en el ámbito del
Ministerio de Salud de la Nación un programa especial destinado al fomento de la
investigación para la fabricación nacional de vacunas.
Artículo 4º: Autorízase al Jefe de
Gabiente de Ministros a realizar las modificaciones presupuestarias para el
cumplimiento de la presente.
Articulo 5º: Comuníquese al Poder
Ejecutivo.
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
Se escucha decir
por estos días que no hay epidemia, que no hay brote, que no hay un número de
casos por encima de los que se esperan en esta época del año y que por lo
general anualmente hay 500 casos de meningitis bacteriana. Pero desde el 1º de
enero ya son 30 los muertos por meningitis en todo el país y que en lo que va del
2008 fueron diagnosticados 537 casos. Las cifras surgen de los informes oficiales
de las autoridades sanitarias de 15 provincias y de la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires.
Podemos
quedarnos con las cifras y decir que como es lo esperable no hacer nada, pero
¿Habrá algo que podamos hacer para disminuir estas muertes? Hay algo que no se
esta diciendo, algo que no se esta informando a la población que espera resignada
que sus hijos o cualquier ser querido no se enferme. Buscando respuestas a estas
preguntas visité la página Web del Ministerio de Salud de la Nación para ver qué
recomendaciones emite frente a esta enfermedad. Curiosamente dentro de las
recomendaciones para la prevención de la meningitis no se indica la
vacunación, a pesar de que el propio Ministerio reconoce a través de un
informe, que en el país aumentaron a más del doble los casos de
meningitis por meningococo al 1 de marzo de 2008 respecto al mismo período
2007: La Tasa de notificación de meningitis por meningococo por 100.000
habitantes es:
2007:
0,07...................................... 2008: 0,15 casos x 100.000 hab.
-Lo qué dice la Organización Mundial
de la Salud:
Cada año mueren
en el mundo unos 10 millones de niños menores de cinco años, uno de cada
cuatro fallece de enfermedades prevenibles con vacunas, que están disponibles
desde hace bastante tiempo en los países desarrollados. Actualmente la
inmunización salva entre 2 y 3 millones de vidas al año. Se trata de una de las
intervenciones de salud pública más fructíferas y rentables. Está demostrado por
estudios que relacionan costo/efectividad que la prevención mediante vacunas
representa el medio más útil, simple e inocuo dentro de todo el arsenal médico.
Por lo que el cumplimiento del Programa de Inmunizaciones debe ser tenido en
cuenta como una prioridad, dentro de los planes de salud, ya que es la actividad
preventiva de mayor impacto sanitario.
La Inmunización, en conjunto con las medidas de higiene
general (lavado de manos, saneamiento básico ambiental, agua potable, control de
vectores, etc.) constituyen la base del control de las enfermedades
transmisibles.
En promedio,
cada año mueren 1,3 millones de lactantes y niños pequeños de enfermedad
neumocóccica y diarrea por rotavirus. La vacunación hubiera podido prevenir gran
parte de esas muertes. Sabemos que la obtención de nuevas vacunas avanza
ahora a pasos agigantados en todo el mundo. Actualmente hay unas 20 vacunas
en uso, y se prevé que para 2015 haya otras 20 nuevas o mejoradas. Como parte
del Proyecto Vacunas contra la Meningitis, ahora se trabaja sobre una nueva
vacuna antimeningocóccica.
Es importante
destacar que la inmunización no sólo protege a los niños de enfermedades
prevenibles con vacunas, sino que además sirve para efectuar otras intervenciones
vitales, como el suministro de suplementos de vitamina A para prevenir la
malnutrición, un tema acuciante y bien conocido en nuestro país. La vacunación es
un expediente fundamental para cumplir el cuarto Objetivo de Desarrollo del
Milenio, que se cifra en reducir en dos tercios la mortalidad de menores de cinco
años para 2015. Muchas de esas muertes se deben a enfermedades que se
pueden prevenir con vacunas. La inmunización es también una estrategia clave
para garantizar la seguridad sanitaria mundial y responder a la amenaza que
plantean enfermedades infecciosas emergentes como la gripe pandémica.
