PROYECTO DE TP
Expediente 2673-D-2009
Sumario: SOLICITAR AL PODER EJECUTIVO DISPONGA LAS MEDIDAS NECESARIAS PARA INCENTIVAR LA SIEMBRA DE TRIGO EN LA CAMPAÑA 2009/2010.
Fecha: 28/05/2009
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 56
La Cámara de Diputados de la Nación
DECLARA:
Que vería con agrado que el Poder
Ejecutivo de la Nación dispusiera en forma urgente como incentivo necesario a
la siembre de trigo para la campaña 2009/10 lo siguiente:
a) Que el productor reciba
el precio lleno del trigo, vale decir precio de exportación menos retenciones y
gastos de exportación.
b) Apertura del registro de
exportación sin restricciones
c) Pago de las
compensaciones a los molinos, preferentemente de la bolsa de harina con
destino al consumo interno
d) Asegurar la plena
competencia entre la exportación y la molinería en el mercado de trigo
e) Asegurar el
abastecimiento interno de los molinos a través de la utilización del mercado a
término. Los molinos programarán sus compras del año tomando posiciones en
este mercado.
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
La actividad agropecuaria, debido
a la intensa sequía que ha sufrido y que aún padece, ha debido soportar
enormes pérdidas que provocaron en innumerables pueblos y ciudades de
nuestra provincia un marcado deterioro en la calidad de vida de sus habitantes
y la disminución de fuentes de trabajo provenientes de sectores directa e
indirectamente vinculados al campo. Si bien algunas zonas se vieron
beneficiadas por oportunas lluvias de acuerdo a la necesidad de los cultivos de
maíz, sorgo y soja, la escasa abundancia de las aguas caídas generó la
obtención de rindes promedios muy por debajo de los habituales.
Hoy el sector agropecuario, al
igual que otros sectores relacionados con el mismo, depende de la posibilidad
de poder sembrar trigo. La existencia de un horizonte de certidumbre que
alimente esta posibilidad favorecería el transporte, los servicios de siembra,
pulverización, fertilización, beneficiaría a los trabajadores de UATRE (Unión
Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores), acopiadores, cooperativas,
empresas productoras de insumos, talleres y fábricas de maquinarias agrícolas
y permitiría al productor mejorar su perspectiva en el momento de la cosecha.
De no darse las condiciones que
favorezcan la siembra de trigo, la situación de los pueblos y ciudades del
interior que dependen del sector agropecuario irremediablemente se verá más
comprometida aún de lo que hoy se encuentra.
Hay diversos factores que inciden
en la determinación de cualquier campaña de siembra, que en este caso
también se conjugan para definir el alcance de esta nueva campaña de trigo. El
primero es el climático, y está dado por la necesidad de que se produzcan las
lluvias indispensables para que el suelo pueda recuperar su carga de agua no
solo para poder hace una buena siembra, sino además para que el cultivo
pueda desarrollarse hasta que las lluvias de fin del invierno y principio de la
primavera le permitan avanzar hasta la formación de la espiga. El segundo es el
precio, que debe posibilitar una siembra de trigo con la utilización de la
tecnología apropiada ya que de no ser así se obtiene como resultado un cultivo
de bajo rinde, que no alienta la intención de siembra.
No debemos olvidar que en el
esquema de rotación, el cultivo de trigo es sumamente importante ya que
aporta un volumen abundante de rastrojo para una buena cobertura que
proteja al suelo de la erosión hídrica y eólica, permitiendo aumentar la
infiltración del agua de lluvia y evitar la pérdida por evaporación de la misma,
contribuyendo en definitiva a la conservación del suelo y al aumento de su
productividad.
De manera que, responsablemente
podemos afirmar que este cultivo adquiere relevancia fundamental en primer
lugar para la provisión de insumos indispensables para la fabricación de uno de
los productos esenciales de la canasta familiar y además, para la prosperidad
de las poblaciones del interior que dependen de la actividad agropecuaria o le
venden a ella servicios y mano de obra y para la conservación del suelo y el
aumento de su productividad. Estas son algunas de las razones por las cuales
las autoridades nacionales no pueden desentenderse de las políticas para el
sector, las cuales irremediablemente deben comenzar por atender lo primero,
los cimientos con los que solo puede edificarse esta rama de nuestra actividad
económica, valer decir, atender su producción.
