La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Expresar repudio y preocupación ante los actos de agresión sufridos por el Secretario General de la CTA Pablo Micheli y expresar solidaridad para con él y su familia.

Solicitar al Poder Ejecutivo Nacional arbitre las medidas necesarias para el esclarecimiento de estos hechos.

Señor presidente:

En horas de la madrugada del día 10 de mayo del corriente, el Secretario General de la Central de Trabajadores de la Argentina, Pablo Micheli y su familia, fueron agredidos por medio del ataque realizado a su casa y a su automóvil con bombas de pintura.

Esto constituye un acto de intimidación sobre quien es un referente y dirigente de la clase obrera argentina, crítico al gobierno y opositor al modelo de monopolio sindical que permite que se negocien las condiciones de trabajo de los trabajadores argentinos a sus espaldas, teniendo como único objetivo la utilización de las instituciones del Estado para el enriquecimiento de la propia dirigencia con la complicidad del gobierno nacional.

Esta agresión se da en un contexto en el que el propio Micheli denunció la conformación de la mesa de diálogo social convocada por el Poder Ejecutivo Nacional como una "mesa de amigos" carente de legitimidad. En palabras del propio Micheli "Eso no es un diálogo, sino que un monólogo. Los sectores de la oposición no están sentados ni representados en esa mesa". Como consecuencia de esta reunión entre la presidente Cristina Fernández y Hugo Yasky, que desconoció la figura del Secretario General de la CTA, el plenario de delegados de la Central decidió convocar a un paro nacional el día 8 de junio.

Considero que en una democracia no se puede permitir que los trabajadores sean rehenes de los negociados amparados por el monopolio sindical, ni que estén en juego sus derechos, ni que se atente contra la integridad de todos aquellos que sostengan posturas críticas frente al gobierno nacional y sus aliados.

Este tipo de agresiones a dirigentes públicos busca instaurar un clima de pensamiento único que no tolera ni respeta las diferencias y que menosprecia la libertad de pensamiento y expresión de la ciudadanía, dando de esta manera un peligroso mensaje a la sociedad.

Acompaño asimismo la histórica lucha por el reconocimiento de la personería gremial de la Central de Trabajadores de la Argentina que es la única forma de que se garanticen los derechos de los trabajadores en un marco institucional y democrático sin estar sometidos a la connivencia del gobierno nacional con ciertos dirigentes afines.

Por todo lo expresado solicito a mis pares que acompañen este proyecto.