-Lo que dice Sociedad
Argentina de Pediatría respecto de Prevención de la meningitis bacteriana:
La meningitis bacteriana es una infección prevalente en los
primeros años de la vida. El desarrollo y mejoramiento de vacunas en los últimos
años ha significado que la meningitis por Haemophilus influenzae tipo b resulte
una infección erradicada en ciertos países. Para la Prevención de la meningitis por
Haemophilus influenzae tipo b es importante remarcar la necesidad de vacunar
con vacunas conjugadas contra Haemophilus influenzae tipo b a los menores de 5
años, ya que éstas han demostrado claramente su eficacia en la prevención de las
infecciones graves producidas por este agente causal. Para prevenir la meningitis
por meningococo C, vacunarse es la mejor opción, la vacuna antimeningocóccica
polisacárida conjugada C está indicada para la inmunización activa de bebés desde
los dos meses, niños, adolescentes y adultos. En 1999 se hicieron investigaciones
clínicas con la vacuna concluyendo que redujeron la enfermedad en un 90% en
niños menores de un año y en jóvenes de15 a 17 años.
-¿No se vacuna porque cuestionarán
su eficacia?
Aunque la inmunidad que se adquiere a través de las vacunas
no se transmite de una persona a otra, cuando buena parte de una comunidad se
encuentra protegida contra un agente infeccioso, ejerce un efecto barrera que
detiene la circulación del virus o la bacteria en cuestión. Es lo que se conoce como
efecto rebaño.
Esto es especialmente cierto en los chicos, que de no ser vacunados suelen llevar
los gérmenes que adquieren en el jardín o en la escuela a su casa. Al vacunarlos,
se frena la cadena de contagios.
Sabemos que la
infección neumocóccica constituye una de las causas principales de muerte en todo
el mundo y es la mayor causa de neumonías, bacteremias, meningitis y otitis
media. En Estados Unidos la enfermedad neumocóccica es responsable de un
estimado de 3.000 casos de meningitis por año. La incidencia anual general
estimada de meningistis neumocóccica es de aproximadamente 1 a 2 casos por
100.000 habitantes, con una incidencia más alta en niños de 6 a 24 meses y en
personas de 65 años y mayores de esa edad. Estudios realizados determinaron que
entre 2002 y 2003 la vacunación antineumocóccica en bebes de entre 2 meses y 2
años no sólo redujo la incidencia de enfermedad neumocóccica invasiva en esa
población, sino que sus beneficios se extendieron a personas mayores no
vacunadas. Gracias a la vacunación de los pequeños, las infecciones causadas por
las cepas contra las que la vacuna brinda protección se redujeron un 28% entre
los de más de 50 años no vacunados, y un 55% entre los de más de 65 años que
tampoco habían sido inmunizados.
La experiencia que refiere el estudio
coincide con las estadísticas de los Centros para el Control y Prevención de
Enfermedades (CDC, según sus siglas en inglés), de los Estados Unidos, que
revelan que el uso rutinario de la vacuna antineumocóccica desde el 2000 permitió
reducir la incidencia de los casos de enfermedad neumocóccica en los chicos
vacunados, al igual que entre chicos más grandes y personas adultas. Según el
informe, "la vacuna previno dos veces más casos entre las personas no vacunadas
que entre las vacunadas, a través de su efecto sobre la transmisión de
Streptococcus pneumoniae".
Los efectos indirectos de la vacuna heptavalente conjugada exceden el efecto
protector directo que tiene sobre los chicos vacunados -explica el informe del CDC-
. Se cree que esto se debe a que disminuye el transporte de las cepas de la
bacteria por parte de los chicos vacunados, evitando su transmisión a personas
que no han sido vacunadas.
-¿Dirán que como no hay
epidemia no hay que vacunar?
La falta de
inversiones suficientes en salud pública, debida a una falsa sensación de seguridad
en ausencia de brotes de enfermedades infecciosas, puede hacer que se reduzca la
vigilancia y se relaje el cumplimiento de programas de prevención eficaces.
Cuando no existe el compromiso de
desarrollar sistemas de salud eficaces que puedan
seguir de cerca la situación sanitaria
de un país, la vigilancia acaba siendo insuficiente.
La vigilancia es la
piedra angular de la seguridad en materia de salud pública. Cuando no existen
unos sistemas de vigilancia debidamente diseñados y que funcionen
correctamente, los eventos sanitarios atípicos pero identificables pasan
desapercibidos y resulta imposible vigilar sus repercusiones probables,
cuantificarlos a lo largo del tiempo o medirlos para determinar la eficacia de las
medidas adoptadas para luchar contra ellos.
La propagación de
la resistencia en todo el mundo es una de las razones por las que son tan
importantes los esfuerzos por detectar y responder a los brotes de enfermedades
infecciosas con la mayor rapidez posible, al igual que la necesidad más general de
reconstruir y fortalecer los sistemas de salud, mejorar los sistemas de
abastecimiento de agua y saneamiento, reducir al mínimo las repercusiones de los
cambios medioambientales tanto naturales como provocados por el hombre, y
utilizar debidamente los medicamentos contra las infecciones . Si se racionalizara el
uso de estos medicamentos, se modificaría la presión evolutiva sobre las bacterias.
