La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Conmemorar un nuevo aniversario del fallecimiento del Coronel Felipe Varela, ocurrido el 4 de junio de 1870, recordado caudillo catamarqueño del más grande movimiento integrador del noroeste argentino.

Señor presidente:

El l8 de junio de 1870, en el cementerio de Tierra Amarilla, pequeña aldea cercana a Copiapó, en el norte chileno, unas pocas personas acompañaron los restos mortales de Felipe Varela a su morada definitiva.

A partir de aquel día, las fuerzas políticas que lo habían combatido organizaron una minuciosa campaña de silenciamiento alrededor de su figura. Varela ya no apareció en los textos escolares, ni en las sesiones académicas, ni en los suplementos de los grandes diarios, ni en los gruesos tomos de historia que circulan en las universidades.

Durante décadas, su nombre resultó ignorado especialmente en aquellos lugares donde la tradición oral fue interrumpida por el predominio de la inmigración, ingresando en las sombras de la mano de sus opositores históricos. Por ello, durante mucho tiempo, solo el hombre anónimo de Catamarca o La Rioja, a quien la verdad histórica le llegó de labios de sus padres y abuelos, logró resguardar la memoria del caudillo. Resultó así imposible ignorar a quien fuera jefe de una vasta insurrección que puso en pie de guerra a todo el noroeste argentino por enarbolar las banderas de Unidad Americana levantadas en todo el continente a comienzos del siglo XIX.

El lema que encabezó el texto de su manifiesto del 13 de enero de 1868, en Bolivia, sintetiza su principal proyecto político: "¡Viva la Unión Americana !". Distingue a Felipe Varela de otros caudillos federales, esa penetrante lucidez política para interpretar los alcances y fines de su propio movimiento. Si bien en estas páginas existe menor rigor y claridad que en aquellas escritas por Sarmiento, Alberdi Adam Smith, y demás historiadores franceses adherentes al pensamiento liberal, las proclamas de Felipe Varela trasuntan el arduo esfuerzo de caudillos que tuvieron que inventarlo todo, desde la identidad nacional hasta el concepto de integración de los pueblos Americanos, pensamiento reiterado en el siglo siguiente por el General Perón quién el 24 de enero de 1974, ante los nuevos oficiales de las Fuerzas Armadas, en el Teatro Colón manifestó:"......Desde los albores de la libertad de este continente, nuestros héroes vislumbraron la necesidad de la unidad latinoamericana. Yo, por mi parte, hace más de treinta años que lucho por esa misma causa, pues en el proceso mundial hacia el Universalismo, la fase natural que estamos viviendo es de integración regional.".......

Solo a la luz de un enfoque latinoamericano -por encima de las historias patrias chicas- es posible captar la verdadera dimensión de la figura de Felipe Varela. Solo desde una perspectiva nacional, democrática y revolucionaria, es posible rescatar del silencio a este protagonista de nuestra historia, demostrando no solo la justicia de su lucha pasada, sino la insoslayable vigencia que poseen hoy sus viejas banderas.

Por las razones expuestas, señor Presidente, solicito el acompañamiento de mis pares para la aprobación del presente proyecto.