La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:

Vería con agrado que el Poder Ejecutivo a través del organismo correspondiente, realice los estudios necesarios, a fin de determinar si existen filtraciones de caudales del Río Uruguay al subsuelo, con posible contribución a la recarga del Acuífero Guarani a la altura de la ciudad de Gualeguaychú aguas abajo y los efectos contaminantes que pudieran producir los deshechos químicos de las plantas productivas de pasta papel, a la trascendental reserva mundial de agua potable.

Señor presidente:

Considerando que el sistema Acuífero Guaraní es una de las reservas de agua subterráneas más grandes del planeta, cuya extensión, de más de un millón de kilómetros cuadrados abarca los países de Argentina, Paraguay, Brasil y Uruguay, es que debe contemplarse el grave impacto ambiental que ocasionaría la instalación de industrias papeleras u otras industrias que produzcan desechos contaminantes, en ambas márgenes del río Uruguay, factibles de ser filtrados a las napas del Acuífero Guaraní, no sólo a los pobladores de nuestro país, sino también al resto de las naciones hermanas que dependen de la pureza de esas aguas.

Es por demás conocido el problema de la escasez del agua, ya no sólo en los países del Tercer Mundo, sino que ha devenido en un problema global, desde hace algunos años ya, las Naciones Unidas y algunas Organizaciones no Gubernamentales Internacionales hablan de la "crisis del agua". En ocasión de la realización de la Conferencia Mundial del Agua en la ciudad de Mar del Plata en 1977, según informes de la ONU mil cien millones de personas en el mundo carecen de instalaciones para abastecerse de agua, y las proyecciones para un futuro no lejano, si no se modifican las pautas de gestión de las reservas y se pone freno a los hábitos derrochadores de las sociedades más desarrolladas, hacen suponer que para 2025 la demanda global de agua superará un 56% su disponibilidad.

Más allá de estas consideraciones, por demás alarmantes, la razón primordial de nuestra solicitud radica en la necesidad de establecer fehacientemente si la tecnología para la producción de pasta celulosa, que la nación hermana de Uruguay ha autorizado, ha sido cuidadosamente evaluada para establecer con certeza si los desechos industriales no han de contaminar las aguas del río Uruguay y, más preocupante aún si ocasionalmente no contaminaran también las redes subterráneas.

En oportunidad de la realización del proyecto hidráulico de Salto Grande, y para determinar la factibilidad técnica y económica del proyecto, se realizó un estudió geológico por el cual se detectó la existencia de fracturas porosas a través de los cuales se filtraban caudales al subsuelo, lo que constituía un verdadero riesgo para la estabilidad del futuro dique. Dicho estudio no tenía como objetivo investigar, aguas debajo de ese emprendimiento, la existencia de otras filtraciones de caudales al subsuelo en el lecho del río Uruguay y su posible contribución a la recarga del Acuífero Guaraní.

Tomando en cuenta el antecedente geológico consideramos de vital importancia comprobar la existencia de filtraciones aguas debajo de las descargas de los desechos químicos de las plantas productoras de pasta papel, puesto que, si eventualmente se demostrara que la tecnología de producción adoptada por las referidas plantas industriales vertiera sus desechos contaminantes a las aguas del río Uruguay, la existencia de filtraciones ocasionaría la contaminación de los caudales del Acuífero Guaraní con las consecuencias por demás consabidas; esta posición es sostenida asimismo por el que fuera codirector del grupo consultor internacional que realizó el estudio de factibilidad técnico económica del proyecto hidráulico de Salto Grande, Adolfo E. Buscaglia.

Por todas estas consideraciones, confiamos en que nuestra solicitud será puesta a consideración, ya que no hacemos más que cumplir con nuestro deber como legisladores de acompañar e informar a nuestro Excelentísimo Señor Presidente en la decisión tomada, la cual no ha sido otra que la de custodiar el derecho de todos los argentinos a gozar de un ambiente sano, y para que las actividades productivas satisfagan las necesidades presentes sin comprometer las generaciones futuras, en cumplimiento de lo que así ordena nuestra Constitución Nacional.