La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Rendir homenaje a las víctimas de los fusilamientos de junio de 1956 con motivo de cumplirse su aniversario.

Señor presidente:

El 9 de junio de 1956 un grupo de militares, con el apoyo de algunos dirigentes gremiales, inició un conato de levantamiento armado en defensa de la Constitución Nacional. La dictadura militar imperante -producto del derrocamiento del gobierno constitucional encabezado por Juan Domingo Perón - ordenó el fusilamientos de 27 militares participes de la rebelión. No sólo estos fueron fusilados; también ciudadanos indefensos, sin acusación ni juicio previo fueron asesinados clandestinamente en los basurales de la localidad de José León Suárez .

Época de actitudes heroicas transformadas en símbolos para el pueblo argentino: el general patriota Juan José Valle se declaró jefe de los sublevados y murió frente a un pelotón en la Penitenciaría Nacional. "Dentro de pocas horas usted tendrá la satisfacción de haberme asesinado, entre mi suerte y la de ustedes me quedo con la mía", le escribe a su indigno verdugo, el general Pedro Eugenio Aramburu.

Enterado Perón de los dramáticos hechos, expresó: "el peronismo se ha llenado de mártires. A sus asesinos, la sangre generosa de estos compañeros caídos por la infamia libertadora los seguirá hasta su tumba, llenándolos de vergüenza".

Con la perspectiva que brinda la historia, hoy podemos afirmar: ellos murieron para que el peronismo viva.

Solicito que esta Honorable Cámara de Diputados de la Nación rinda su homenaje para que estos argentinos que fueron inmolados nunca sean olvidados como ejemplo de patriotismo y lealtad.