En los Brotes mundiales, el retraso en la notificación y respuesta, es el
gran reto a superar.
-En un reciente informe, me
parece importante rescatar lo que dice UNICEF respecto de la Argentina:
En su Informe
Mundial de la Infancia 2008 concluye que mueren 25 menores de un año por día
en la Argentina. Los datos están incluidos en el "Estado Mundial de la Infancia
2008: Supervivencia Infantil", un relevamiento que el Fondo de la ONU para la
Infancia (UNICEF) realiza cada año para saber cuál es la realidad de los niños en el
mundo.
La mortalidad en
la infancia es un indicador importante del desarrollo de los países y una evidencia
certera de sus prioridades y valores. Invertir en la salud de los niños y sus madres
no solo es primordial desde el punto de vista de los derechos humanos, también es
una decisión económica sensata y una de las maneras más seguras en que los
países pueden encaminarse hacia un futuro mejor.
El Objetivo de Desarrollo del Milenio 4
(ODM 4), será reducir en dos tercios la mortalidad de niños menores de cinco
años a escala mundial entre 1990 y 2015, lo cual exigirá realizar nuevos esfuerzos.
El reto es formidable. Conquistar la meta significa reducir el número de
defunciones infantiles de 9,7 millones que se produjeron en 2006 a
aproximadamente 4 millones en 2015. Esto requerirá trabajar aceleradamente en
múltiples frentes: reducir la pobreza y el hambre (ODM 1); mejorar la salud
materna (ODM 5); combatir el VIH/SIDA, el paludismo y otras enfermedades
graves (ODM 6); aumentar el acceso a agua y saneamiento mejorados (ODM 7) y
suministrar medicamentos esenciales a precios asequibles de manera sostenible.
Los notables progresos en materia de reducción de la mortalidad en la infancia que
realizaron muchos países en desarrollo durante las últimas décadas son motivo de
optimismo. La enormidad del desafío no se debe subestimar. El mundo tendrá que
reducir el número de muertes infantiles entre 2008 y 2015 a un ritmo mucho más
acelerado de lo que lo ha hecho desde 1990. Argentina tendrá que responder a
este desafío.
Es cierto que Invertir en la infancia también es una medida lógica desde el punto
de vista económico. Según el Banco Mundial, la inmunización y la administración
de suplementos de vitamina A son dos de las intervenciones de salud pública más
eficaces en función de su costo. Mejorar la ingesta de vitamina A aumenta la
resistencia a las enfermedades y reduce la probabilidad de morir. Por una suma
módica se puede proteger a un niño contra la carencia de vitamina A y contra
varias enfermedades mortales, como la difteria, la tos ferina, el tétanos, la
poliomielitis, el sarampión, la tuberculosis, la hepatitis B, el Hib (Haemophilus
influenzae tipo b), una causa importante de neumonía y meningitis, y la meningitis
por meningococo C.
Si bien no existen vacunas
para todos los tipos de meningitis se sabe que en el país, los más frecuentes son: B y C.
Otros que circulan son W135 e Y. En nuestro medio sólo existen vacunas para el C
y para un tipo del B, pero ninguna de ellas está incluida dentro del Calendario
Nacional de Vacunación. Dicen los especialistas que si bien los serogrupos B y C
son los más frecuentes hay ciclos del año en que predomina uno u otro.
Actualmente estamos en un ciclo de predominio del B . El portador sano,
habitualmente un adulto, es quien contagia al niño. Del 5 al 15% de la
población adulta tiene meningococo en nariz y garganta.
El meningococo es
un germen que provoca enfermedades graves, tanto a niños como a adultos.
Con mayor frecuencia, afecta a niños menores de 5 años (60%). La
meningoencefalitis y la sepsis (infección generalizada) son las formas clínicas
principales, y constituyen verdaderas emergencias médicas. Se transmiten de
persona a persona, mediante gotitas de saliva que se expelen al toser o por
contacto con las secreciones nasales de las personas infectadas, a pesar del
tratamiento antibiótico adecuado, existe un alto porcentaje de pacientes con
secuelas, y también hay casos fatales debidos a esta enfermedad.
El neumococo
produce enfermedades frecuentes como otitis y sinusitis, que suelen complicar una
infección viral previa. Otras veces, el germen ataca el pulmón y provoca
neumonías, o invade la sangre y causa septicemia o meningitis.
