La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Expresar su preocupación ante la inminente instalación de una sede del Mercado Central de Buenos Aires en las ciudades de Bragado y Alberti (Provincia de Buenos Aires) sin el debido análisis ni debate ni consenso a nivel local y con los posibles riesgos para el sector comercial minorista de ambos distritos.

Señor presidente:

Ante la inminente instalación de una sede del Mercado Central de Buenos Aires en la zona, comenzaron las primeras repercusiones. Una de la voces que se conocieron fue la del presidente de la Cámara de Comercio e Industria de Alberti, quien dijo al respecto: "Un Mercado Central en la zona impactaría tanto en Bragado y en Alberti de forma considerable, porque los precios no son los mismos que llegan a los comerciantes de acá, digamos que hay mucha diferencia en el tema de precios porque en el Mercado Central va de forma directa y acá todos los comerciantes compran por intermediarios, entonces, obviamente la cadena es un poco más larga y es un poco más caro el producto. Hay que aclarar que hay un lado político, es la intención del gobernador que puso a Samid en el Mercado Central. La verdad es que expandiendo el Mercado Central en la provincia de Buenos Aires termina destruyendo un montón de comercios y muchas fuentes de trabajo, que hoy en día son también el motor de la provincia, de toda la parte impositiva." (www.diarioelsalado.com.ar)

Una decisión de este tenor, con los riesgos que implica para el comercio minorista, aunque si bien puede redundar en beneficios para los consumidores, amerita cuanto menos un análisis y debate con los sectores involucrados. Y, estimamos, requiere de un consenso. Además, en todo caso de lo que se trata es de examinar cuál es la solución equilibrada que favorezca a los consumidores sin perjudicar las inversiones de decenas de comerciantes y las fuentes de trabajo que generan localmente.

Porque de una decisión inconsulta, no puede derivarse el posible cierre de 150 comercios en Alberti y alrededor de 450 en Bragado. La razonabilidad en los actos de gobierno debe ser el hilo conductor de las políticas públicas. Hoy existe fundado temor en las dos ciudades mencionadas. Cabe exigir prudencia a las autoridades y respeto por la ciudadanía que debe ser oída en circunstancias como las descriptas ya que puede derivar en una situación crítica para el sector comercial.

Es plausible el abaratamiento de los productos de la canasta alimentaria, pero es también un bien a tutelar el comercio habilitado y los empleos por él generados.

Este es uno de los casos en los cuales el pueblo local debe ser consultado, sea reuniéndolo en la Municipalidad o utilizando mecanismos de consulta tecnológicos.

Por eso pido el apoyo del Cuerpo para este proyecto.