La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

1.- Declarar su más enérgico repudio ante la decisión del Comité Ejecutivo de la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA), de prohibir la realización de partidos internacionales en estadios ubicados a más de 2.500 metros de altura sobre el nivel del mar.

2.- Invitar a la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA) y en particular a los representantes argentinos en esa institución, a dejar sin efecto la mencionada prohibición, en tanto la misma constituye una discriminación deportiva inadmisible para las naciones hermanas de Bolivia, Ecuador, Perú y Colombia.

Señor presidente:

El 57° Congreso de la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA), realizado en su nueva, imponente y costosa sede ubicada en las exclusivas colinas de Zurich, no sólo fue el escenario para la elección de Joseph Blatter, ex Secretario General de la Federación Suiza de Hockey sobre Hielo, para desempeñar por tercer período consecutivo la presidencia de la FIFA, esa meca del meganegocio en que se ha transformado el fútbol. También produjo una noticia tan impactante como negativa para la practica de este deporte en los países andinos de esta parte de América, al prohibir la realización de partidos internacionales en ciudades ubicadas a más de 2.500 metros de altura sobre el nivel del mar. Más aún, un trascendido periodístico da cuenta que la medida también alcanzaría a los partidos de las copas, Libertadores y Sudamericana.

Bolivia, Ecuador, Perú y Colombia, serían los países perjudicados por esa decisión. El presidente boliviano Evo Morales no tardó en ponerse al frente del reclamo para que la prohibición fuera desestimada. Calificándola como un veto, "... no sólo a Bolivia sino a la universalidad del fútbol", agregando que la FIFA debe tener en cuenta que, " ...el deporte es integración, educación y salud".

La disposición de la organización internacional de fútbol es tan contradictoria como curiosa si nos guiamos por algunos antecedentes. El estadio Hernando Siles, emplazado en La Paz Bolivia a 3.600 metros de altura, y ahora alcanzado por la prohibición, ha sido escenario de eliminatorias mundialistas desde 1957 y de partidos de la copa Libertadores de América desde 1960, sin que se hayan presentado problemas de salud asociados a la práctica del fútbol en altura.

Porqué esa cancha de fútbol, ahora de uso prohibido, fue inspeccionada por la FIFA pocos días antes de conocerse el veto de Blatter, con miras a convertirla en sede de eliminatorias, es una pregunta que no tiene respuesta, seguramente porque las contradicciones siempre son difíciles de explicar.

El medio local La Prensa en su edición del pasado 16 de mayo de mayo informaba sobre el particular:

" El Hernando Siles estará en la mira de la FIFA hoy, cuando esta tarde el Oficial de Seguridad de ese organismo y de la Concacaf, Kevan Pipe, realice una inspección para determinar si el escenario cumple todos los requisitos para albergar partidos de las eliminatorias mundialistas para Sudáfrica 2010. Con carácter previo a la inspección, fijada para las 14.00, desde las 9.00 el miembro de FIFA dictará un seminario sobre diferentes tópicos, que tienen que ver con la organización, en el que participarán autoridades del fútbol boliviano, la Policía Nacional, Bomberos, el Servicio Departamental de Deportes, el Comité Superior de Árbitros de la FBF, autoridades municipales, Cruz Roja y hasta un representante de los vivanderos".

En 1999 fue el propio titular de la federación internacional quien ante una consulta periodística señaló, " ....La Comisión médica de la FIFA estudia permanentemente el tema y concluyó en que en no es más grave jugar en la altura que hacerlo a mediodía, con 40 grados, como ocurre en algunos países de África, o con 20 grados bajo cero, como en Rusia. Todo pasa por la adaptación. En Bolivia pueden dormir tranquilos. La Paz no será vetada. Por lo menos durante el mandato de este presidente".

Con curioso énfasis diría tiempo después Joseph Blatter, el hombre que inició su carrera al frente de la poderosa FIFA en 1998 sucediendo a Joao Havelange, " Nací entre las montañas, mi pueblo en Suiza está frente a los cerros más altos e Europa. La altura no me da miedo",

El repudio frente a esta actitud que establece una gravísima discriminación deportiva, no tardó en extenderse por la región. La posición del gobierno argentino fue clara y contundente. Claudio Morresi Secretario de Deportes expresó que es necesario, " ... que se analicen los beneficios que implicaría para el conjunto de la actividad se retroceda en la medida adoptada". Además, de los países directamente perjudicados, los gobiernos de Chile y Venezuela también dieron cuenta de su posición contraria a la decisión de la FIFA.

Señor presidente, el fútbol esa fiesta deportiva que elude diferencias económicas, de credo, de lengua, de culturas, que nos hermana a todos en el festejo de alguna gambeta inolvidable o en el lamento de un gol que no pudo ser, no puede ni debe ser manipulado, ni cercenado. En consecuencia la prohibición dictada por la Federación Internacional de Fútbol Asociado es discriminatoria y como tal debe ser anulada. Por todo lo expuesto solicito la aprobación de la presente resolución.