De ahí que la decisión de siembra
adquiere una importancia central en todo el encadenamiento económico
vinculado al trigo y, para esta decisión, es imprescindible conocer su
rentabilidad, la cual está esencialmente determina por los siguientes factores:
costo de implantación, posible rendimiento, precio y demás costos variables e
impuestos.
En condiciones normales en
nuestro país se siembran aproximadamente seis millones de hectáreas, pero la
falta de humedad en el suelo, el cierre de las exportaciones, la falta de
transparencia en los mercados y el nivel de retenciones, no hacen difícil pro-
nosticar un bajo nivel de siembra para esta campaña que se avecina. En este
sentido, organizaciones representativas del sector agropecuario hablan de que
el área de siembra de trigo en la campaña 2009/10 no superará los 3,70
millones de hectáreas, lo cual no puede dejar de constituir un motivo de grave
preocupación sobre todo si consideramos que a la luz de esta perspectiva
probablemente deberemos importar trigo para poder satisfacer nuestras
necesidades de consumo.
Ante esta realidad, resulta
indispensable y urgente incentivar la siembra de trigo a través de medias de
gobierno que alienten la producción triguera. En este sentido hacemos nuestros
los criterios que encierra la propuesta que la Federación Agraria Argentina
adoptara en su 96 Congreso ordinario anual, celebrado en Rosario en
septiembre de 2008, que se resumen en lo siguiente: a) que el productor reciba
el precio lleno del trigo, vale decir precio de exportación menos retenciones y
gastos de exportación. b) apertura del registro de exportación sin restricciones,
c) pago de las compensaciones a los molinos, preferentemente de la bolsa de
harina con destino al consumo interno, d) generar condiciones para una plena
competencia entre la exportación y la molinería en el mercado de trigo, e)
asegurar el abastecimiento interno de los molinos a través de la utilización del
mercado a término. Los molinos programarán sus compras del año tomando
posiciones en este mercado.
En lo que respecta al punto a)
debe considerarse la suspensión de las retenciones al trigo debido al fracaso
parcial sufrido en algunas zonas y a la pérdida total en otras, de la cosecha
gruesa 2008/09. Asimismo, es necesario analizar para campañas futuras la
segmentación y disminución de las retenciones teniendo en cuenta que sus
niveles actuales resultan confiscatorios en el marco de los principios
constitucionales que rigen la tributación.
En razón de lo expuesto y ante la
gravedad de la perspectiva reseñada y la necesidad impostergable de adoptar
medidas urgentes que incentiven la siembra de trigo, eviten mayores perjuicios
para nuestra economía y permitan satisfacer las necesidades de nuestra
población -si bien algunas de ellas son de competencia del Congreso de la
Nación en virtud de lo dispuesto en el artículo 75 incisos 1 y 13 de la
Constitución Nacional, que le otorgan la facultad de establecer los derechos de
exportación (retenciones) y reglar el comercio con otras naciones- es
aconsejable solicitar al Poder Ejecutivo Nacional que en el ejercicio de las
facultades delegadas que de hecho cumple en esta materia, instrumente las
propuestas detalladas.
Es por ello que solicito a mis
colegas me acompañen en el presente proyecto de declaración.
Firmante | Distrito | Bloque |
---|---|---|
MARTIN, MARIA ELENA | SANTA FE | PARTIDO SOCIALISTA |
FEIN, MONICA HAYDE | SANTA FE | PARTIDO SOCIALISTA |
ZANCADA, PABLO V. | SANTA FE | PARTIDO SOCIALISTA |
CUCCOVILLO, RICARDO OSCAR | BUENOS AIRES | PARTIDO SOCIALISTA |
Giro a comisiones en Diputados
Comisión |
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