La infección por neumococo es la segunda causa de meningitis en la población de
niños menores de 4 años, y la primera de neumonía y meningitis en adultos
Existen vacunas
antimeningocóccicas y antineumocóccicas, estas últimas son para la prevención
de la infección por neumococo, y ambas se comercializan en nuestro país.
La
neumonía, conocida también como el asesino olvidado de la niñez, cobra más
vidas infantiles que ninguna otra enfermedad, más que el SIDA, el paludismo y el
sarampión combinados y es una causa importante de mortalidad en la infancia en
todas las regiones. Actualmente en Argentina, según datos de importantes
infectólogos casi el 60% de los chicos internados por gripe sufrieron
complicaciones, en su mayoría neumonía bacteriana. En el 2005 de los menores de
2 años hospitalizados, en su mayoría por bronquiolitis, el 6% había desarrollado
esa infección como consecuencia de la gripe. Estos especialistas sostienen que
vacunando contra la gripe podría reducirse, incluso, el número de casos de
bronquiolitis, la enfermedad respiratoria más común en otoño e invierno, que
puede dejar secuelas de por vida en los más chiquitos.
En 2007, el costo de las hospitalizaciones por gripe en menores de
dos años aumentó un 110% respecto de años anteriores. Se estima que cada una
de estas internaciones prevenibles, que duran en promedio diez días, le costó al
sistema de salud alrededor de 3100 pesos, es decir, 35 veces más que el costo
de la vacuna. "Con lo que cuesta cada una de estas hospitalizaciones que se
pueden prevenir, se podrían comprar cien vacunas antigripales", dicen los
expertos. Y cuántas más se podrían comprar para vacunar contra el meningococo
y el neumococo?, que evitarían también tantas internaciones, me pregunto.
-¿Dirán que no se vacuna a la
población por el costo elevado de las dosis?
Las vacunas que se comercializan en
el país son las siguientes:
Antimeningocóccica A + C costo
$98,00
Antimeningocóccica B + C
(VAMENGOCBC) costo $92,00
Antimeningocóccica C conjugada
(MENJUGATE) costo $184,00
Antimeningocóccica C conjugada
(NEISVAC C) costo $204,00
Antineumocóccica (PNEUMO 23) costo
$95,00
Anineumocóccica (PNEUMOVAX 23)
$94,00
Antineumocóccica conjugada
(PREVENAR) $334,00
Sea la razón que
sea por la cual no se vacuna a la población de este país, nadie puede negarle a
nadie el derecho a la salud. Si todos supiéramos que existen estas vacunas no
dudaríamos en hacérselas aplicar a nuestros hijos, a nuestros seres queridos,
hasta incluso a nosotros mismos. Lamentablemente lo que esta ocurriendo es que
los niños de familias que pueden pagar estas vacunas ya las utilizan y los que no
tienen acceso económico para ello no. Es como que en este país hubiera dos
Calendarios de Vacunación Nacional Obligatorios. Uno gratuito y otro pago. Uno
para los que tienen dinero y otro para los que no lo tienen, médicos que prescriben
estas vacunas y médicos que no.
Si mejor es
prevenir que curar, las vacunas constituyen una de las medidas médicas con
mayor impacto en la salud de las personas, ya que a través de su aplicación se
previenen serias enfermedades. Si dicha medida ocasionara un impacto económico
porque la compra de estas vacunas implicarían un alto costo, creo desde las
últimas cifras que se han dado a conocer del Superávit 2008, 72,5 %, más que el
mismo mes del año anterior, perfectamente podrían en algo destinarse a dicha
compra, en tanto todos los argentinos esperan que prontamente comencemos a
darles una participación activa a nuestros prestigiosos investigadores quienes
sostienen que están preparados para comenzar a fabricar vacunas lo cual
sustituiría la importación. Para ello solo necesitan de un programa que permitiría
ampliar la capacidad instalada de los institutos locales, mantener la autonomía
tecnológica, generando trabajo, formación de recursos humanos y ahorro de
divisas, y obviamente, la decisión política y económica que les brinde el apoyo
para lograrlo. Señor Presidente, si de equidad se trata, sin lugar a
dudas todos los argentinos tienen el derecho de acceder a la salud y para ello los
medios económicos que existen alcanzan, no es necesario quitarle nada a nadie
para cumplir con lo que la Constitución Nacional obliga. Lo que hay alcanza y
mucho para lograr dicho objetivo. ¿No es acaso cierto que Argentina viene
creciendo económicamente a un ritmo constante como dicen?
Señor Presidente, por todo lo
expuesto solicito a mis pares me acompañen en la aprobación del presente
proyecto de ley.
Firmante | Distrito | Bloque |
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Comisión |
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