La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:

Expresar beneplácito ante el rechazo del candidato iraní a ocupar un sitial en el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas.

Señor presidente:

Anticipándose a un duro rechazo, Teherán retiró su insólita candidatura a ocupar un lugar en el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. Este revés se suma a la creciente condena a su programa nuclear.

El régimen iraní hizo de necesidad virtud, ya que evitó así una segura derrota y la consecuente humillación pública en la Asamblea de las Naciones Unidas, que el 13 de mayo próximo debía elegir a los nuevos miembros del Consejo de Derechos Humanos. Teherán evitó dar precisiones sobre los motivos de su decisión.

Peggy Hicks, directora mundial de la organización Human Rights Watch, explicó que fue "la creciente oposición global, alimentada por los pésimos antecedentes en derechos humanos" de Teherán, la que "dejó (a los iraníes) fuera de la contienda" por un puesto al que aspiraban otras naciones de Asia.

El Consejo de Derechos Humanos de la ONU tiene 47 miembros, votados por mayoría absoluta por la Asamblea general del organismo. Previendo que no obtendrían los votos suficientes, las autoridades iraníes dieron una prudente marcha atrás. En una carta abierta a los 192 países miembro de la ONU, la iraní Shirin Ebadi, premio Nobel de la Paz, había pedido el rechazo a la candidatura de su país: "De ese modo, impulsarán a las autoridades iraníes a reflexionar sobre sus crímenes".

Cabe recordar que, en junio del año pasado, el actual presidente, Mahmud Ahmadinejad, fue reelecto en comicios fraudulentos que desencadenaron masivas protestas ciudadanas brutalmente reprimidas, con un saldo de docenas de muertos y cientos de heridos y arrestados, entre ellos líderes opositores, periodistas, militantes políticos y defensores de derechos humanos.

Ahora, en momentos en que Irán se encamina a recibir nuevas sanciones de la comunidad internacional por su insistencia en un programa nuclear cuya finalidad se sospecha es militar, Teherán buscó eludir una humillante votación en contra en la Asamblea General del organismo, que hubiera significado una condena inapelable a las violaciones de los derechos humanos perpetradas por el régimen de los ayatollah.

Por todo lo expuesto ut supra, y, por su importancia es que solicito a mis pares acompañen el presente proyecto de declaración para su aprobación.