La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Expresar su total repudio al accionar de la policía metropolitana que en forma brutal reprimió una protesta de médicos, personal sanitario, pacientes, familiares, legisladores, periodistas y vecinos, quienes se encontraban en el predio del Hospital Borda el viernes 26 de abril de 2013, a fin de protestar contra la demolición de un taller protegido que iniciara personal del gobierno de la ciudad, contrariando orden judicial al respecto. Asimismo exigimos que el accionar de las fuerzas de seguridad y sus jefes políticos sean debidamente investigados a fin de sancionar a sus responsables materiales, intelectuales e institucionales.

Señor presidente:

El viernes 26 de abril del corriente año a la mañana, alrededor de 200 integrantes de la policía metropolitana junto a un grupo de trabajadores, rompió las cadenas que cerraban el ingreso de la calle Perdriel y entró al predio del Hospital Borda.

La decisión que impulsó esta acción fue del gobierno de la ciudad, que pretendía seguir adelante iniciando la demolición de uno de los talleres protegidos de la institución. En el lugar había numerosas personas, que al observar la intrusión de policías y operarios deciden salir para impedir el derrumbe, entre ellos personal del hospital, pacientes, familiares y vecinos a los que se sumaban los pacientes ambulatorios que tenían turno a medida que iban llegando. Estaban además distintos legisladores de la ciudad que concurrieron a fin de brindar apoyo en la defensa del predio y numerosos representantes de la prensa nacional y local.

Ante las distintas expresiones de protesta de los manifestantes, la policía reprimió en forma brutal con gases, palazos, balas de goma, dejando un saldo de 36 personas atendidas por el SAME, 17 hospitalizadas, entre el total se contaban periodistas y legisladores, y la detención de 8 manifestantes, los que fueron liberados en horas de la tarde. Esta violencia inusitada despertó también la respuesta de los que defendían el predio, resultando heridos 17 policías.

Entre los legisladores heridos estaban Rafael Gentile, Jorge Selser y Alelandro Bodart, Fabio Basteiro, y María Rachid. Entre los periodistas se contabilizaron con heridas de bala de goma, 16, a lo que se agrega la situación del fotógrafo de Clarín Pepe Mateos que además de ser herido por una bala de goma en el mentón, se lo detuvo, lo esposaron y lo retiraron del lugar. Hubo numerosos pacientes heridos, el más grave recibió numerosos impactos que le provocaron gran cantidad de escoriaciones, debiendo ser internado en el hospital Ramos Mejía. Entre los trabajadores heridos, 21 en total, la mayoría del Borda, uno del hospital Moyano y otro de la ANSES

Según declaraciones publicadas por el diario Página 12, Mariano Laufer integrante de la Defensoría General de la Nación aseguró que "es inaceptable que infantería actúe en un lugar donde hay pacientes psiquiátricos porque les genera brotes y pueden salir lastimados, como efectivamente ocurrió". Agrega la nota que según "dos abogados de la Defensoría constataron que la fuerza policial lejos de mantenerse en la zona en la que se llevaría a cabo la demolición, formó un cordón humano, el cual avanzó hasta el patio central del hospital, a más de cien metros de distancia de la zona a demoler, instalándose en una zona de contacto con los usuarios de la institución y con personal que allí cumple funciones".

En la mencionada nota periodística, están las declaraciones de Cristina Díaz Alen, delegada del hospital Garrahan, quien manifiesta que "no nos permitieron hablar por teléfono y nos tiraron a cada uno en un calabozo separado", cuenta que pese a usar un bastón fue arrastrada tres cuadras mientras la golpeaban con su propio bastón.

La afirmación del jefe de gobierno, Ing. Mauricio Macri de que se habían agotado todas las instancias judiciales fue desmentida ya que la justicia había dictaminado que aun estaba vigente la protección del espacio que se pretende demoler en una resolución emanada el 28 de diciembre de 2012 la que suspende el proceso licitatorio para la construcción del Centro Cívico, no encontrándose firme la resolución de la jueza Andrea Danas a la que apela para justificarse el gobierno porteño, desconociendo la que se encontraba en trámite iniciada el miércoles 24 de abril del corriente año. Por ello la Cámara en lo Contencioso Administrativo de la ciudad resolvió imponer multas tanto al jefe de gobierno como al procurador y a la ministra de salud.

Los terrenos donde se asienta los hospitales Borda y Moyano y los talleres protegidos que funcionan en el predio, tienen una historia de 154 años. Estos terrenos pertenecían a los jesuitas que lo habían recibido por una donación efectuada por un vecino de entonces, Ignacio de Zeballos. Tras la expulsión de los jesuitas, se hace cargo del predio al que anexa otras manzanas, el grupo de padres Betlemitas donde fundan el Hospital General de Hombres destinando un área a la que denominaron Convalecencia para los internos del hospital. En 1854 Tomasa Vélez Sarsfield funda el Hospital para mujeres "alienadas" en lo que era la Casa de la Convalecencia. En 1857 la municipalidad crea el Hospicio para Dementes dependiente del Hospital General de Hombres y en 1859 se le asignan los terrenos de la Convalecencia que estaban al norte al Hospicio de Alienadas, hoy Hospital Borda. En 1865 se destina un espacio para descomprimir la llamada Casa de Niños Expósitos, creándose el Asilo del Buen Pastor rebautizado en 1922 como Instituto de Asistencia Infantil Mercedes Lasala de Riglos.

Esta breve reseña muestra que, desde su inicio, estos terrenos fueron destinados a la atención de la salud y que su funcionamiento fue considerado de vital importancia desde los actores que incidieron en su funcionamiento. Seguramente su primer propietario, aquel que los donó a los jesuitas, no pensó nunca que el paso de la historia convertiría esta acción en beneficio de lo social, en un emprendimiento empresarial, aunque se lo disfrace con el nombre de Centro Cívico. Y desconocer que este primer intento puede tener escondido otros de similares características, sería una muestra de infantilismo político.

La desmedida represión desatada contra los que defendían lo suyo, su lugar de trabajo, su espacio de salud y desarrollo, es injustificable. Y más injustificable aún son las explicaciones dadas del impresionante despliegue de las fuerzas de seguridad metropolitana y la brutalidad con la que actuaron. Por ello es que debemos exigir que se sancione con firmeza a sus responsables materiales, intelectuales e institucionales.

Por todo lo expuesto solicitamos a las/los señoras/señores diputadas/diputados que acompañen el presente proyecto.