La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Solicitar al Poder Ejecutivo Nacional que a través del Ministerio de Industria de la Nación y/o los organismos correspondientes, disponga las medidas necesarias para regularizar el otorgamiento de licencias no automáticas para la importación de maquinaria agrícola desde el exterior, a fin de garantizar el abastecimiento del mercado interno y no afectar el normal funcionamiento de la industria local y evitar represalias comerciales y/o diplomáticas por parte de terceros países.

Señor presidente:

La utilización de las denominadas "licencias no automáticas" para la importación de determinados productos no es nueva. En el caso particular de la maquinaria agrícola, las mismas comenzaron a utilizarse en marzo del año 2009 estando su manejo a cargo del Ministerio de Industria de la Nación. Desde entonces, y conforme lo establecido en los convenios internacionales de los cuales la Argentina es parte en el marco de la Organización Mundial de Comercio (OMC), las referidas Licencias No Automaticas vinieron funcionando con ciertas demoras, pero en forma relativamente razonable.

Sin embargo, desde comienzos de 2011, y durante los primeros tres meses de este año, el Ministerio de Industria no ha otorgado dichas Licencias para la importación de maquinaria agrícola como tractores, cosechadoras, pulverizadoras, etc. Posteriormente, a partir del mes de Abril, se otorgaron ciertas Licencias No Automáticas, pero siempre bajo la condición de que aquella empresa que quiera realizar una importación, haya realizado operaciones de exportación en las mismas proporciones, o bien tenga maquinaria con equipos realizados en el país. Tal es el caso, por ejemplo, de la empresa John Deere, a quien en el mes de abril se le otorgaron Licencias para importar 151 cosechadoras.

Esta situación, golpeó - y de seguir en esta línea, continuará golpeando- a las empresas en un momento clave para las ventas. En el caso de las cosechadoras, por ejemplo, alrededor del 50 por ciento de las ventas se concretan entre enero y abril.

Se calcula que la red de empresas multinacionales emplea a más de 6000 personas de manera directa e indirecta. Estas empresas facturaron en 2010, sobre un mercado total de 1380 millones de dólares, casi 600 millones de dólares.

Asimismo, en 2010, sobre un total de 6500 tractores, el 85 por ciento fue importado, en su mayoría de Brasil. Por el lado de las cosechadoras, de 1200 equipos 907 ingresaron desde el exterior. Pero por los contratiempos con las licencias se calcula que en 2010 las empresas se perdieron de vender otras 200 cosechadoras y 1000 tractores más.

Debe tenerse presente que en el país hay empresas multinacionales que tienen parte de fabricación local, para lo cual necesitan abastecerse de componentes de otros países, cuyo ingreso esta siendo restringido por estas políticas aduaneras en forma excesiva y perjudicial.

Ahora bien, el resultado de estas trabas afectará no solo a la industria de la maquinaría agrícola y el empleo por esta generado, como quedo explicitado, sino también a la agricultura nacional. En efecto, la menor disponibilidad de maquinaria de nueva tecnología implicará mayores costos asociados a la cosecha de nuestros productos, así como una menor efectividad en la misma y una pérdida en la eficiencia, por la imposibilidad reemplazar el parque actual por parque mas avanzado. Del mismo modo, se verán afectadas las demás actividades, como la siembra, en un momento clave para el país donde, entre otras cosas, se esta definiendo la siembra del cultivo de trigo, tan relevante en nuestra canasta básica.

De acuerdo a fuentes periodísticas, de persistir esta situación, algunas empresas podrían quedarse sin stock en el corto plazo.

Finalmente, debe tenerse presente que estas medidas ya comenzaron a generar un impacto diplomático perjudicial para nuestro país, especialmente con nuestro principal socio estratégico: Brasil, quien ya ha advertido sobre las consecuencias negativas de esta política, y eventualmente se verá forzado a tomar medidas que perjudiquen en forma directa las exportaciones de nuestro país a nuestro vecino, tan necesarias para la generación de divisas. Debe tenerse en cuenta que desde 2008, la Argentina aumentó de manera significativa la lista de artículos con licencias no automáticas. En 2008 había sólo 53 ítems en la nómina; hoy hay 577, y las licencias se demoran ahora hasta cuatro meses en ser aprobadas.

En definitiva, debe tenerse presente que existen muchas otras formas de proteger a la industria local de nuestro país, sin necesidad de tomar acciones directas que perjudiquen el mercado interno, el empleo y las relaciones internacionales.

Por lo expuesto, y dada la gravedad de la situación es que solicito a mis pares la aprobación del presente proyecto.